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Smut, fluff

Domestic!au

Advertencias: sexo explícito, daddy kink

905 palabras

- Sé un buen chico -susurró una voz ronca en su oído desde atrás, haciéndolo morderse el labio mientras cerraba los ojos y gemía tal y como sabía que al otro le gustaba.

Notó grandes manos colarse bajo su camiseta, levantando y descartando la fina prenda en cualquier sitio para delinear con sus dedos sus abdominales, su pecho, y pellizcar levemente sus pezones.

- Muy bien, Baekhyunnie -escuchó en su voz que estaba complacido por su comportamiento y sonrió, le gustaba ser un buen chico tal y como el otro le requería.

Las manos que antes recorrían su torso bajaron hasta la cinturilla de sus vaqueros pero, en lugar de desabrocharlos y quitarlos como pensó que haría, los deslizó un poco hacia abajo, dejando asomar la cabeza de su miembro que ya estaba erecto y metiendo un poco su mano ppr detrás, lo justo para apretar su nalga y hacerlo gemir en voz alta. Pensó que su papi se enfadaría, pero nada más lejos de la realidad; el otro hombre se reía suavemente con esa voz ronca que lo hacía temblar de placer.

- Me encanta sorprenderte, bebé -le susurró al oído atrapando con suavidad el lóbulo y mordiendo, el chico abriendo su boca y ahogando el gemido que pugnaba por salir de su garganta.

Le bajó entonces los pantalones del todo, no sin antes coger del bolsillo delantero derecho el botecito con lubricante que sabía que siempre llevaba el chico encima para cuando su papi decidía que quería tomarlo ahí y en ese momento.

Los pantalones se quedaron en sus tobillos impidiéndole el movimiento, mientras una mano en su espalda lo obligaba a inclinarse, su pecho apoyándose en la fría encimera de piedra. Manos bastas pero cuidadosas masajearon y apartaron sus nalgas, dejando a la vista su entrada, el aire frío del ambiente contrastando con el cálido aliento que podía notar allí.

Algo húmedo recorrió el apretado círculo de músculos, haciéndolo soltar su aliento sobre la encimera, marcándola con vaho. La lengua lo rodeó, tentándolo y excitándolo aún más, pero fue un buen chico y no se movió, dejando que su papi se lo comiera como quisiera. El húmedo músculo lo tentó, bajamdo incluso a lamer su perineo antes de introducirse levemente, forzando la entrada a su interior mientras el chico cerraba las manos en dos puños, intentando controlarse.

Sintió cómo lo penetraba una y otra vez con su lengua, introduciendo incluso uno de sus dedos y llevando al chico al extremo, provocando que se mordiera el labio para reprimir sus gemidos, sus mejillas coloreadas por la excitación y el esfuerzo de mantenerse en silencio. Se separó cuando estuvo satisfecho, el chico dejando escapar una bocanada de aire mientras sentía algo frío y líquido escurrirse entre sus nalgas. Su papi lo preparó con cuidado, susurrándole al oído lo buen chico que era mientras repartía besos por su cuello y hombros, dilantándolo con dos dedos, abriéndolos en tijera, e incluso con tres cuando decidió que su bebé estaba preparado para aceptarlos.

El chico gemía poco, tenía permitido hacer algo de ruido mientras lo dilataba, sobre todo porque no quería hacerle más daño del inevitable. Llegaba tan dentro, tan profundo que el chico sólo podía poner los ojos en blanco mientras el líquido preseminal comenzaba a salir de la punta de su erección. Su papi lo notó, pasando el dedo por la punta, jugueteando con el líquido mientras llegaba con sus dedos a los más profundo de su interior, un gemido agudo escapando de sus labios.

- ¿Estás listo, bebé? -preguntó con voz suave, sonriendo ante el asentimiento.

Le dio la vuelta, mirándose por fin a los ojos y dejando que los pantalones se quedaran en el suelo mientras rodeaba las caderas del hombre con sus muslos. Mientras el hombre lo penetraba lentamente, el chico pensaba que le excitaba que él estuviera completamente desnudo mientras el hombre aún tenía toda su ropa impecablemente puesta, tan sólo sus pantalones desabrochados para sacar su miembro y penetrarlo profundamente.

Comenzó con un ritmo lento, sus caderas moviéndose sin cesar pero con suavidad contra él, esperando a que se acostumbrara. Cuando notó que estaba listo, sin embargo, el ritmo aumentó al punto de que el chico se agarró a sus hombros, boca abierta para dejar escapar los incesantes gemidos y los ojos nublados de placer. Una de las manos del hombre agarró su cadera mientras que otra comenzó a masturbarlo, torturándolo incluso más ya que no podía correrse hasta que su papi lo hiciera.

Apretó sus músculos alrededor del miembro del otro, consiguiendo arrancarle uno de esos gemidos roncos que tan poco producía y de los que estaba tan orgulloso de hacerle soltar. Miró a los ojos al hombre y vionel permiso que necesitaba para unir sus labios, besándolo con ganas y enredando sus dedos en los oscuros mechones ajenos, los gemidos de ambos ahogados en el baile de sus lenguas.

Se corrió dentro de él sin avisar, pillándolo por sorpresa, el caliente líquido excitándolo aún más y haciendo que se corriera también entre sus dedos, manchando la chaqueta de diseño del traje del mayor. Miró a su papi, jadeante pero feliz, dejando otro beso en la comisura de sus labios.

- Bienvenido a casa, Chanyeol -sonrió, acariciando la cara del mayor de los dos con ternura.

Éste le devolvió la sonrisa, atrapando con delicadeza la mano del chico con su mano limpia.

- Ya estoy en casa, Baekhyun.

Y lo besó con suavidad de nuevo.

ChanBaek 3.6.5 - Drabble Project #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora