ChanBaek 3.6.5 - Drabble Project #1

#154

❀ Fluff

❀ Company!au

❀ Advertencias: recomiendo leer escuchando Peter Pan de EXO, que fue la canción que escuchaba mientras escribía el final, creo que da feels(?)

❀ 938 palabras

Baekhyun estaba nervioso, sentado en aquella sala de espera, rezando para que los minutos fueran más rápido o más despacio, no sabía qué prefería; mientras intentaba ignorar al hombre sentado a su lado que lo miraba descaradamente.

Había llegado a aquella entrevista de trabajo con tiempo esperando poder relajarse antes de entrar, pero aquel chico había llegado poco después, eligiendo justo junto al suyo y desde entonce slo había estado mirando fijamente. Tampoco es que hubiera nada o nadie más que mirar en aquella sala aséptica, pero hubiera agradecido que los ojos oscuros que lo miraban ligeramente por encima de unas gafas de sol se hubieran dirigido a otro lado.

En un momento dado, el otro sacó su teléfono de un bolsillo y se puso a mirarlo, dejando a Baekhyun respirar y permitirse mirarlo con detenimiento. Para estar en una entrevista de trabajo, más bien parecía que venía de un desfile de modelos. Era condenadamente atractivo, el pelo revuelto acentuaba ese aire despreocupado pero definitivamente atrayente sobre él. Los labios carnosos, el perfil definido, todo en él era atractivo y a la vez le daba una sensación de reconocimiento y de nostalgia, como si lo conociera. Baekhyun se preguntó si no lo habría visto antes en alguna revista o en alguno de los programas del corazón que tanto le gustaban a su madre cuando el otro alzó la vista, fijando su mirada en la propia. Baekhyun se sonrojó y apartó la mirada, avergonzado de haber sido descubierto observándolo.

- Disculpa -habló el hombre, una voz grave y suave como terciopelo acariciando sus oídos-, ¿eres Byun Baekhyun?

Bueno, eso no se lo esperaba.

- Sí, lo soy -contestó, mirando al hombre completamente atónito. El otro sonrió, una sonrisa condenadamente atractiva que mostraba todos sus blancos y perfectos dientes.

- Soy Park Chanyeol -le dijo, añadiendo rápidamente-. Del instituto.

El cerebro de Baekhyun hizo click, sus ojos agrandándose y sonriendo a su vez.

- ¡Chanyeol! -abrió la boca en una gran sonrisa, no sabiendo bien qué decir, pero sintiendo una felicidad que hacía mucho que no sentía correr por su cuerpo.

Una felicidad que tenía que ver con sus quince años, sus últimos años de instituto, con su enamoramiento por el capitán del equipo de baloncesto y con besos compartidos con él después de las clases en la sala de equipamiento del gimnasio. Su amor sólo duró un año, Chanyeol era mayor y se marchó a estudiar a la universidad el año siguiente, así que ambos acordaron que era mejor para ellos acabar bien, como amigos, a sufrir en una relación a distancia. Baekhyun nunca le guardó rencor, pero mentiría si dijera que en su interior, alguna vez dejó de quererlo.

- Has cambiado mucho -le dijo Chanyeol, sonriendo.

- Habla por ti -sonrió el más bajo, sus nervios y la entrevista olvidados de su mente-. Pareces más un modelo que alguien que viene a hacer una entrevista de trabajo.

- No vengo a hacer una entrevista de trabajo -respondió con simpleza, descolocando a Baekhyun-. No me hace falta.

- ¿Y eso por qué? -la sonrisa del otro se acentuó aún más.

- Bueno, sería raro hacer una entrevista de trabajo en mi propia empresa.

Baekhyun abrió la boca, haciendo que Chanyeol riera con ganas, y golpeó su brazo con demasiada confianza para alguien que quiere que lo contraten.

- Sigues siendo un chulo, Park Chanyeol -le reprochó, notando el color subir de nuevo a sus mejillas-. ¿Entonces qué haces aquí?

- Arreglar un daño.

- ¿Un daño?

Chanyeol se inclinó sobre él, quedándose tan cerca que a Baekhyun se le cortó la respiración por un momento, perdiéndose en sus ojos oscuros y brillantes.

- Cuando vi el nombre en tu currículum no pude evitar pensar si realmente eras tú -comenzó-. Estabas sobradamente más preparado y tenías más experiencia que el resto de candidatos, así que era inevitable que finalmente te quedaras tú con el puesto. Éste es el contrato -cogió una carpeta que tenía a su lado y que Baekhyun, en su intento de no mirarlo, había ignorado, y se la tendió-. Puedes firmarlo en cuanto lo leas, si estás de acuerdo.

Dubitativo, Baekhyun abrió la carpeta y leyó detenidamente el contrato, encontrando lo usual para su trabajo, incluso alguna generosa paga extra en Navidad y verano. No veía ningún motivo para no firmarlo, así que sacó su bolígrafo del interior de la chaqueta de su traje y firmó los documentos. Chanyeol sonrió ampliamente cuando el más bajo cerró la carpeta y se la tendió.

- Aún no entiendo qué pretendes, Chanyeol -le confesó, pero un pensamiento cruzó su cabeza y se corrigió-. Jefe, perdón.

- No me llames jefe, Baekhyun, vamos -sacudió la mano el alto-. Mi nombre de pila está bien. Puedes usarlo para llamarme.

- Chanyeol -dijo, haciendo que el alto pareciera complacido-, aún no me respondes.

El alto cogió sus manos, tan grandes y cálidas como las recordaba, y lo miró de una manera que hizo que su corazón saltara en su pecho y comenzara a latir con fuerza.

- Quería primero que firmaras el contrato porque de otra manera, parecería que te coacciono -le sonrió-. Quiero reparar el daño que cometí hace once años, Baekhyun.

Baekhyun abrió la boca ligeramente, comprendiendo.

- Me di cuenta enseguida de que había cometido un error, pero no fui capaz de volver a ti para decirte que había sido un error dejarlo, y que prefería tenerte, aunque estuvieras lejos -hizo una breve pausa antes de continuar-. Quiero volver a intentarlo, Baekhyun, si tú me dejas.

Baekhyun jadeó y asintió con ganas, sintiendo unos labios que chocaban con los suyos en un beso dulce que lo hacía suspirar como lo había hecho hacía once años.

Esta vez sí sería para siempre.