ChanBaek 3.6.5 - Drabble Project #1

#109

❀ Slice of life, slight angst

❀ Star Wars!au

❀ 1078 palabras

Una figura encapuchada entró en un sórdido bar de las afueras en el planeta Coruscant. Era un tugurio de mala muerte donde sólo se encontraba lo peorcito de la comunidad galáctica. Malhechores, cazarrecompensas y gángsters de diversa clase bebían y hacían negocios en un ambiente distendido. Todo en aquel bar gritaba 'peligro' y 'fuera' si querías seguir siendo una persona decente. El aroma de aquel lugar era suficiente repelente para la mayoría de la gente, de cualquier modo.

La figura se quedó momentáneamente en la puerta, escaneando presumiblemente el lugar con sus ojos ocultos bajo la tela marrón oscuro. Pareció encontrar lo que buscaba, sin embargo, ya que en un momento dado avanzó hasta el extremo más oculto de la barra, lejos de las miradas y los oídos indiscretos, dejándose caer junto a un chico de pelo rojizo y chaqueta azul eléctrico con mangas blancas que bebía un líquido humeante de un vaso tosco. Éste no pareció alterarse con la llegada del encapuchado, sin ni siquiera girarse para mirarlo.

- No tendrías que haber venido.

El chico habló mirando a las botellas de alcohol que estaban frente a él en la barra, pero no eran ellas las receptoras que deseaba para su mensaje. La figura junto a él debió de darse por aludida, ya que miró a ambos lados, comprobando que nadie más los estaba mirando, y se bajó la capucha, revelando un rostro agraciado de rasgos equilibrados. El hombre tenía tanto el ceño como los labios fruncidos, su cabello oscuro perfectamente peinado hacia atrás con un grueso mechón cayendo ordenadamente sobre el lado derecho de su frente; todo en contraste con el pelo alborotado y seguramente sin peinar del otro, y sus orejas despegadas dándole un cierto aire simpático que en ese momento contrastaba con su seria expresión.

- ¿Y vas a venir tú a verme a mí? -el silencio ajeno lo hizo apretar más los labios, desviando brevemente la mirada a un lado algo hastiado, antes de volver a mirar a su interlocutor-. Ahí tengo mi respuesta.

- ¿Y qué se supone que debo hacer, Chanyeol? -le respondió tranquilamente el chico del pelo alborotado mientras jugueteaba con su vaso sin llegar a beber del líquido que contenía-. ¿Llegar y decirle al Maestro Yoda 'Hola, soy un discípulo echado a perder, querría ver al Maestro Park'?

- No tienes que darle explicaciones a nadie, Baekhyun -le respondió con calma el alto.

- El problema de los Jedi es que siempre las pedís.

Se hizo un silencio de nuevo. El vaso de Baekhyun había perdido todo su humo a pesar de que no había tocado su contenido en todo el tiempo que el Jedi llevaba allí. El camarero tampoco se había molestado en aparecer para preguntarle a Chanyeol qué deseaba tomar. Era como si supiera que no debían ser molestados, y Chanyeol realmente lo prefería así. El dueño ya sabía quién era y lo que buscaba allí, pero era discreto y no se entrometía en sus asuntos.

- Aún me pregunto por qué dejaste la Orden -soltó de repente.

- Explicaciones -hizo un gesto con la mano Baekhyun, señalando que eso era exactamente lo que había querido decir antes, sonriendo de medio lado.

- No te pido explicaciones, Baekhyun, sólo me sorprende -bufó el Maestro Park-. Bastante malo fue que te degradaras a Jedi Gris tú solo con tu manía de no acatar las reglas del Consejo e ir por libre, pero dejar la Orden definitivamente fue... -hizo una pausa, como intentando encontrar las palabras-. Yo tenía la esperanza de...

- ¿De qué? ¿De hacerme volver? -lo interrumpió Baekhyun, soltando una medio risa sarcástica. Por primera vez, se giró y lo miró directamente a los ojos, los suyos tan oscuros, brillantes y profundos como Chanyeol los recordaba-. No iba a volver, Chanyeol, ni siquiera cuando era un Jedi Gris me planteé esa posibilidad.

- ¿Y por qué? ¿Por qué nos abandonaste? -era más una exigencia que una pregunta, pero ambos sabían que lo que realmente estaba queriendo decir era '¿Por qué me abandonaste a mí? Baekhyun no picó en su cebo.

- Explicaciones.

El chico se levantó en ese momento, harto de aquella charla sin sentido que no llevaba a ninguna parte. Dejó dinero en la barra sin preocuparse de si era suficiente o no para pagar su consumición, si faltaba ya tendría tiempo de pagarle el resto al dueño otro día, e hizo amago de irse, pero la sólida mano de Chanyeol sujetando su brazo se lo impidió.

- ¿Qué haces? -le preguntó, hastiado.

- La protección de mañana del Senador. Sé que lo sabes, sólo te pido que no intervengas -Baekhyun no se amedrentó por que él supiera que se había enterado de la visita secreta de aquel Senador galáctico tan importante del que le habían encomendado la protección como un hecho excepcional. Miró al Jedi desertor con un brillo de advertencia en los ojos-. No te he delatado delante del Consejo, pero no me pondrás las cosas fáciles si apareces allí, más si cabe con un sable láser que en teoría no deberías tener.

- ¿Por quién me tomas, Park? -las palabras se deslizaron entre sus labios, suaves y dañinas, escondiendo una acusación velada.

- ¿Te crees que soy estúpido? Las noticias vuelan, y un sable láser que no es llevado por un Jedi es una noticia que se teletransporta.

- No es posible teletransportarse, deberías saberlo -le sonrió condescendiente sin responder realmente a su petición y haciendo que el otro soltara su brazo, cansado.

- Ya veo que no te preocupa nadie más que tú.

El Jedi se irguió en toda su altura, tapándose de nuevo la cara para evitar ser descubierto en semejante antro. Si la gente descubría que allí había un Jedi, significaría problemas para él en ese momento y problemas para la Orden en un futuro, ya que los relacionarían con la peor calaña de la ciudad. Sin embargo, cuando estaba por marcharse, fue el otro quien lo detuvo usando su voz esta vez.

- Los Jedi no tenéis sentimientos -soltó-. No amáis, no odiáis, vivís en un estado de neutralidad que os ayuda a estar en consonancia con la Fuerza, pero que no es un estado normal humano.

Chanyeol se giró lentamente hacia él, por primera vez escuchaba de labios de Baekhyun algo parecido a una explicación de por qué había dejado la Orden Jedi y no quería perderse ni una sola de sus palabras.

- Vosotros no sentís -el chico bajito alzó la vista, los ojos ligeramente acuosos fijos en los del alto Jedi-. Y yo me cansé de no poder amar.