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Fluff

Photographer!au

730 palabras


Como fotógrafo, Baekhyun había visto infinidad de modelos.

Hombres, mujeres, altos, bajos, guapos, feos, gordos, delgados... Cada campaña de publicidad que realizaba exigía un tipo específico de cuerpo, de cara incluso; pero si había algo que Baekhyun odiaba hacer eran fotos para revistas de moda.

Los modelos para aquellas sesiones eran chicos y chicas naturalmente delgados y guapos, pero las revistas querían que les cambiara completamente el rostro, adecuándose a lo que ellos consideraban 'perfecto', así como muchas veces tenía que modificar sus cuerpos y complexiones. Los modelos lo sabían, muchos firmaban un contrato en el que aquello se especificaba y les daba igual.

Pero aquel día, habían topado con un idealista.

- Baekhyun -le llamó la atención su secretaria, tocando a la puerta del despacho donde intentaba no vomitar adelgazando aún más los muslos ya flacos de una modelo-. Te necesitan ya en el estudio.

- ¿Ya? -se extrañó el hombre, mirando su reloj-. La sesión no empieza hasta dentro de cuarenta minutos, ¿no están preparando a los modelos?

- Al parecer, hay un problema con uno.

Sin decir más, Baekhyun bloqueó el ordenador y se levantó, intentando imaginar por qué había un problema. Al llegar al estudio fotográfico, sin embargo, supo exactamente por qué había un problema.

Park Chanyeol.

Park Chanyeol era un chico corriente, un chico cualquiera que lo había enamorado al verlo esperar echado contra el poste de la parada de autobús. Baekhyun estaba buscando modelos por su cuenta para la nueva campaña de ropa navideña de una conocida marca, quien le pidió rostros nuevos que llevaran sus prendas. Siguiendo un impulso, y no escuchando a su buen juicio, Baekhyun se acercó.

Decir que el chico casi lo toma por un violador de primeras sería quedarse corto, pero poco a poco, Baekhyun consiguió convencerlo. No fue fácil, pudo ver que el chico tenía muchos complejos que le fue enumerando para convencerlo de que no sería un buen modelo, y el más bajo tuvo que refutar uno a uno aquellos puntos, diciéndole que él lo encontraba atractivo y adecuado para el trabajo.

Había conseguido que aceptara, pero estaba claro que, al llegar y leer el contrato, no había pasado por alto que su imagen podía ser alterada para adecuarse a los estándares que pedía la firma.

Los ojos del chico se desviaron a su persona en cuanto entró por la puerta, su mirada era esperanzada, lejos de la llena de reproche que esperaba el fotógrafo. Se acercó a él con paso decidido, lo cogió de la mano y lo llevó delante de la gente con la que estaba discutiendo.

- Baekhyun, díselo -le pidió con aquella voz ronca que le provocaba escalofríos-. Diles que me dijiste que estoy bien así y que no hace falta retocarme.

- Disculpadnos un momento -les dijo Baekhyun a aquellas personas que aún tenían el contrato sin firmar de Chanyeol en las manos. Aprovechando que seguían cogidos de las manos, Baekhyun se lo llevó a un rincón apartado de oídos ajenos-. Chanyeol...

- Me mentiste -lo acusó el alto, apartando un mechón de pelo rebelde de su frente; las estilistas habían hecho un buen trabajo con él y Baekhyun realmente tenía mucho calor sólo con mirarlo-. No soy un buen modelo, vas a retocarme para que la gente crea que sí.

- No voy a retocarte -replicó el más bajo, serio-. Dije muy en serio que eres atractivo, Chanyeol, pero es un contrato que todo el mundo debe firmar; no es un contrato especial para ti.

- ¿Y qué sentido tiene contratarme si no soy lo suficientemente bueno? -el agarre de su mano se aflojó, los dedos grandes escurriéndose de entre los más finos de Baekhyun, pero éste apretó y no dejó ir su mano.

- No te retocaré, Chanyeol; no demasiado -lo miró a los ojos, esperando que viera que era sincero-. Siempre hay que retocar brillos inesperados, arrugas en la ropa o alguna manchita, pero no cambiaré tu cara ni tu cuerpo.

Hubo un silencio en el que sólo se miraron a los ojos; y Baekhyun tenía ganas de besar a aquel muchacho para borrarle aquel puchero.

- ¿Me lo prometes? -susurró. Baekhyun sonrió.

- Puedes venir a mi despacho y ver cómo retoco las fotos si no te fías -y su tono fue más sensual de lo que debía, pero en lugar de asustarse, Chanyeol sonrió.

- ¿Estás ligando conmigo?

- Puede -admitió sin vergüenza-. ¿Vendrás?

Chanyeol sonrió más ampliamente.

- Iré.  

ChanBaek 3.6.5 - Drabble Project #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora