Capítulo 16

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Siento besos alrededor de mi mandíbula y sonrío por fin completamente feliz. Los labios se acercan estrepitosamente hacia los míos, pero antes de llegar a la comisura de mis labios se alejan, bajando lentamente por mi cuello. Deslizo la lengua por los labios sintiendo como fuertes sensaciones se empiezan a apoderar en cada rincón de mi cuerpo. Me gusta que me mimen. Sentirme deseada por ellos.

Cuando muerde mi cuello un gemido se escapa descontrolado de mis labios. Abro los ojos de golpe y parpadeo varias veces adaptándome al sol que impacta de lleno sobre mi cara. Me encuentro con el perfecto rostro de Christian lamiendo y mordiendo mi cuello. Llevo mis manos hacia su pelo y le empujo más contra mi este. Su lengua empieza a deslizarse lentamente hacia abajo y aprieto los dedos de los pies expectante por lo que ocurrirá a continuación.

En el momento que su barba hace contacto con mi pezón, ambos se ponen erectos al instante. La piel del cuerpo se me pone de gallina sabiendo que el diablo me hará pecar en cualquier momento entre estas sábanas donde gustosamente me follaron ambos de una manera casi inexplicable.

Toca con la punta de su lengua mi pezón y al mismo tiempo tira de el fuerte con los dientes. Me agarro con fuerza a su pelo sintiendo como la humedad de mi coño empieza a entreverse sobre mis labios vaginales. Muevo mis muslos intentando tener algo de fricción en mi coño.

Christian alza la mirada a mis ojos y me regala una sonrisa deslumbrante. Me alegra que esta mañana se halla levantado de un espléndido humor. Nunca le había visto tan sonriente en el poco tiempo que le conozco.

Se acerca a mis labios y nos besamos lentamente, dejando que el tiempo vuele sin importarnos lo más mínimo en esta cama. Podría arder el mundo ahora mismo que no me separaría de él. Preferiría arder entre sus brazos, y él sabe perfectamente como hacerlo.

Nos separamos respirando agitadamente. Muerdo su labio inferior y veo como ante mis propios ojos su mirada se empieza a oscurecer, como poco a poco las facciones de su rostro se empiezan a endurecer. Un escalofrío recorre mi cuerpo al ver como el mismísimo diablo aparece ante mis ojos. Me lanza una socarrona sonrisa y abre mis muslos de par en par dejándome completamente expuesta ante él. No tengo escapatoria, y tampoco quiero huir. Tiene un poder sobre mí que ni yo misma comprendo, pero aunque quiera no me puedo alejar de él. Es como si me controlara con su mirada a su semejanza.

Aparta la mirada de mis ojos y la dirige lentamente a mi entrepierna. Intento cerrar mis piernas avergonzada, pero agarra mis muslos con fuerza a ambos lados. Se relame los labios y un gruñido sale de su garganta. Agarra su polla y la acerca despacio hacia mi coño. Cuando hacen contacto cierro los ojos por un segundo sintiendo como latigazos recorren mi coño. Empieza a restregarla arriba y abajo por mi raja, ambos nos deleitamos con el ruido que provocan mis fluidos.

Se introduce lentamente dentro de mi y ambos gemimos al sentir como se abre paso a través de mi coño. Me vuelve loca sentirle dentro de mi, eso solo hace que me humedezca más. Cuando está al completo dentro de mi, me vuelve a lanzar una socarrona sonrisa. Se queda quieto sin moverse y yo siento como una gota de sudor resbala por mi espalda. Estoy ardiendo por él. Necesito que se mueve dentro de mi hasta dejarme exhausta de placer por él.

Cierro los ojos cuando su dedo pulgar acaricia mi clítoris rápidamente, haciendo que mis piernas empiecen a temblar por el placer. Me retuerzo esperando que mueva su mástil dentro de mi, pero parece que hoy tiene ganas de ir lento, cuando yo tengo una prisa desmesurada para que haga que me corra como nunca antes en mi vida.

Le miro con el entrecejo arrugado cuando deja de acariciar mi clítoris, y se empieza a retirar lentamente de mi interior. Suelto un suspiro cuando toda su polla está fuera de mi interior. Espero a que se vuelva a introducir de nuevo en mi cueva ardiente, pero no lo hace.

Mi PerdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora