44. Be the man.

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— ¡Santa mierda! ¿Acaso pasó el huracán Karina por este lugar?

Todo mi cuarto era un desastre, empezando por mí mismo. El colchón de mi cama estaba volteado, formando un enredo de sabanas y mantas en el piso. Las pocas cosas que habían estado en mi repisa estaban echas añicos en el suelo, y mi closet tenía una puerta fuera de sus goznes.

En medio de todo ese desastre; estaba yo. Sentado en un sitial de cuero que había traído la semana anterior a casa, con los codos apoyados en mis rodillas y el sudor goteando mi frente. Jai tenía su cabeza metida en mi habitación, inspeccionando todo.

—Cierra la maldita puerta, Jai. —Dije sin mirarlo.

— ¿Estás bien? —.

¿Qué clase de pregunta era esa? Era obvio que si mi habitación parecía zona de combate algo andaba mal. Solo consiguió cabrearme más, sumando a eso el hecho de que Jai parecía no haber desarrollado el estúpido sexto sentido gemelo que se supone que debería tener en estas situaciones, y para mi desgracia yo si lo tenia y bastante desarrollado.

No respondí pero sentí sus pisadas en el interior de mi habitación y como cerró la puerta tras de él.

Tomó la silla de mi escritorio y la puso en pie para poder sentarse y mirarme de frente.

— ¿Quién o qué te ha cabreado tanto como para hacer esto? Mira el mierderio que haz hecho, Jesús. ¿Como piensas limpiar?

—Limpiar es en lo que menos pienso ahora Jaidon. No seas imbécil.

—Joooooder —Dijo alargando la 'o' y elevando sus manos al cielo. — Ahora yo tengo que aguantar tu mala hostia por algo que nisiquiera me involucra. ¿No te parece injusto?

Lo miré con auténtica furia en los ojos —Entonces toma tu pueñetero cuerpo y llevatelo a la mierda de mi habitación. ¿Quieres?

No Respondió.

— No me digas que esto es por _________. —Movió la cabeza con una sonrisa socarrona.

Levanté la cabeza y lo miré fijamente, incapaz de mentirle a la cara.

—Me mandó al carajo. —Dije entre dientes sintiendo el calor ascender por mi rostro.

Jai soltó una pequeña risa, y se inclinó hacia atrás en la silla, cruzando sus brazos por detrás de la cabeza.

—No puedes decir que no te lo advertí.

—No me sirve que juegues a la voz de la razón justo ahora.—Gruñí.

— Luke, ¿Qué es lo que esperabas? ¿Que _________ aceptara siempre tu mierda y estuviera dispuesta a aceptarte de nuevo cada vez que se te ocurriera? — Alzó sus cejas. — Esa chica se pasa de buena, pero no de tonta.

Bufé rechinando los dientes— No puedo dejar de pensar que Seth tiene que ver en esto.

— ¿Seth?

Chasquée la lengua incorporandome en el sitial.—El maldito hijo de puta del carro azul.

— Ahhh.. El rubio pijo que te robó a ________.

Asentí.

— Eres un idiota perdido, ¿Verdad? —Fruncio el ceño. — ¿De verdad crees que un tipo que apareció en la vida de ella hace menos de 72 horas puede arrebatártela?

Me quedé en silencio esperando a que continuara.

— ¿De qué te Sirve saber como abrirle las piernas a tantas mujeres si no eres capaz de comprender la mente de una? Yo te dije que se cansaría de ti y que la perderías de una forma u otra. Es una chica inteligente, no se quedará estancada toda la vida por un gilipollas peleonero y agresivo como tú.

The only reason {Luke brooks} (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora