5. "Oliver"

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Amelia se paseópor la sala, con sus manos entralazadas en su espalda, y el fantasma de una sonrisa socarrona en su rostro, pateaba la alfombra con la punta de sus botas negras. Una estruendosa carcajada salió de su garganta.

Los chicos se limitaban a mirarla con curiosidad al igual que yo.

Mara fue la primera en hablar.— ¿Qué es lo tan gracioso? —arcó una de sus rubias cejas, con el mentón en alto. Se veía furiosa.

Amelia la miraba de Frente.

Yo observaba con atención la escena. Parecía como si en cualquier minuto se desatarí­a una batalla campal, en la que sin duda yo serí­a participe a favor de Mara.

Di un paso al frente junto con Sky, para Colocarnos a un costado de Mara.

Jai se puso tras la barrera que formabamos nosotras, posó una de sus manos en el hombro de Sky, y la otra en mi nuca— Tranquilas chicas, no es necesario armar alboroto. Son unos disfraces y no largamos de aquí­, no caigan en el juego de Amelia. — Susurró, en un tono apenas audible. Sky asintió con la cabeza, y depositó un suave beso en su cabeza. Palmeó mi hombro y se devolvió al lugar donde estaban los chicos.

—Nada — respondió Amelia _ Sólo me parece cómico que los chicos de Max quieran jugar a los disfraces. ¿No estan un poco grandes ya para jugar a esas cosas?

—Es una fiesta —Dijo Daniel, mostrando una sonrisa amable. —Estás invitada, si quieres.

Sky volteó su cabeza con rápidez, lo atravezó con la mirada, y Daniel gesticuló un tímido "solo decía".

—¿Fiesta de chicos ricos? —Preguntó ella, con ironí­a. —Como siempre los Reyes de New, codeandose con la alcurnia. Me alagan con su invitación...

—Yo no te invité— Se apresuróa decir Sky, antes que Amelía pudiera siquiera terminar su oración

—Siempre tan tosca y a la defensiva, Reina Skylar —Rió un apuesto chico desde la escalera. Sus ojos azules eran profundos. Traí­a puestos  vaqueros entallados, una camiseta negra sin mangas,  junto con una sudadera de futbol americano color magenta y por ultimo, una gorra de los lakers, como la que Daniel usaba. En seguida, tras las palabras de ese chico, Jai saltó frente a Sky, como marcando su territorio.

Era imposible negarlo, el chico era guapo. Demasiado guapo. Bajaba dramáticamente la escalera, con una sonrisa en su rostro. Cuando llegó al final de la escalera, se sacó la gorra, acomodando su pelo negro hacia arriba. Me miró fijamente y avanzó a grandes zancadas hasta la que sus ojos habían enfocado como la cara nueva. Su sonrisa se ensanchó—  ¿Y tú eres?

—_________ —Contesté.

—Pues, es un gusto. —sonrió el chico.  Me llamo Oliver —Dijo.
Mientras yo lo miraba, completamente hipnotizada, estaba en trance. Sus ojos azules eran completamente eléctrizantes.

—¡Hey, chica nueva! — Me gritó Amelia, molesta — Deja de ligar con mi primo. Y tú Oliver, deja ya a la novata, al parecer no acostumbra ver chicos guapos.

—No te emociones, Oliver. Cuando me vió a mí estaba peor. —Dijo una voz masculina tras de mí. No huno necesidad de que me volteara para reconocer ese timbre de voz tan particular.

Oliver se alejó perezosamente de mí. Su sonrisa altanera no se borraba con nada.

—Ya decí­a yo que hacía falta uno de los clones. —Luke se acercó hasta colocarse delante de mí.

—Chiste viejo, cabrón. Desde que nos conoces sacas chistes sobre gemelos. Se está volviendo monótono y aburrido. —Luke se hundió de hombros, mientras se dejaba caer en el diván rojo, en la misma posición en que lo había hecho amelia -—A demás, para mi no es un insulto. Ya quisieras tú lucir genial, y encima tener una persona que te recuerde lo guapo que eres tan solo con mirarlo, ¿No lo crees, Jai? — Jai soltó una carcajada.

—Lo es —Dijo, dandole la Razón.

—Okay, okay. —Interrumpió James. — Que yo sepa, hemos venido por disfraces. Se nos hace tarde, y supongo que las chicas querrán elegir los disfraces con calma. —Finalizó. Amelia bufó y de una patada levantó la alfombra del suelo, dejando ver un piso de madera antigua uniforme. A excepción de un trozo que sobresalí­a, tení­a visagras y se veía desgastado. Una puertezuela secreta.

Oliver jaló hacia arriba, y con un exagerado ruido de visagras, la puerta se abrió. Dejando ver oscuridad, y nada más que oscuridad. Era algo así como un sótano oculto.

Sin dudarlo, los chicos se acercaron sin siquiera dudarlo, y comenzaron a saltar por la escotilla hacia abajo. Sólo daba pie para que cayeran uno por uno. Me preguntaba que abría abajo que se lanzaban con tal confianza y normalidad. Primero Skip, luego Sky y Jai, seguidos de ellos Beau, Mara y James.

Me arrodillé junto a la puertezuela, mientras miraba hacia abajo. No veí­a nada, sólo se escuchaban los murmullos de los chicos en la oscuridad. —¿Es seguro? —Pregunté aún con la mirada perdida hacia abajo.

—Si­, reina del drama —Pronunció Amelia, tras de mí.

La miré de soslayo, y le puse mi peor cara.

Maldita puta furcia.

—Ahora lanzate, porque puesta de esa forma me están dando unas ganas tremendas de patearte el culo para que caigas de bruces.

—Y a mi me han dado unas ganas tremendas de romperte los dientes de una patada —Bramé. —Puta.

Amelía abrió los ojos, divertida. Lanzó una carcajada sonora— ¡Apa! ¡Que tiene garras la gatita!

—Y a mí­ me estas dando una espectacular vista de tu trasero. — Continuó Luke. 

Me puse de pie de inmediato, con toda la dignidad del mundo. Pase por su lado.— Gilipollas — susurré tan fuerte como para que el me escuchara. Amelia pasó por mi lado para dejarse caer en el vacío dejandome a solas en la boca del lobo. Estar a solas con Luke me ponía de los nervios y solo me traía problemas. Con solo un encuentro, habia gastado veinticinco dolares, manchado una blusa de manera irreparable, llegado tarde a mi primer dí­a, y pasado la verguenza de mi vida frente a la mitad del instituto mientras montana una escena de soft porno, sin mencionar que casi se arriesgo a una suspensión por lo de la fuga.

Me quedé ahí­, estaqueada por la mirada pentrante de Luke. Como si supiera todo lo que estaba pensando de él. Jugueteaba con el piercing de su labio, mientras una tocida sonrisa conmenzaba a formarse en su rostro. Todo en él era irreverente, atrevido y arrogante; la manera en que sonreí­a, o como  se mantenía de pie, con las manos en sus bolsillos, o su mirada despectiva.

—¿Qué es tan gracioso? —Me atreví a prenguntar. -—¿Tengo un mono en la cara o acaso te debo dinero?

Él rió, cautelosamente.

Se mofaba de mí en mi cara y yo no le decía absolutamente nada.

— Salta de una vez, no pienses que te dejare aquí arriba, sola. En cualquier momento pueden llegar Ezequiel y Jake, y se te ven aquí arriba sola...

—¿Quienes son Ezequiel y Jake? — Luke cerró los ojos con frustración.

— Son hermanos de Amelia. — Dijo seco, tomandome del brazo tratando de ser delicado. [el tacto no era su fuerte]

Me zafe rápidamente — No me toques un puto pelo, ¿Me oíste?

No sabía por qué, Pero el que Luke me tocara tan confianzudamente me erizaba el vello de la nuca. Y me incomodaba aun mas cuando era a solas.

Luke rio por lo bajo. — Me gusta tu actitud — Dijo —Pero aun me debes un camiseta.

Rodé los ojos, y pasé de él

— ¿A que viene eso de jugar a ma chica dura conmigo? —Quiso Saber.

—Mantengo distancia, es todo. Solo traes problemas —Dije mirandolo a los ojos.

Sonrío abiertamente. —Mi segundo nombre es problemas, bebé.

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The only reason {Luke brooks} (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora