18. murder the kings.

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— ¿¡Estáis seguros de esto!? —

— ¡Claro que sí! ¡Y ya deja de gritar, nena! ¡Lanzate ya! —

— ¡Tengo miedo! — Admití.

— ¡Coño, que ya lo has hecho! ¡Confía en nosotros!  — Gritó James — ¡Mira si hasta nos compramos una sábana nueva! —Estiraron la sabana, que de hecho, si era nueva, para que yo pudiera comprobar su elasticidad. Seguía sin darme confianza suficiente.

Va. Respiré profundamente. Tranquila, tranquila, tranquila, calmate. Ya lo has hecho. Son dos pisos, no son tantos metros, cuatro chicos fornido esperándote abajo, ¿Qué podría salir mal?

...todo.

Cerré fuertemente los ojos y dejé que mis pies se despegaran del alfeizar de la ventana. De un momento a otro me encontré suspendida en el aire por lo que a mi parecer me parecieron los dos segundos más largos de toda mi vida. Tuve la misma sensación que al saltar por primera vez. El corazón me martilleó en la garganta y sentí como mi propio estomago se contorcionaba como gimnasta. Sentí como los chicos gritaban; "¡Ahora!"

La sábana se tensó bajo mi peso, y pegué un bote.

—¡Ves, no ha sido tan terrible! ¡Quejica! — Sonrió Sky, ayudándome a levantar una vez que sentí que mis piernas volvían a ser de carne y hueso en lugar de gelatina. Salí de la sábana, tambaleando.

—Maldición, ¿No podéis inventar un metodo menos ortodoxo para hacer novillos? —Pregunté, aun mareada.

Sky frunció el ceño —¡Bah! ¿Donde estaría la diversión?

—Empiezo a pensar que vosotros sois todos unos suicidas.

Rio —No estás tan lejos de la verdad. Nos encanta el riesgo.

—¡Venga, chicas! ¡Subid al carro! — Nos llamó Beau desde el asiento del copiloto. James y Luke guardaron la sábana apresuradamente en el maletero del auto. Jai estaba sentado solo en los asientos traseros. Sky no tardo en la lanzarse junto a él. James se deslizo en el asiento del conductor. Luke dio la vuelta al carro. Me miró con los labios apretados y las cejas fruncidas. En lugar de parecer intimidante, parecía un crio molesto con el labio inferior ligeramente salido hacia afuera. Era adorable y él no parecía notarlo. Se quedó parado un momento, inmóvil. Con la postura que tendría un animal salvaje estando alerta, los brazos a sus costados y la espalda recta. Suspiró fuertemente mientras me miraba y quise saber que cojones era lo que pasaba por su mente al mirarme de esa manera.

Sacudió su cabeza de un lado a otro, tal y como yo hacia cuando quería dejar de pensar en algo estúpido.

Se metió en el auto. Cerrando la puerta tras de sí. Eso hubiera estado bien, pero ¡anda! Pequeño detalle, yo seguía afuera.

—¡Luke, grandísimo gilipollas abrele la puerta! —Le gritó Sky.

Luke gruñó, y abrió la puerta a regañadientes.

—Eres todo un caballero —Le dije, dejando mi trasero en el asiento junto a él.

—Muchas gracias —Bufó mirando hacia el frente.

Cerré la puñetera puerta de mala gana y me quedé atrapada entre el cuerpo de Luke y esta misma. No era muy espacioso atrás, pero estoy segura de que seria mucho más amplio si es que los gemelos Brooks no tuvieran la mala costumbre de sentarse con las rodillas tan separadas.

James arrancó a toda velocidad por la calzada posterior del edificio. No había mucha afluencia de trafico, ya que eran las diez y media de la mañana, y la mitad de la población estaba estudiando o en el trabajo. James viró en dirección a time square por la séptima avenida.

The only reason {Luke brooks} (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora