★COMPLETA★
¿Saben lo que es ser un verdadero licántropo?
No es como lo narran...
La vida de un hombre lobo esta llena de dolor, angustia e ira...
La gente creía que era un asesino en serie, otros un animal salvaje como un lobo u oso enfurecido. L...
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TERATOLOGÍA: (del griego θερατος teratos, que significa monstruo, y de λογία logía que significa estudio o tratado) Estudio de las anomalías en organismos animales y vegetales, en especial las de origen embrionario.
Esa palabra...la había escuchado antes.
Probablemente sea una anomalía...
Leena cerró el libro de biología de un sonoro golpe recibiendo una decena de miradas extrañadas por parte del resto de personas en la librería. Su respiración era algo agitada y acelerada.
Para no causar mayores problemas tomó el pesado libro y lo llevó al mostrador para poder llevárselo y leerlo en un lugar más solitario y calmado. La encargada la miró con desdén ante sus andrajosas y viejas ropas y le entregó el libro luego de que Leena le presentara su carnet de la biblioteca. Tenía el plazo de dos semanas, tiempo perfecto para devorar todo el contenido de aquellas páginas.
Ella se encaminó de vuelta a su hogar con el libro de pasta de cuero bajo el brazo izquierdo sin ningún problema. Copos de nieve comenzaban a caer a su alrededor mientras evitaba chocarse con las personas que pasaban apresuradas por las zigzagueantes veredas y callejones a sus respectivos hogares desde sus trabajos. El tenue resplandor del sol caía sobre las cabezas de los habitantes. Estaba a punto de desaparecer en la más absoluta penumbra. Muchos estaban hablando por teléfono o distraídos con una carpeta de apuntes en sus manos, incapaces de notarla y de una vez golpeándola y zarandeándola. Casi todas las personas cargaban pesados suéteres y pantalones térmicos, botas peludas y/o gorritos de lana debido al cortante frío que estaba haciendo. Por lo tanto, más miradas confundidas se clavaron en la espalda de Leena al observar que ella cargaba un liviano pulóver rosa pastel, pantalones jeans con una bufanda y gorrito sumando a sus viejas botas grises que parecían de minero. Ella se sintió algo incómoda ante ésto y se alejó de la metrópoli tomando la ruta rural y larga, la que atravesaba pequeños barrios bajos y pintorescos.
El paraje fue cambiando de innovador y conservado a uno más antiguo y destartalado. Habían casas abandonadas con las paredes pintorrejeadas con graffitis de bandas delictivas y obscenidades denigrantes. Por las calles, algunos hombres la miraban de manera irrespetuosa y le silbaban para provocarla y llamar su atención. Ella ni se inmutaba, solo proseguía su andar. Bastaba con una cortante mirada de sus hipnotizantes ojos color almendra para que la dejasen en paz.
La pelinegra se acomodó el gorro sobre sus orejas al sentirlas entumecidas por el frío y contempló a unos niños que correteaban en un parque en la calle aledaña por la que caminaba. Uno de ellos detuvo su andar y la quedó observando fijamente, del mismo modo como si viera un fantasma. Leena trató de esconder la mirada de él, evitando que cause sospechas. Pensó que el por ser pequeño podía sentir su aura diferente. Fue cuestión de minutos para que el chiquillo lo olvidase y volviera a divertirse entre la nieve con el resto de sus amigos.