Capítulo 5

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El lugar era cálido, mostró su pase y se dirigió a la oficina principal. El Oficial Marcos y Stuart estaban ahí junto a Samantha, quien estaba bien vestida. 

— Buenos días Oficiales, buenos días Samantha.— Los saludo a todos amablemente y se sentó.

— Buenos días Oficial Ivanoff - saludaron Marcos y Stuart al unísono.

— Bien, me gustaría ir a ver el cadáver e ir al lugar de los hechos. Quizás haya algo que nos ayude.

— Por supuesto Oficial, pero es muy temprano y.....Estas horas son algo agotadoras. - comentó Stuart mientras se rascaba la nuca.

— Ustedes quédense, yo iré con Scarlett a investigar.

Ambas salieron y se fueron al móvil que Scarlett llevaba. Ella se sentó en el piloto y Samantha en el copiloto.

— ¿Sabes donde queda el hospital? Quiero ver el cadáver.

— Si, yo te guío.— Arrancaron.—¿ Cómo has dormido Scar?

— Bien, me relajé tengo que admitirlo.— Miró por el espejo retrovisor y su vista volvió hacia la calle.— Y, ¿tu?

— Yo bien, pero sola. Mi esposo trabaja como criminólogo igual que tu, pero antes de que esto pasará, lo mandaron a Boston a investigar un caso así que me estoy quedando sola en casa. Si él estuviera aquí, tu no estarías sentada en este móvil.— Lo dijo con algo de pena y Scarlett lo notó.

— Mi novio se queja de mi trabajo porque siempre me mantiene lejos de él y antes de venirme me dijo era mi trabajo o él. Así que terminó con este caso y seguiré con el próximo.

— A la derecha.— Scarlett dobló.— Vaya, debe ser difícil. Escoger entre el amor de tu vida y tu trabajo al que amas.— Scarlett negó.

— No, no es tan complicado, solo escoge al que te hace feliz.— Se formó un silencio que duró unos cuatro minutos. Scarlett detestaba el silencio, pero a veces era lo que más necesitaba en el mundo, en aquel momento debía hablar.— Y, ¿de donde eres?

— Soy de aquí, era hija única y mi padre era pescador. La temporada de pesca era buena y eran de esos tiempos que vos metías la mano en el mar y al sacarla, tenías un pez. Era mucha cantidad. Mi madre empezó a trabajar limpiando casas y esas cosas, mi padre trabajaba y yo iba a una escuela pública, la mayoría les pasaba lo mismo que yo y bueno, la cosa es que me egrese y todo, hice la carrera de policía y a la mitad de la carrera me tope con mi esposo.— Sonrió al decirlo. La sonrisa era contagiosa y eso hizo que Scar sonriera también.— Dobla a la izquierda.

— Yo conocí a mi pareja cuando iba a culpar al asesino, nos conocimos el día del juicio y luego me invitó a un bar, desde entonces hemos salido. Eso pasó hace cuatro meses atrás.

— Ah, apenas arrancan. Yo con mi esposo nos llevamos 5 años de casados y te digo que son los mejores, mejor si es con la persona correcta. Aquí es Scar, estaciona.

Estacionó la patrulla y luego se bajaron. Scarlett sacó su libreta para anotar y Samanta sólo miraba para todos lados.

Al entrar al hospital, el olor a medicina invadió su olfato y eso hizo que arrugara la nariz. Samantha sonrió y también arrugó la nariz.

— Si Scarlett, aquí queman los medicamentos vencidos, son unos hijos de puta.— La siguió y se fueron a la secretaria.

Una mujer de tez morena, cabello negro y ojos oscuros les sonrió.

— Hola señoras, ¿las puedo ayudar en algo?— Ambas sacaron las placas.

— Hola, buen día. Soy la Oficial Gobris, ella es la Oficial Johansson, queremos ver los cadáveres de las víctimas por favor.

— Si, vengan.

Siguieron a la mujer, ella tenía un traje de enfermera color violeta y se amoldaba a su gran cuerpo. Era muy robusta y eso le quedaba bien.

Llegaron a una habitación que estaba al final de un pasillo algo siniestro que eso le puso a Scarlett los pelos de punta. Entraron y había dos camillas con vendas arriba de cinco cuerpos.

— Aquí pueden investigar, ya conocen la salida. Si pasa algo, solo griten.— Se fue, dejándolas solas.

Scarlett se puso un guante de látex y sacó la manta blanca que había arriba del niño que había sido asesinado.

— Oh mierda.— Samantha se tapó la nariz y miró para otro lado. El rostro del niño estaba abierto por la mitad y su estómago también, a los costados tenía arañazos y mordeduras.

A Samantha le daba tanta impresión, que llegó hasta ser algunas arcadas pero se contuvo para no vomitar en el lugar.

Scarlett comenzó a mirar las mordeduras y los arañazos, le pasó la libreta y la lapicera a Samanta.

— Anota, 6 mordeduras en los dos brazos y una en el tobillo izquierdo, arañones en el cuello y en la oreja derecha. Falta el intestino grueso, los ojos, la lengua y el páncreas, el resto esta todo lastimado. Vamos al otro.

A los otros cuerpos le faltaba lo mismo, algunos tenían más arañazos y mordidas, esa era la única diferencia. Salieron de ahí y se dirigieron a la patrulla.

—¿ A dónde vamos ahora?— Scarlett suspiró. No quería tener que ir a verlos, pero una visita no le vendría mal.

— Iremos a Homer, conozco a alguien que sabe de esto.

Comenzaron a conducir hacia Homer. Estaba a unas cuatro horas de Seward.

— Dios, esos niños, esas personas. ¿Quién tendría tanto odio para llegar hacer eso?— Scarlett la miró a los ojos.

— Me parece que el asesino lo hizo por dos razones. Por hambre y para llamar la atención de alguien.

Se formó un silencio. Samantha se quedó recapacitando y luego hizo un chasquido con la lengua.

— No se de donde sacas esas teorías, pero ahora que lo dices, tiene un poco de sentido. La persona que lo haya hecho usa esos órganos para venderlos o...— La otra opción la estremecía.— Comerlos.

My WeaknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora