Las calles de Seward estaban invadidas por el frío y la niebla, Jason iba caminando con la Manada, habían salido del estacionamiento. Cada cual se iba transformando e iba recorriendo su zona. Al final quedó Jason, Scar y Sam quien estaba ya cambiado y andaba en cerca del Alfa.
Jason andaba medio nervioso, necesitaba fumar pero no lo hacía por Scarlett.
— Ja, me llevaré a Sam a recorrer.
— Es peligroso Nena, apenas empiezas.— Scarlett río y negó.
— Puedo acompañarlo, no le pasará nada. Confía en mí ¿si?— Se paró delante de él y escondió sus deseos en el cabello de Jason. Le acariciaba el pelo y le sonreía, él la abrazó de la cintura y le robó un fugaz beso.
—Okey, vayan.
La soltó y ella comenzó a correr. Su cabello estaba atado en una coleta y sus curvas acariciaban la noche mientras se perdía en las tinieblas de la ciudad junto a Sam.
Scarlett caminaba al lado del perro enorme, no se podía transformar hasta que el corte no esté bien. Estaban recorriendo una zona costera que estaba del otro extremo de la ciudad. Sam andaba olfateando y revolvía algunas cosas del puerto. Llegaron hasta el muelle y ambos se quedaron mirando la noche que se abrazaba con el mar.
— Vaya, pero si es la perra apuñalada.— Dijo Mazon detrás de ella.
Scar se dió la vuelta y Sam apenas verlo se descontrolo, Scarlett lo agarró del pelaje y lo detuvo, aunque tenía ganas de soltarlo para que destruya al pelado de ojos mieles que estaba parado ahí.
— ¿Qué quieres?— Preguntó cortante.
—Yo nada, no se que carajos ve Tony de especial en una perra que se anda revolcando con los Alfas, pero bueno.— Levantó los hombros y los bajó salvajemente. — En fin, él me mandó a vigilarte para que estés bien. Aunque no creo que sea necesario, el posesivo de Jason cuida bien sus cosas y...— La recorrió con la mirada.— El contenido del envase.— Jamás había sentido tantos asco como en aquél momento.
— Si, dile que estoy bien y que si más personas siguen muriendo, me encargaré de quitarle la cabeza.— Sonrió al final de esas palabras. Mazon río y apoyó sus manos en su panza en forma de carcajada.
—No sabía que las perras eran graciosas, es la primera vez que lo escucho.— Miró a Sam.— Aww... Tu hijo es muy tierno, ¿qué edad tiene?— Se burló mientras acercaba su mano para acariciarlo pero Sam lo mordió.
—Eso, bueno creo que ya acabamos, adiós.
Iban a empezar a caminar a la dirección contraria, pero Mazon se interpuso en su camino.
—Yo digo si se acabó o no. Al diablo con Tony.
Mazon golpeó a Sam y al usar toda su fuerza en su puño hizo que Sam cayera al agua. Scar se enojó, se abalanzó hacia él y comenzó a golpearlo, obviamente Mazon también se la devolvía pero era piña va, piña viene.
—Maldita perra.
Le jaló el cabello y la tiró al suelo, se subió encima de ella, dándole golpes. Scarlett se aferra bien a la cintura de aquél hombre, se da la vuelta y es ella quien termina encima golpeándolo.
—Maldito hijo de puta, golpeas como mi abuela.
— Sirves para coger, pero peleas como mi hermana.— La dió vuelta y le pegó una cachetada.
— ¿Por qué no te vas a la concha de tu madre?.— Le pateó el entrepierna y Mazon cayó al suelo con cara de dolor.— Eso es por Sam.— Lo pateó en el estómago.— Por la casa que ni siquiera era mía pendejo.— Le agarró la cabeza y lo miró.— Y esto por herirme.— Le azotó la cara contra la madera del muelle y comenzó a sangrar.
—Las señoritas no dicen groserías.— Escupió sangre. Se puso de pie con dificultad y Scar retrocedió.— Ahora me toca a mí.
La golpeó en el pecho y eso hizo que cayera al agua, salió a la superficie y Mazon se había ido. Empezó a buscar a Sam y lo vio nadando como perro, se acercó a él y se apoyó en su pelaje que ahora era una esponja absorbente.
—¿Estas bien Sam?— El Licántropo le pasó la lengua por la frente y ella le acarició el cuello. — Vamos, Jason debe estar esperándonos.
Salieron del mar y la ropa de Scar destilaba agua salada, Sam se sacudió y parecía un oso con la cantidad de cabello esponjoso que le quedó. Volvieron al camino y Scar se cruzó de brazos. Si antes hacía frío, ahora que estaba mojada era peor. Temblaba al caminar y no sentía los dedos ni la piel de lo helada que estaba.
Llegaron a donde estaba su Alfa y Jason no lo podía creer.
—¿Estas bien Scar?¿Qué les pasó?¿Estás herida?¿Te duele algo? ¡Habla!
— Es una larga historia, sólo que ahora no puedo pensar porque tengo frío y mi ropa está toda mojada.— Dijo suave. Miró a Sam y este estornudó.
—Ven, súbete al Jeep y quédate ahí.— Ella asintió.
Se dirigieron al estacionamiento donde habían dejado el Jeep blanco y al llegar, los tres se subieron, Sam en el baúl, Jason en el piloto y Scar en el copiloto. El muchacho encendió la calefacción, le pasó su abrigo a su compañera y ella se cubrió.
— Estábamos en el muelle, Mazon apareció, discutimos, nos golpeó y caimos al agua. Sam me ayudó y ambos fuimos contigo.
—Donde te vuelva a tocar o hacerte apenas un roce, te juro que lo mataré. — Dijo furioso. Era capaz de hacer lo que sea para cuidarla y mantenerla a salvo junto a él.
Scar apoyó su mano fría en su mejilla, lo miró y sonrió.
—Tranquilo, oye. Estás conmigo, a mi nunca me pasará nada y mucho menos si estoy en tus brazos Jason. Lo sabés. Estoy bien, enserio. Ahora hay que preocuparnos por Sam, se puede resfriar y no quiero que se enferme.— Miró el baúl pero Jason le sostuvo el rostro e hizo que lo mirara. Pasó su dedo pulgar por los carnosos labios de su compañera y no dejaba de mirarlos.
— A veces pienso que soy muy afortunado de tenerte a mi lado. Aunque soy muy idiota para estar contigo.
— Callate, no digas patranias. Ahora correte que tengo frío.
Él sonrió, ella colocó sus piernas en los costados del cuerpo de Jason y se apoyó en su pecho, él la abrazó y apoyó su cabeza en la joven.
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My Weakness
Про оборотнейLos ojos de Jason sobre su cuerpo, la ponían nerviosa, lo suficiente como para hacerla temblar. Jamás había estado con un hombre así. Si se podía llamar hombre a Jason Marchrest. -Gracias por....salvarme- dijo algo asustada. Jason acomodó un mechón...