My Weakness

Capítulo 19

 Scarlett frenó de golpe y se subió a la banquina. Cerró los ojos y golpeó el volante con brusquedad.

Siempre pensó que era hija única que ella era la última de los Johansson, pero al parecer se equivocó.

— ¿Qué dijiste?— Preguntó con enojo y algo de incertidumbre.

—Que yo soy tu hermana Scarlett.— Una lágrima se resbaló por la mejilla de Samantha y le humedecio la piel.— Cuando era niña mamá y papá no sabían cómo mantenerme, nos abundaba la pobreza. Mi padre no me podía ver así, entonces me vendió a una familia pesquera que era de Seward. Ellos hicieron los papeles y todo, yo tengo el apellido Gobris pero mi sangre siempre fue Johansson. Cuando a papá le empezaron a pagar y a salir adelante, ellos te tuvieron a ti e intentaron que regresara pero mi padre adoptivo me amaba demasiado como para dejarme ir. Cuando tenías 16 dejaste sola a mamá y le prometí que te encontraría, que te haría entrar en razón para volver pero no se a donde fuiste y entonces dejé de buscarte.— Scarlett la miró con enojo.— Ahora estás de nuevo aquí conmigo y eres la única familia que me queda.

—¿Por qué no me lo dijiste antes Sam? ¿Por qué?— Sus ojos se inundaron de lágrimas y estas comenzaron a resbalar por sus mejillas.

— Porque tenía miedo de pensar en cómo reaccionarias, se que es difícil Scar, pero entiéndeme.

— Yo te entiendo, sólo que...— La miró débil y cerró el puño.— Para empezar dejaremos de llorar, parecemos ridículas, luego nos calmaremos y charlaremos.

— Pero la investigación...

—¡Al diablo con la maldita investigación!— Gritó frustrada. Suspiró y se intentó calmar. — Volviendo al tema. Esta bien que me lo hayas dicho, pero me tomaste por sorpresa. Entiendo que estás preocupada porque somos las últimas dos Johansson que hay, ya que nuestros padres no tenían hermanos. Ahora, vamos a aclarar. La casa la compré yo para no venderla y que nuestro apellido siguiera en nuestras cosas, pero si quieres te doy la casa a tí para que puedas hacer lo que quieras, después de todo eres la mayor y...— Samantha apoyó su mano sobre la de Scarlett y la miró a los ojos.

— Yo ya tengo casa, yo estoy casada y no puedo pedir más de lo que tengo. Quédate con esa casa, me gustaría que te quedarás cerca de mi, no importa si estamos a 4 horas de viaje, pero lo bueno es que te encontré.— Scar asintió.— Estaba hablando con mi esposo sobre pagarte la mudanza a tí para que no pierdas más dinero y mientras la casa se arregla, que te quedes a vivir conmigo.— Sonrió.

— Me encantaría Sam pero ahora el gobierno me da una casa gratis y toda la huevada, así que no te preocupes. El tema de la mudanza déjalo, me manejó yo, no te preocupes.— Se formó un silencio pero ambas se miraban con felicidad y ternura.—¿Hermanas?

Scarlett estiró su meñique de la mano izquierda, Samantha la miró y luego observó el meñique. Extendió su dedo y los entrelazaron.

—Hermanas.

Scarlett volvió a conducir y llegaron al bosque de los Duendes. Estaba llenó de gente que hacía un picnic, parejas, familias, ancianos, etc. Ambas se miraron con frustración.

— Diablos, está llenó.— Dijo Samantha mientras se mordía el labio.

— No te preocupes, de eso me encargo yo.—Se bajaron de la patrulla y antes de bajar Scar apretó el botón de la sirena y sacó su placa.— Está ahora es parte de la investigación, es zona policial, así que me gustaría que levanten sus cosas y salgan por el camino hacia el estacionamiento. Él que no obedezca, será enviado a la oficina para interrogar, ya es un sospechoso. Muchas gracias.

La gente comenzó a salir rápido, nadie se quería quedar para ser enviada a la comisaría y terminar en un lío. Al despejarse, ambas comenzaron a caminar.

—Y, ¿a dónde te habías ido después de haberte alejado de mamá?— Le extendió la mano a su hermana para que la ayudará a bajar de la pequeña colina que había en el lugar. Scarlett la aceptó y la ayudó para seguir caminando.

— Me había ido a vivir con mi novio Chase, me gustaba demasiado y decidimos juntarnos. Era un chico malo y yo una niña ingenua que gracias a mi inocencia soy mejor persona de lo que era antes.

Era cierto. Una de las tantas cosas por las cuales se había enamorado de Chase era de su rol como chico malo, le salía bastante bien y siempre metía a Scarlett en problemas, pero a ella le gustaba.

—¿Dejaste a mamá por un chico que ahora ni siquiera ves?— Preguntó Samantha casi gritando.

— Si lo veo, pero no con los mismos ojos de antes.— Corrió una rama y al soltarla, Sam la agarró enseguida para que no le pegara en la cara.

— Y, ¿ahora? ¿a quién tienes ahora Scarlett?

Scar se dió vuelta y quedaron frente a frente, su respiración se volvió pesada y comenzó a mover sus manos en señal de nerviosismo.

—Ahora estoy sola, hace unos días corté con Peter porque me estaba siendo infiel, William está conmigo pero siempre hay problemas cuando nos vemos y es algo complicado. Ahora tengo una hermana que jamás me había enterado que existía y ahora resulta que estoy parada frente a ella.— Se formó un silencio.— Sigo estando sola.

—¿Quién es William?

—El que me dio casa, un techo, un plato de comida, término de criarme y mi ex suegro pero me gusta más llamarlo Papá porque es como el padre que nunca tuve porque mi verdadero padre está enterrado a doscientos metros bajo tierra.— Pegó la vuelta sobre su talón y siguió caminando.

— Scar, lo lamento ¿okey? Yo sólo...— Sus palabras se detuvieron por un momento al caer en un pozo. Estaba llenó de hojas como las que habían encontrado en el cuerpo de Stan Smith, el olor era el mismo y la tierra de los costados estaba fría.

—Samantha.— Scarlett se agachó para mirarla bien.— Diablos Sam, te sacaré de ahí.

—Si...— Miro su ropa toda llena de tierra y algo de sangre.— Tómate tu tiempo.

Scarlett fue por una rama, lo llevó hasta el pozo y se le estiró a Samantha. Ella lo agarró con ambas manos y Scarlett jaló del palo con todas sus fuerzas para sacarla de ahí.