Capitulo 47

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Habían golpeado a William hasta dejarlo inconsciente, tomaron a Scarlett y se la llevaron.

Steven y Max habían sido dormidos por unos dardos cuando estaban dejando los cuerpos a un lado del muelle.

Los dos licántropos que salieron detrás de Ben, aparecieron de repente.

— Señor, fuimos engañados.— Dijo uno. Tony río, se hizo a un lado y dejó a Scar a la vista.

— No me digan, manga de inútiles.— Se acercó y les pegó una cachetada a cada uno.— Mandenlos a ejecutar. No me sirven.

Dos de los guardias, los agarraron y se los llevaron. La mirada de Tony se posó en Dirkjan, Samuel y Óscar quién lo miraban con odio.

— En cuanto a ustedes. Llevenselos al calabozo, aseguren bien todo y no los dejen salir, yo sé con qué clase de perros trató. Ahora.— Hizo círculos con su dedo índice y algunos los fueron a encerrar.

El camión estaba esperando afuera, la manada junto a Ben estaban jugando a las apuestas en la parte de atrás, así que estarían entretenidos.

— Calabozo. ¿Quien usa esa palabra? Estamos en el siglo XXI.— Se quejó Samuel.

Óscar suspiró y apoyó su cabeza entre las rejas. Dirkjan estaba sentado en el suelo y Samuel miraba hacia afuera por una ventana que daba vista al océano.

El lugar estaba helado, pero eso no les importaba.

— El plan se fue al carajo.— Se quejó Óscar, le dió un cabezazo a la reja y suspiró.

— Encima, no puedo apretar el botón, sino volamos todos a la mierda.— Agregó Dirkjan.

Sam comenzó a olfatear y algo peculiar hizo que sus sentidos estuvieran atentos. Jason lo miró raro y se acercó a él.

—¿Qué encontraste Sam?— Le preguntó con cara de duda. Sam lo miró a los ojos y supo enseguida de quién se trataba.— ¿Dondé está Scarlett?

Tony estaba sentado en una silla que daba vista a la camilla donde estaba Scarlett. Tenía sus manos atadas a la parte de arriba y sus pies estaban amarrados en cada esquina. Estaba con un sostén color negro y unas bragas grises. Su cuerpo se congelaba por el frío de aquél salón y su piel estaba erizada. Intentaba luchar con tal de escapar, no quería pasar por el plan de Tony.

— ¿Qué pasa Scar? ¿No te gusta estar en el lugar de la presa?— Sonrió con malicia. Sacó un puro de su bolsillo izquierdo y lo prendió.— Este de seguro te gustará, tiene el olor a Jason.— Río. Se paró y caminó hasta la camilla, le acercó el puro a Scarlett y ella probó una pitada.

— Vete a la mierda.— Humo salió de su boca y Tony le pegó una cachetada haciendo que su rostro mirara para el lado derecho.

— Compórtate perra.— Se alejó y se volvió a sentar.— A mi me hablas con respeto.

— Eres una mierda, eres una porquería maldito Chihuahua. ¡Te crees un licántropo cuando en realidad eres un asqueroso caniche callejero!— Término de gritar y trató de calmar su respiración.

—¿Terminaste?— Le preguntó Tony, anarco su ceja izquierda y esperó su respuesta.

— Si, ya terminé. — Contestó mal. El licántropo se paró, puso sus piernas a los costados de la camilla y se sentó sobre Scar. Se sacó el puro de la boca, lo llevo a su vientre y la quemó. Scarlett​ gritaba con dolor y se movía brutalmente con tal de salir.

— No lo diré una próxima vez, ¿me oíste?— Le pegó otra cachetada.— Te hice una pregunta zorra.

— Si, si oí.— Contestó enseguida. Tony asintió y salió de encima de ella para agarrar un encendedor y volvió a prenderse el habano. Se volvió a sentar y a disfrutar de la vista que tenía desde ahí.

— Dime Scar, ¿cual es mi plan?— Ella lo miró y sus ojos chocolate oscuro le daban asco.— Sé que sabes lo que haré. Sólo quiero escucharlo de tus labios.

Las manos de Scarlett se aferraron más a la soga que la tenía atada, tragó saliva y habló.

— Esclavizaras a todas las Manadas de Alaska. Llamarás la atención de los Milians y cuando ellos vengan los matarás para ser el líder de todas las Jaurías.— Tony asintió. Aplaudió tres veces con silencios y exhaló el humo por la nariz.

— Y, ¿qué haré contigo?— Se sacó el habano y sonrió mostrando sus dientes.

— Primero me usarás para crear una nueva especie, hijos de dos licántropos, para obtener generaciones más poderosas y cuando ya no te sea útil, con mi sangre podrás traer más mujeres Licántropo. Es por eso que me necesitas.

— Sabía que eras inteligente pero no sé si era para tanto.— Río.

— Igual tu plan se hechó a perder, porque no soy una Licántropo, soy una cucaracha humana.

Tony se la quedó mirando por unos minutos. Comenzó a mirar la herida y no estaba cerrada, no se había curado, pero quizás ella lo controlaba.

— Eres mala para mentir perrita.

— Es cierto, soy humana.— Le dijo con una expresión de seriedad. Tony tiró el habano al suelo y lo piso, se paró al lado de la camilla y apoyó sus manos en los fierros de al costado.— Hazme un favor, cortame.

Se quedó pensando por un rato y quizás era cierto.

— Quédate aquí, voy por un cuchillo.

Se fue del salón y Scar comenzó a moverse, las sogas estaban bien atadas y le ajustaban mucho.

Sus muñecas sangraban un poco pero lo que quería era salir de ahí. <<Se mujer.>> Y gracias a ese pensamiento, encogió más su mano derecha y la sacó, la sacudió un poco, desató la otra y luego continúo con sus pies.

Al salir, agarró su campera y se la puso, agradeció el pequeño calor que tenía su abrigo y ya el frío no lo sentía tan invasor.

Comenzó a correr hacía la salida, al abrir la puerta un ojos rojo armado le apuntó, pero sabía que ellos no la podían dañar ya que seguían las reglas de Tony. Levantó las manos y cuando se acercó, le pegó en la entrepierna y este cayó, no alcanzo a tomar el arma ya que Emmanuel le pegó de atrás en la cabeza, haciendo que Scar cayera al suelo.

Jason juntó a toda la manada y se encontraron con el camión de Dirkjan. Sam había olfateado el olor de Scar y terminaba en el camión.

El Alfa tocó la parte de atrás y se abrió.

— Jason.— Dijo Ben algo asombrado. Todos miraron al Alfa y él hizo un gesto con la mano en forma de saludo.—¿Qué te trae por aquí?

— Sam olió el perfume de Scar que salía de este camión.— Lo miró de arriba a bajo.—¿Qué diablos haces con la ropa de Scar?

— Yo...— Se miró.— Puedo explicarlo.

William se despertó, estaba en una celda y se encontraba con cadenas en sus pies. Todo su cuerpo estaba golpeado y no podía moverse mucho por el dolor de sus músculos.

<<Scar, mi princesa.>> Pensó. Se alteró y empezó hacer fuerza para poder salir. Se transformó y sacó sus patas traseras de las cadenas, ya era libre. Con sus dientes mordía los fierros y se movía salvajemente, necesitaba salir urgente.

Tres ojos rojos lo vieron y se detuvieron frente a su celda.

— Mira Mike, es William.— Se burló uno. Se agachó para verlo mejor y cuando metió su mano derecha, Will casi se la arranca.

— Déjalo Marcus, no pierdas tu tiempo con perros.

— Emmanuel pierde su tiempo con perros y yo no digo nada.— Río. Los tres siguieron caminando y Will seguía intentando.

— ¿Ósea que Scarlett está ahí adentro con Tony y la manada?— Ben asintió​.

— Ella quería que no te dijéramos nada porque te conocía bien.— Jason llevó sus manos a su rostro y suspiró.

— Tenemos que entrar a salvarlos. Debieron haber llegado hace...— El licántropo Irlandés miró su reloj.—...Hace una hora.

— Ya está decidido, nueva misión.— Jason se paró con su manada.— Rescatar a Scarlett.

My WeaknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora