Jason se acercó a ella y colocó un mechón detrás de su oreja izquierda, la miró con preocupación y algo de sorpresa. <<¿No se lo debería preguntar yo?>> Pensó algo decepcionado de sí mismo. Acarició la mejilla de la joven y Scar se apoyó en su mano para sentir más su tacto.
—No Scar, no quiero tener algo contigo.— Iba a seguir pero Scar se apartó de él enseguida y sólo lo miró con decepción, sus ojos se aguaron y una lágrima le cayó por la mejilla.
—Yo pensé otra cosa.
—Pero no...
—Ya déjalo ahí Jason.— Lo empujó hacía atrás y se bajó de la mesada, caminó hacia la puerta y desapareció en el bosque.
Comenzó a quitarse la ropa, al quedar completamente sin nada, en la corrida se transformó y no dejaba de mirar hacia adelante.
Su Licántropo estaba más dolida que Scar y lágrimas comenzaron a salir de los ojos de la bestia. Sus patas estaban en contacto con el pasto seco y su pelaje blanco brillaba ante los rayos del sol.
No quería saber nada con nadie, ni siquiera quería volver, solo necesitaba pensar.
Jason estaba parado en la puerta observando el lugar donde Scar había desaparecido.
—Diablos, no me dejó terminar.— Se frotó el cabello con frustración.— Scar es perfecta, es una gran mujer, hermano se que nos tiene loco a ambos pero es muy terca.— Le hablaba a su Licántropo interior, quien había elegido a Scar como su luna.
Habían pasado dos horas y Scar no llegaba a la casa. Jason no quería ir a buscarla por una cuestión de respeto hacia su espacio y su privacidad. Los chicos llegaron y comenzaron a bajar las cosas del Jeep, habían ido a comprar y a ver que pasaba en la ciudad.
—Hola Jefe.— Dijo Logan con una sonrisa. Llevaba cuatro bolsas en cada mano, atrás estaba Ángel con dos cajas grandes, luego Sam con una caja y Scott con las llaves del Jeep.
Comenzaron a ordenar la mercadería en donde va y Jason todavía seguía pensando en Scar. <<¿Y si se fue para siempre?¿Y si Emmanuel la lastima?>> Varios pensamientos entraron en su cabeza y cada vez lo preocupaba más.
—¿Y Scarlett?— Preguntó Sam mientras dejaba la caja sobre la mesa para ya empezar a sacar y a guardar.
—Ella se fue.— Susurró eso lo suficientemente alto como para que todos escucharan. Al decir esas palabras, todos dejaron de hacer lo que hacían y se fijaron en Jason.
—¿Cómo que se fue?— Preguntó Ángel mientras se cruzaba de brazos. Jason se frotó el cabello con nerviosismo, necesitaba fumar, estaba muy desesperado.
—Si, bueno. Ella me hizo una pregunta, yo le contesté y se fue.
—¿Qué clase de pregunta Jefe?— Logan se apoyó en el marco de la puerta y colocó sus manos en sus bolsillos.
—Una pregunta, ya sabes. Una pregunta muy importante y...— Scott lo interrumpió mientras se frotaba los ojos.
—Una pregunta que tenga que ver con que estén juntos.— Jason asintió mientras miraba sus pies.— Si, ahora entiendo porque se fue.
Se creó un silencio. Todos conocían bien a Jason, lo suficiente como para saber que esa clase de preguntas, no se le puede hacer. Los chicos volvieron a lo suyo y Jason aún estaba en shock, intentando entenderse así mismo.
El hambre invadió su cuerpo y eso la obligó a sacar su instinto cazador. Sus ojos y su olfato se fijaron en un conejo que comía plantas. El animal movía su nariz y con sus pequeñas patitas agarraba la hoja, era muy tierno pero Scar lo veía como un almuerzo. Se escondió entre unos arbustos y lo observaba con atención. Pisó una rama y el conejo marrón levantó sus largas orejas para escuchar mejor, la Licántropo se movió, yendo al lugar contrario y saltó hacia el conejo, lo agarró del cuello y lo sacudió para que muriera, cosa que eso pasó. No sé lo comió, se lo tragó, haciendo que su estómago quedará satisfecho y su hambre se desvaneciera. Tenía el hocico lleno de sangre y un poco alrededor de su ojo, ya que algunas venas al ser cortadas derramaron el líquido por todos lados. La Licántropo se dirigió al agua, comenzó a escuchar el sonido de las olas chocar contra las rocas del acantilado.
Llegó al lugar y al mirar hacia abajo, volvió a su forma humana y se paró. Observó bien y al lado del acantilado estaba la playa, el agua bailaba entre la arena dorada y la espuma de las olas le daban un fino toque al lugar. <<Vamos, hazlo, salta.>> Le dijo una voz en su interior. Ella se abalanzó y saltó hacia el agua salada, al hacerlo unió sus manos y se hizo una entrada en el agua.
Salió a la superficie y una sonrisa apareció en su rostro.
Jamás había sentido tanta vida como aquel momento, su cabello negro brillo al tener contacto con la luz del sol y las gotas de agua salada acariciaba su piel. Se fue hasta la arena y se acostó boca arriba teniendo una vista panorámica del cielo que ahora estaba despejado. Una fina ola le besó los pies y el mar le llegaba hasta las manos. Un suspiró salió de su boca y se puso a pensar en Jason.
— Quizás no era su luna realmente.— Se dijo así misma, mientras se sentaba y acariciaba su largo cabello.— Tengo que volver, no puedo dejar así las cosas.
Se paró, miró el infinito océano y se transformó volviéndose una Licántropo. Se adentró en el bosque y se dirigió hacia la cabaña.
Estaba anocheciendo y la neblina no tardaría en llegar, sus pies ya estaban cansados de tanto correr y su cuerpo ya se había adaptado a su forma animal. Habían pasado cuatro horas y ella no paraba de correr, la noche se hizo presente y puso su visión inflarroja para poder observar mejor.
Estaba a unos cuarenta pasos de la cabaña, cuando ve algo que la hace frenar. Jason estaba parado sosteniendo una manta y un ramo de rosas negras. Llevaba una chaqueta de cuero negra y el frío no se sentía.
Scar se transformó y se acercó a él, Jason no dejaba de mirarla a los ojos, aunque a veces quería bajar la vista y recorrerla mejor, pero no lo hizo. Scarlett agarró la manta y se cubrió con ella, se quedó callada sin decir nada.
—Te traje estas, las pinte de negro porque convinan con tu cabello.
—¿Me regalas flores?— Las agarró con algo de asombro pero no lo demostró.— Wow...Eso es...Tierno de tu parte.
—Escucha Scar, yo...
—Creo que no hay nada de qué hablar, ya olvídalo.— Iba a empezar a caminar pero Jason se paró frente a ella.
— Déjame terminar.
—Ya dijiste suficiente Jason.— Se corrió y comenzó a caminar hacia la casa, pero la voz de Jason la detuvo.
—No quiero estar contigo porque no quiero ser solo tu compañero.— Scar se dió la vuelta y lo miró.— Tu me gustas, ¿ok? No, no me gustas, me encantas. Yo soy un idiota, ¿esta bien? Te discutía para llamar tu atención.— Se puso nervioso, jamás había dicho tanta estupidez a la vez.— Eres hermosa, eres agradable, eres terca y testaruda, pero eres perfecta para este idiota. Yo te quiero Scarlett. Mierda, si que te quiero. Pero igual no importa eso, estoy bien estando contigo como sea en pareja, en la friendzone, como sea pero estoy contigo y eso es lo que me importa.— Se formó un silencio y Scar estaba en shock. No podía pensar bien.—Yo te quiero.
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My Weakness
WerewolfLos ojos de Jason sobre su cuerpo, la ponían nerviosa, lo suficiente como para hacerla temblar. Jamás había estado con un hombre así. Si se podía llamar hombre a Jason Marchrest. -Gracias por....salvarme- dijo algo asustada. Jason acomodó un mechón...