Capítulo 13

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Al llegar al cementerio, un vacío se hizo presente frente a ella. Estaban todas las cruces blancas clavadas en el suelo. Comenzó a caminar y recordó cuando su madre la llevaba a ese lugar a visitar a su padre.

Su sonrisa era solo para Scarlett, sus ojos brillaban al verla y la amaba con todo el amor que una madre le daría a sus hijos. Después de la muerte de su esposo, la madre de Scar no se juntó con nadie más y solo se dedicó al trabajo, a la casa y a su hija.

Scarlett recordó la posición y se dirigió a la estaca de apellido Johansson.

Marshall Brinton Johansson

Elizabeth Merlina de Johansson

Se arrodilló sobre la tumba de sus padres y comenzó a llorar. Había quedado sola, sus familiares directos se habían ido y solo le quedaba William y la Manada.

Se quitó el collar de su padre y lo colgó del lado izquierdo de la Cruz, luego se quitó el anillo de casados de su madre y lo coloqué sobre el lado derecho de la Cruz.

Se paró y no aguantó más, así que solo se fue a Seward. Se quedó pensando en la venta de la casa.

En Washington ya no tenía nada, Peter la había dejado, alquilaba un departamento que aumentaba todo los meses, tenía trabajó en todo Estados Unidos ya que estaba en el registro de Criminólogos, así que tendría trabajo en cualquier oficina de su país, no se podía transformar ya que estaba en plena ciudad y la soledad era algo que le hacía falta hace tiempo. Tenía demasiado dinero reunido en la cuenta bancaria, así que no sería problema. Compraría la casa de sus padres para tener algo de ella en su pueblo Natal.

Al caer la noche, Scarlett se fue a ver a Mazon Crossox en el barrio privado donde le dijo el fortachón de Henry.

Al entrar mostró su placa a los guardias.

— Busco a Mazon Crossox, ¿qué casa?

— Oficial.— Hizo un policía tocándose la gorra en forma de saludo.— Casa 36, calle 8 y si necesita algo, solo avisé.

— Sí Oficial. Gracias.— Guardo la placa y se dirigió a la dirección donde vivía ese tal Mazon.

El barrio era verde y estaba decorado con colores alegres, la plaza era grande y estaba repleta de niños. Llegó a la casa 36 y está era enorme, dos pisos y terraza, garage y un gran jardín.

Tocó el timbre y no se escucho nada. Tocó otra vez y nada. Suspiró, transformó su mano derecha en la pata de Lobo y sacó una garra, la metió en la cerradura y la abrió, volvió su mano a la normalidad y empujo la puerta. Comenzó a observar la casa, había un olor abundante a perro mojado completamente asqueroso. Había basura al lado del sofá estropeado, las moscas estaban volando arriba de los platos sucios y el frío era matador.

Cómo lo supuso. Un callejero. Lo supo por el olor, la suciedad y que son tan calientes que no necesitan calefacción.

<<Quizás tenga algo que ver con las muertes.>> Pensó Scarlett. Entró en una habitación y prendió la luz, la cama tenía manchas de transpiración, estaba algo rota por las veces que han saltado en el colchón. La almohada estaba mojada, al lado del velador encontró una cajetilla de cigarrillos y un encendedor rojo. Miró el cesto de basura y estaba lleno de preservativos usados. <<Sí, definitivamente es un callejero.>>

Siente que unos pasos en la casa y se esconde debajo de la cama desesperada. Estaba oscuro, así que prendió su teléfono y vio el cadáver de una mujer, estaba desnuda y su ropa estaba toda desgarrada, el olor a podrido le llegó al sistema olfativo y eso hizo que le dieran nauseas. Apagó la pantalla del celular y se quedó quieta. Unos pies descalzos se hicieron presentes, eran los de un hombre y llevaba un pantalón marrón que se arrastraba por el suelo.

— Vamos Oficial, se que estás ahí.— Era una voz gruesa y aterradora. Scarlett puso el cadáver de la joven sobre su cuerpo y lo dejó delante de ella, por si Mazon se agachaba a ver y eso fue lo que hizo, Scarlett cerró los ojos y se tapó la boca con las manos.— Eras tu preciosa.— Se paró y se dirigió a la cocina.

Scar salió de ahí abajo, sacó una bolsa y puso el encendedor, un cabello y le sacó una muestra de sangre al cadáver de la chica. Se dirigió a escondidas hacía la cocina, necesitaba algo más que pondría en sospecha a los posibles asesinos.

Mazon puso el celular sobre la mesada del comedor y se fue a abrir una cerveza. Ella corrió rápido y lo agarró. Los ojos mieles de Mazon la miraron y Scarlett comenzó a correr, se subió al móvil y comenzó a conducir hacia la salida.

Mazon era pelado y lleno de tatuajes en la cabeza, logró ver un tatuaje de la boca de un lobo y eso lo anotó en su cabeza para luego pasarlo a la libreta.

Llegó a la Oficina y se encontró con Samantha.

— Hola Samantha, tengo buenas noticias.

— Y yo también. Empieza tú.

Comenzó a sacar las cosas que había encontrado en la casa de Mazon, puso algunos datos en la pizarra y luego mandó la muestra de sangre al laboratorio.

— Bueno, pues Jason Marchrest es un sospechoso que se pasea por la ciudad, Mazon Crossox es un asesino. Quiero su historial y también quiero que investiguen la casa de la familia asesinada. — Se sentó en la silla azul y se apoyó en la espaldera para poder relajarse.—¿Qué encontraste tu?

— Bueno, inspeccionaron el cabello y se dieron cuenta de que es de un perro. Las muestras de sangre son de las víctimas pero hay una gota que no coincide, la mandaron a revisar y es de una persona que no está registrada en Alaska. Así que suponemos que este asesino, saca algunos órganos y el resto se los da a su perro, como quieras llamarlo.

— Mandé la sangre que encontré y el cabello al laboratorio, quizás ahí encuentren algo.

No le comento nada del teléfono porque eso ya sería asunto de Scarlett y no quería poner en riesgo a Samantha. Así que solo se fue a casa para darse una ducha, cenar una ensalada y revisar el celular.

My WeaknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora