Scarlett llegó a la Oficina, mostró su placa y entró en la sala principal. Estaba Samantha leyendo el diario, Scar besó su mejilla y ambas se dedicaron un 'hola'. La joven se sirvió una taza de café para mantenerla despierta, se había dormido tarde y se levantó temprano.
Samantha le tiró el periódico sobre la mesa y ella lo leyó.
Muerte por el asesino suelto, una familia de dos niñas, un niño y dos padres fueron asesinados cruelmente.
Ambas se miraron a los ojos. Se fueron a la patrulla que Scar tenía y se dirigieron a la casa donde ocurrió el asesinato.
Scarlett tuvo que prender la calefacción, hacía demasiado frío, Samantha sólo río. Al llegar estaba todo lleno de policías y la cinta policial de inspectores estaba por doquier. Al bajarse un Oficial de apellido Softrea se acercó a ellas. Su traje era azul petróleo, sus ojos verdes estaban puestos en ellas, su barba blanca era algo larga y Scar supuso que tenía canas en el pelo, pero no sabía si era cierta su teoría, ya que su gorra de oficial lo impedía.
— Qué tal señoritas, ¿qué puedo hacer por ustedes?— Preguntó con una sonrisa forzada. Scarlett sacó su placa.
— Un gusto, Oficial Scarlett Johansson, criminologa. Ella es mi compañera Samantha Gobris. Nos gustaría inspecciónar el lugar de los hechos y saber si los cuerpos fueron mandados al hospital para ser revisados.
El oficial río ante sus palabras, negó con la cabeza y luego la miró a los ojos mares que tenía.
— Y a mi me gustaría estar con tres mujeres a la vez. Miré Johansson, nosotros nos encargamos, además este trabajo no es para una mujer, aún me sigo preguntando por qué les dejaron a ustedes convertirse en oficiales, ahora larguense de mi vista.
Scarlett odiaba a los tipos así, a veces tenía ganas de cortarle las pelotas para que no se reproducieran, pero no lo hace por una cuestión de respeto hacia los derechos humanos.
Ella sólo asintió y agarró del brazo a Samantha para ir a la patrulla.
—¿Qué hacemos Scar? Estamos dejando un caso a la mitad.— Scarlett encendió el auto.
— Yo jamás dejo un caso sin resolver, además daremos la vuelta, estacionare el Móvil del otro lado y entraremos por detrás, nadie nos verá será fácil.— Dio la vuelta y estacionó frente a la casa de atrás del lugar donde ocurrió el asesinato.
Se metieron al patio y luego se fueron a la pared de atrás.
— Bien, ¿quién sube primero?— Preguntó Samantha algo feliz por la adrenalina del momento.
— Sube tú, cuando cruces, yo subiré atrás.
Inventaron un plan para la escalada, Scarlett se agachó, Samantha tomó carrera, le pisó la espalda y se colgó del paredón. Empezó a mover sus pies con desesperación y no lograba subirse.
— Ayúdame Scar.— Dijo en un susurró lo suficientemente alto como para que ella escuchará, le agarró las piernas y la empujó hacía el otro lado.
Ahora le tocaba a ella. Tomó carrera, al saltar, se agarró del paredón, movió sus pies hacía arriba quedó del otro lado, cayendo parada. Usó su fuerza sobrenatural para poder hacer eso, algunas cosas las usaba a su favor.
Entraron por la parte de atrás y unos policías de traje azul les pasaron por al lado, ellas miraron hacia otra dirección y las ignoraron.
—Ve a distraer aquel Guardia, yo tomaré unas fotos y pruebas. Pregúntale por los cuerpos de pasó.— Samantha asintió y se acercó al Oficial.
Este estaba serio y tenía una postura erguida. Le sacaba dos cabezas a la pobre Samantha, tenía una barba negra rasposa y una mirada perdida en sus ojos cafés.
Scarlett se acercó a la escena del crimen, sacó fotos con su celular, sacó su olfato animal y captó el olor a desodorante varonil con olor a perro mojado. Encontró un cabello rojo tirado en el suelo, lo metió en su boca y luego escupió, era de perro y tenía sabor a transpiración con vinagre. Lo guardó y con un hisopo tomó una muestra de sangre.
Hizo un chasquido con la lengua y Samantha dejó de distraer al guardia para irse las dos por la parte de adelante. El oficial machista de apellido Softrea, las vio y las miró con duda.
— Oigan ustedes.— Ambas se detuvieron y se miraron entre ellas.— ¿Qué hacen aquí? Les dije que se fueran.
— Lo lamento Oficial, es que a Scarlett se le cayó el teléfono cuando nos íbamos y volvimos a buscarlo.— Samantha se agachó, tiró su teléfono al suelo y luego lo levantó enseguida.— Ve, aquí está.
— Okey, ahora si. Váyanse y no vuelvan, y que no se les caiga nada.— Se fue enojado y ellas chocaron puños.
Se fueron al móvil e iban de camino a la Oficina.
— ¿Qué conseguiste?— Le preguntó Sam mientras miraba la hora en la pantalla del celular.
— Pelo, fotos y muestra de sangre, ¿a dónde están los cuerpos?
— La de los niños en el hospital y la de los padres, desaparecidos. Tendríamos que ir al hospital a verlos, quizás los hayan matado de forma diferente.
Scarlett negó. Habían solo ocho cuerpos en el hospital y esos ocho tenían las mismas características, todos iguales, la de los niños sería igual y los cuerpos de los padres desaparecidos sería una señal, así que no le llamó la atención a Scarlett. Le explicó el porqué a Samantha y llegaron a la Oficina, sacó la libreta y comenzaron a unir las piezas.
En eso, el cuaderno cayó y la página se quedó donde Scar había anotado el número de Jason. Otra pista.
Se acercó a Samantha para hablarle.
— ¿Sabes la dirección de este número?— Sam lo vio, agarro la libreta y se la llevó a los archivos.
En dos horas, ella volvió y le entregó un papel.
— Es de Jason Marchrest, vive en una Chacra llamada Laguna, a dos kilómetros de aquí.
— Excelente, lo iré a ver ahora.— Guardó todo y Samantha la detuvo.
— Espera, vamos a almorzar y luego te vas a verlo.
Aceptó eso, ya que tenía un poco de hambre. Se fueron a un McDonalds que estaba a dos cuadras de la Oficina.
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My Weakness
WerewolfLos ojos de Jason sobre su cuerpo, la ponían nerviosa, lo suficiente como para hacerla temblar. Jamás había estado con un hombre así. Si se podía llamar hombre a Jason Marchrest. -Gracias por....salvarme- dijo algo asustada. Jason acomodó un mechón...