Capítulo 37

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Habían enterrado a Chase y todos habían puesto su huella en la tierra con la que habían tapado el pozo. Los Alfas pusieron al final su pata derecha sobre la tierra, dejando la marca ahí.

Las dos manadas comenzaron a aullar, pidiéndole a la luna que nunca olvidará a su compañero.

Scarlett corría con furia y enojo, los árboles la camuflaban y por su mente pasaban los momentos que había compartido con Chase. La ira le invadió el cuerpo, fue entonces cuando se detuvo frente a un estanque, miró hacia arriba y la Luna la miraba. Comenzó a aullar y se escucharon los otros aullidos.

Volvió a su forma humana y comenzó a llorar, llevo sus rodillas a su pecho y abrazó sus piernas.

—¿Por qué?— Miró la blanca Luna con odio.— Él era un buen chico y te lo llevaste. ¡Todo esto es tu culpa!— Gritó cansada.

Miró el estanque y el agua brillaba ante la luz lunar. Se paró y se transformó, comenzó a correr sin rumbo.

Al llegar a una cueva, Scarlett se hecho y se largó a llover con todo. Sacó su hocico hacia afuera y las gotas le acariciaban la nariz. Un ruido la hizo mirar a su izquierda y se encontró con un oso y sus dos hijos.

La osa la miró a los ojos y ella solo parpadeó despacio. Volvió a su forma humana y se acercó a la madre de los osos.

—Que lindos que son.— Observó a los cachorros y sonrió.— Parece que eres una buena madre, ¿no es así?—Le acarició la cabeza y la osa se refregaba en la mano de la joven.— Tengo que irme.

Scar salió de aquella cueva y comenzó a correr desnuda en el bosque, su cabello se enredaba en algunas ramas, sus pies descalzos besaban la tierra y una sonrisa se formó en su rostro.

Entró a la casa sin hacer mucho ruido, al llegar a la habitación, se dirigía al baño pero una voz la detuvo.

— ¿En dónde estabas?— Le preguntó Jason. Él estaba sentado en la cama, en bóxers, con su mirada recorrió la espalda de su Luna y la miró detalladamente. Scar agarró un oso enorme de peluche y lo puso delante de ella para que le tapara los pechos y la zona V.

—Estaba corriendo.— Dijo algo intimidada. Aquél hombre la ponía nerviosa, claro. Si se podía llamar hombre a Jason Marchrest. Él se paró y se acercó a Scar.

—Y, ¿por qué no me lo dijiste? Hiciste lo mismo antes de ayer y terminaste abusada Scarlett, ¿qué parte es la que no entiendes?—Le dijo casi gritando. Scar estampó sus labios con los suyos y le dió un apasional beso.

—Entiendo todo, el problema es que me gusta meterme en problemas.— Jason miró la línea que separaba sus pechos y suspiró.

—Mmm...Lo noté. Ahora ve a bañarte y sal de ahí.— Jason se dio la vuelta pero Scar lo detuvo.

—Jason.

— ¿Qué?— La miró por sobre su hombro derecho.

—¿Me haces un favor?— Él se dió vuelta por completo y la miró extrañado. Scar se acercó a él, abrazó su cuello con un brazo y se acercó a su oído derecho.— Hazme tuya.

Jason se quedó sin palabras. Pensó que jamás se lo pediría y que tenían que esperar más tiempo. Su lobo interior saltaba de emoción y la loba de Scar estaba desesperada por unirse a su compañero.

Jason lo pensó, no era correcto hacerlo ahora porque sabía que no estaba listo para hacer el amor, cosa que nunca hizo. Se acercó a Scar y besó sus labios, ella le siguió el beso tan apasionado y al final él se separó un poco para poder hablar.

—No puedo, tengo miedo de lastimarte cuando pase y no se como hacer el amor.— Scar sonrió y negó, le dió un pico y lo volvió a besar.

—No te preocupes. Déjalo.— Se separó de él y caminó hacia el baño, dejó el oso a un lado y cerró la puerta.

Jason estaba apunto de darse la cabeza contra la pared.

<<Eres un idiota. Idiota, idiota.>> Se decía a sus adentros.

Se sentó y se frotó la nuca. Era un idiota por haber dejado escapar la oportunidad y había caído tarde. Se acostó y suspiró, necesitaba pensar en una próxima entrada. Cerró los ojos y cayó en los brazos de Morfeo.

La voz de su compañera lo despertó. Su cara era de susto y preocupación, Jason se sentó en la cama y la miró con duda. Ella llevaba una camisa blanca, unos shorts y andaba descalza, cosa que le encantaba, pero no era momento de observarla detalladamente. Su cabello negro estaba recogido en un rodete y sus ojos azules demostraban temor.

—Scar, ¿qué pasó? ¿estás herida?—Colocó un mechón de su cabello detrás de la oreja derecha de la jóven.

—Estoy preocupada Jason, fui hoy temprano al acantilado a ver a Chase. Comencé a escuchar ruido y cuando me di la vuelta ví a una chica rubia de ojos rojos parada frente a mi. La manada comenzó a perseguir la y cuando la fuí a seguir, ví a Tony abrazarla e irse.— Su voz era de preocupación, pero no por lo ocurrido, si no por lo que le podía llegar a pasar a Jason. Él beso la frente de la muchacha y le acarició la mejilla. Le hizo una seña para abrazarla, Scar se subió enzima de él, se acostó y Jason la abrazó.

—Calmate, despreocúpate. Yo me encargo de todo, nadie te lastimara.— Besó su frente y ella se escondió debajo de su cuello.— Tony, ni nadie te pondrá la mano encima.

—Okey.

Ese 'okey' no fue muy convincente para Jason. Sabía que Scar estaba asustada por lo que le pasaría. Scarlett se sienta sobre su miembro y Jason intentó ignorar la posición en la que estaban.

— ¿Cómo te sientes?— Le preguntó mimoso mientras le acariciaba la mejilla. Quería saber cómo estaba Scar en su primer día sin Chase. Sabía que él nunca podia reemplazar a Chase en el corazón de su compañera, así que decidió aceptarlo.

—Aun me duele.— Miró a su marcado torso y comenzó a trazar líneas en él.— Chase ya no está y eso me duele, pero me duele aún más el saber que Chase sólo fue el primero en morir.

My WeaknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora