My Weakness

Capítulo 28

Scarlett se puso nerviosa al verlo. Él la ponía tensa y un cosquilleo le corrió por la espina dorsal. Jason suspiró y se cruzó de brazos.

—Que sorpresa.— Se formó un silencio.

— Lo lamento, sé que tenía que decírtelo pero no pude. Sentí que debía defenderlos y eso hice...Bueno, eso hizo ella.— Intentaba mantener la calma y no salirse de control, sus manos le sudaban y le picaba la nuca de los nervios.

—Me lo hubieras dicho, no te costaba nada.

— ¿Sabes? Me levantaré de aquí y me iré. Al diablo mi herida, ya está cosida así que no me importa. Ahora me iré y saldré de esta casa, porque no soy aceptada completamente aquí, en ningún lugar. Además, siempre estamos discutiendo porque tú eres un patán, estúpido que no sabe algo más que decir pelotudeces.— Ella se quitó las sábanas, fue hasta donde estaba la ropa y se comenzó a vestir.

— No, tú no te vas. Ahora que Emmanuel y Alison te tienen bronca, no, es peligroso. Y para agregar, Tony está juntando un montón de personas para buscarte a ti y no lo permitiré...Bueno, él no lo quiere permitir.— Corrigió. Scarlett suspiró y se puso sus botas tres cuarto color mostaza.

—Tu lobo tendrá que buscar otra luna, porque está loba se va a hacer su vida normal. A la mierda la investigación. Fui apuñalada, prendieron fuego mis cosas y fui salvada por un Alfa que no sabe cómo tratar a una mujer.— Se terminó de vestir y bajó, Jason iba detrás de ella.

— Pero Nena, no tienes nada. Sólo ropa, ¿a donde irás?

— No lo sé. A cualquier lugar menos aquí, les agradezco todo lo que han hecho pero no.

— Dios, eres tan terca y sorda. Uno intenta cuidarte y tu 'Ni diji, mi iri a itri ligir'.— Le hizo burla y ella gruñó.— Él no te puede dejar ir, él está loco por ti y tu loba está loca por él. No se pueden ir.

— La decisión es mía y...— Logan se paró e interrumpió la discusión.

— Nos tienen hartos, a todos nosotros. Sus estúpidas peleas nos tienen cansados. Ahora está anocheciendo y nos iremos a la ciudad, los dejaremos solos. Destrocen todo, saquénse la mierda mientras no estamos, matense entre ustedes y dejense de joder, parecen dos pelotudos debatiendo football.— Todos se pararon, Logan agarró las llaves del Jeep y se fueron a la ciudad, dejándolos a los dos solos.

Jason no aguantó más y sacó un cigarrillo, lo prendió y le dio la primera pitada.

—Deja de fumar.— Ella le quitó el cigarrillo y lo tiró al lavaplatos, apagándolo.

— Déjame, no eres mi mamá.

— Si, es cierto. ¿Sabes qué? Matate, fumate cuarenta cajetillas y que tus pulmones se hagan mierda así solo tendré que enterrarte y ver como te pudres en el maldito infierno.— Dijo molesta. Jason río y negó.

— Tu otra tú no dice eso.

Era cierto, su Licántropo decía todo lo contrario. Si se moría él, su Loba moría con su pareja y quizás también matándola a ella.

— Ay, cállate.

—¿Sabes qué? Los otros ya se demostraron cariño, ¿por qué no lo demostramos nosotros?— Scarlett lo miró mal.

<<Este loco de mierda.>> Pensó mientras ponía cara de asco.

—No, porque ellos si se aman, ellos si se atraen y si se quieren. Además no discuten. Miranos a nosotros, damos pena, peleamos todo el tiempo, nos coqueteamos pero tú la cagas y no nos llevamos bien. Ay, no tengo porqué hablar con vos. Mejor me voy, tengo un largo camino que hacer y estoy perdiendo tiempo.— Comenzó a caminar hacia la salida y Jason la agarró del brazo.

— No, no puedo dejarte. Conozco bien al otro yo y sé que sería capaz de ir a buscarte, no la puede dejar ir y mi trabajo es ayudarlo a que su luna no se vaya.

— Suelta me.— Lo empujó.— Dile a tu otro tú que se consiga otra luna, además ella está acostumbrada a estar sola, tendrá que seguir así.

—No seas terca, escucha.— La agarró de los hombros e hizo que lo escuchará.

—No me toques, no te quiero escuchar.— Lo empujo, él la agarró de la cintura y la pegó a su cuerpo.— Suelta me.

— No.

— Jason, suelta me. Te golpeare y te dolerá.— Lo amenazó. Jason sonrió e hizo una leve risa. Ella le pegó en la cara y él la soltó.— Te lo dije enfermo.

Se miraron por un largo tiempo y el deseo no aguantó más.

— Mierda.— Dijo Scar.

Corrió a los brazos de Jason, enredó sus piernas en la cintura del muchacho y los brazos en su cuello.

Acercaron sus rostros y unieron labios con brusquedad. Sus lenguas estaban en una batalla campal, sus bocas estaban pegadas como imanes y su atracción hacia el otro crecía más. Los besos de Scarlett eran como la medicina que él necesitaba, ella completaba el espacio vacío que existía en su corazón. Los labios de Jason sabían a veneno y a dolor, a Scarlett le encantaba porque ahogaba todo lo malo en el veneno de aquellos labios que la volvían loca.

Jason la sentó en la mesada y le seguía el beso. Se separaron por falta de aire, pero luego continuaron con besos pequeños.

— Me tienes loco Nena.— Dijo con lujuria. Bajó hasta su cuello y comenzó a dejar un camino de besos en la sabrosa piel de la joven. Scarlett escondió sus dedos en el cabello del chico y le jaló el pelo con delicadeza.

—Tu me volviste loca Jason.— Elevó su cabeza hacia arriba y le aceptó las caricias. Jason llegó hasta la camisa y desabrochó los botones, dejando expuesta su lencería color piel que llevaba. Comenzó a bajar pero Scarlett lo detuvo.

—¿Qué te pasa?— Lo empujó y él no entendió nada.

—¿Qué? ¿qué hice ahora?

— Loco desquiciado, íbamos bien hasta que la tenías que cagar.— Comenzó a abrocharse la camisa.— Tengo que admitir que eres fantástico, un hombre perfecto pero eres un animal. No quería hacerlo ahora porque será solo sexo, no tenemos amor que darnos.— A Jason le costó aceptar su decisión, pero tenía que entenderla.

— Entiendo, pero bésame, bésame hasta que me quites las ganas de volver a besarte.

—Pero tus ganas de besarme son infinitas, nunca podré quitarte las ganas.

— Es por eso que te lo pido.