Be with you // Bradley Simpson

"Un año después"

Me hago una rápida coleta y salgo de casa. Josh se pone a correr a mi lado mientras Green Day suena en mis oídos. En dos meses me darán un coche, podré permitirme comprar un coche y estoy mas nerviosa de lo normal. Natalie se ha ofrecido ha dejarme el suyo para practicar, solo tengo que esperar a que vuelva hoy de su viaje. Ha pasado ya un año, un precioso y eterno año en el que me he hecho muy buena amiga de Jacob, Natalie se ha vuelto como mi mejor amiga en esta ciudad y esta a mi lado siempre que la necesito al igual que yo para ella. Sigo trabajando para Shelley pero me ha aconsejado que busque otro trabajo por si las moscas. Supongo que eso es una indirecta. Su hija mayor viene y querrá darle trabajo y con ello, despedirme a mi aun que no quiera. Por lo que me ha contado de su hija, no es tan eficiente como yo para trabajar. Así que, he hablado con mi tutor de este año para que me recomiende periódicos, así que, mañana por la tarde me acercaré a la ciudad.
Hoy vienen de sus vacaciones familiares, pero esta vez, han vuelto con su hijo y tengo muchas ganas de hablar con él, conocerlo. Supongo que será igual que su familia. Según lo que hablé ayer con ella, mañana celebrarán una fiesta de vuelta ya que su hermano estará por mas de un año en casa descansando mas o menos, así lo quieren celebrar y me quieren invitar, pero ya le dije que no me iba mucho ese estilo pero que para la próxima tal vez me una. Mañana ya tengo bastantes cosas que hacer, y entre ellas, ir a ver algún precio fijo para un coche.

Veo un montón de gente en la calle y paso entre los periodistas para poder entrar. Veo a lo lejos un grupo de chicos y puedo reconocerlos en cuestión de segundos. Mis piernas tiemblan de los nervios, pero necesito controlarme. Si me voy a dedicar al periodismo, tengo que controlarme, además, según lo que escuche, acaban de llegar, lo último que deben de querer es mas estrés. Me acerco a la barra y pido mi café.

-Cuanto jaleo eh – le digo cogiéndolo y soplando.

-Lo que tiene que vivan por aquí estos chavales – dice con un tono muy poco amable.

-No te gustan eh – afirmo.

-Quiero que venga gente, pero no tanta y de este tipo.

Lo entiendo, es normal. Yo tampoco las soporto y me alegro de no haber sido como ellas. El problema es que son insoportables, parecen unas bebes y algunas tiene pinta de tener mas años que yo. Debe ser un agobio para ella, y no quiero que se estrese mas.

-Yo te ayudo – digo sacando el móvil y entrando en mi twitter.

-¿Nadia? – escucho una voz y alzo la mirada y la veo. No ha cambiado, sigue tan guapa como la última vez – soy yo, Kristine – me dice animada y me levanto para darle dos besos. Era de esperar que estuvieran las novias. En ese momento se escuchan pequeños insultos procedentes de fuera.

-No les hagas caso – digo y miro mi móvil, twitteo algo para que se vallan y espero a que  haga reacción. No soporto usar mi poder del blog, pero no puedo soportar tanto alboroto en este sitio. Hablo cinco minutos con ella mientras las personas comienzan a irse hasta que decide volver a la mesa. Están todos menos Brad.

-Gracias querida, ahora vete que si no, llegarás tarde – me dice dándome el cambio del café.

Salgo y me dirijo a mi casa. Echo de menos a Natalie. Esta vez se ha ido el verano entero y parte de septiembre, y es muy aburrido estar tanto tiempo sola. Hace una semana y media que empecé mi segundo año universitario. He conseguido que me conocieran por varios periódicos, pero todavía no consigo llamar su atención. Cruzo la calle y me dirijo a la casa número 12. Me han encargado cuidar de Jessey y yo accedí rápidamente por que tampoco se llevan tan mal nuestros perros. La suelto un poco y me siento en su porche a revisar mi horario una vez mas. Todas las clases son por la mañana, y cuando el año pasado volvía a casa a las cinco, este año vuelvo a las dos. Veo desde su casa como los chicos salen de la cafetería y entran en los coches justo en ese momento se acerca un coche negro a la casa y para enfrente de esta. Jessey corre hacia este y sale Anne de el sonriéndome y saludándome con la mano. Una enorme felicidad recorre mi cuerpo cuando veo entonces salir a Natalie. Esta corre a mi y yo me levanto emocionada y la abrazo fuertemente.