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Me lancé al agua, estaba helada pero no me importó mucho. HoSeok comenzó a reír detrás de mi y cuando iba a girarme para quedar cara a cara, él me abrazo por la espalda. Mi cuerpo se calentó al sentir sus brazos rodear mi cintura. Él me pego a su cuerpo y comenzó a dar besos en mi cuello. Yo hice la cabeza a un lado para que tuviera mas acceso a mi cuello. Lamia, mordisqueaba y besaba mi piel. Me encanta la manera que lo hace, sabía justo donde hacerlo. Me giré para poder verlo a la cara, gotas de agua caían en su rostro por su mojado pelo. Él tenía los labios ligeramente abiertos, tan endomoniadamente sexy. No tarde mucho en juntar nuestros labios. Sus labios se movían lento sobre los míos. Entrelazamos nuestras manos, encajaban a la perfección, como si estuvieran hechas solamente para mi.

HoSeok rompió el beso y me miro directo a los ojos y sonrió. Me rodeo con sus brazos y me atrajo hacia el y volvió a besarme. Comenzó a bajar los besos a mi cuello y a explorar mi cuerpo con sus manos. Metio una de sus manos por dentro de mi braga y agarro mi trasero. Yo me sorprendí un poco por esa acción, solté un pequeño gritito y luego reí leve, él sonrió.

— ¿Quieres hacerlo aquí? — dijo en tono pervertido.

— ¿Nadie nos verá? Recuerdo que aquella vez en el lag...— HoSeok puso su dedo índice en mis labios para que me callara.

— Nadie nos verá, aquella vez se me pasó que era de esos días que los adolescentes se escapan de las escuelas y van al lago a beber y pasarla bien. — sonrió — ahora, guarda el miedo en una gaveta y disfruta el momento.

— ¿Gaveta? No hay gavetas aquí, iré a la cabaña. — dije en broma e intenté safarme de su agarre para ir a la cabaña pero él agarró mi mano y me atrajo hacia él nuevamente.

— Eres muy chistosa, HaNeul. — dijo con una sonrisa sarcástica y yo le di un corto beso.

— Eso me han dicho muchos chicos. — me arrepentí de decir eso en cuanto vi la expresión en la cara de HoSeok.

— Te voy a enseñar que esos "chicos" no son nada comparados a mí. — dijo muy serio, tanto que me intimidó.

HoSeok comenzó a besarme salvajemente. Una de sus manos la enredó en mi pelo y la otra bajo a mi trasero. Jaló mi pelo, haciendo que mi cuello quedara expuesto para él. Su mano en mi trasero masajeaba el área y una que otra vez me daba nalgadas. Besó mi cuello con fiereza, lo mordisqueaba y lamía como si no hubiera un mañana. Su cuerpo estaba tan pegado al mío que podía sentir su erección en mi muslo. Yo gemía por sus toques. HoSeok es increíble. Volvió a besar mis labios, yo seguí el beso. Sentí su lengua pidiendo acceso a entrar en mi boca, así que le permití entrar. Su lengua explorando toda mi cavidad bucal. Yo rodeé su cuello con mis brazos. Su mano derecha acariciando mi muslo mientras que la izquierda se deshizo de mi sostén. Vi como lo lanzó y calló en las ramas de un árbol. Bajó su boca hasta mis pechos y sin perder tiempo metió uno de ellos en su boca y masajeaba el otro. Mis gemidos eran altos e incontrolables. Él comenzó a bajar sus besos por mi vientre, cuando sentí sus labios en mi feminidad solté un gemido y él sonrió.

— Abre las piernas, HaNeul. — ordenó, mientras volvía a ponerse completamente de pie.

Abrí las piernas y él comenzó a frotar su largo dedo en mi feminidad por encima de la, aún existente, braga. Estoy mojada y no es por el agua del lago. Movió mi braga hacia el lado y metió su dedo en mi sin previo aviso. Gemí sorprendida. Lo movía dentro de mi, lo sacaba y volvía y lo ponía dentro. Añadió dos dedos más. Con un dedo me estaba volviendo loca, ahora que tengo tres dentro he perdido totalmente la cabeza.

— H-HoSeok, más. — pedí. El placer que estoy sintiendo es increíble y necesito más.

— Eso nena, pide más. ¿Te gusta mucho? — sonrió, en su sonrisa se notaba lo satisfecho que se sentía por provocarme esto. Yo asentí en respuesta a su pregunta — HaNeul, habla. ¿Te gusta lo que te hago?

— Me en-encanta. — gemí.

— Y aún no he puesto dentro lo mejor. — yo me sonrojé por ese comentario.

Alejó sus dedos, dejándome con ganas de más. Sacó su miembro de la incomodidad del pantalón y lo acarició para luego acercarlo a mi feminidad y frotarlo con esta.

— ¿Quieres que entre? — preguntó lo obvio.

— Sí, entra en mi, HoSeok. Hazme tuya. — pedí. Lo necesitaba.

— ¿Quieres ser mía? — preguntó, no pude descifrar la expresión en su rostro.

— Si, si quiero ser tuya. — sonreí de lado y al parecer él se...¿sonrojó?

Sin más que decir; con lentitud comenzó a penetrarme, yo clavé mis uñas en su espalda. Cuando entró por completo, agarró mi trasero y me levantó para que rodeara su cintura con mis piernas, gracias al agua era más fácil calgarme. No pude esperar más y comencé a moverme. Adentro, afuera, cada vez que volvía a entrar soltaba un gemido. A él parecía gustarle, los gemidos que soltaba lo delataban. Cuando nos aburrimos de esa posición, HoSeok volvió a ponerme de pie.

— Levanta tu pierna, yo la sostendré por ti y entraré en ti. — habló HoSeok.

Hice lo que dijo, él sostenía mi pierna y volvió a entrar en mi, más fuerte que antes. Se movía rápido, sus penetraciones eran profundas. Mi cabeza la hice hacia atrás mientras gemía de placer. La pasión nos está consumiendo. Se movió más rápido, mis piernas comenzaron a temblar, indicando que estoy cerca de llegar al orgasmo.

— Oh, HaNeul. Estoy por...correrme. — dijo sin dejar de moverse.

Yo lo ayudé moviéndome, ambos nos movíamos, haciéndolo más placentero aun. Unos minutos más tarde ambos habíamos llegado al orgasmo.

Mi cuerpo se sentía agotado y aún debemos volver a la cabaña. Pero aún así, no me arrepiento de nada. Tener sexo con HoSeok en este lugar ha sido increíble.

R u mine? | HoSeok ; SeokJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora