R u mine? | HoSeok ; SeokJin

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Han pasado algunos días desde que tuve mi operación y estoy en el hospital recuperándome. Seok Jin no ha dejado de visitarme, incluso los días de trabajo ha venido en las tardes a verme, gracias a él he comido bien, ya que, siempre que puede, me trae comida casera preparada por sus lindas manos. Amo su comida. Tiene talento.  Siempre siendo muy amable y preocupándose demasiado por mi. Me parece muy lindo, estoy muy agradecida. HoSeok ha venido ayer, estaba muy molesto y pude haber llamado a seguridad pero decidí no discutir con él. Solo había venido a ver a Hee Shin y Dae-Hyuk y no le negué verlos, esta vez no. No tenía ánimos para discutir y mucho menos con él quien siempre con algunas palabras logra herir mi gran orgullo.

La enfermera ya me ha dicho que en una semana más podré salir de aquí, pero mis bebés no. Tendrán que estar un poco más de tiempo, mi niña ha tenido problemas con sus pulmones debido a que han nacido antes de los nueve meses y me ha tenido muy preocupada. Hee Shin no mostró ningún síntoma negativo hasta el siguiente día de haberla visto. Me preocupé muchísimo pero los doctores aquí son muy buenos y me han dicho que todo estará bien así que solo debo confiar y rezar al cielo que así será. Dae-Hyuk ha estado muy bien, solo que aún no tiene el peso ideal, así que se quedará un tiempo más en esa incubadora.

Sinceramente, mis niños han sido muy luchadores. Han hecho lo imposible por tener vida. Sé que pronto podré llevarlos a casa conmigo y seremos felices, aunque a HoSeok le moleste.

Me encontraba cenando aquella comida de hospital, la cuál no era muy deliciosa. La sopa parecía que habían usado agua de toilet para hacerla, y no, no he probado agua de toilet pero podría asegurar que sabe así. Unas horribles zanahorias que desde niña nunca me han gustado. Solo me logré comer el puré de manzana, lo único delicioso que me han dado hoy. Estoy esperando a que alguien aparezca para hacerme olvidar el gran aburrimiento que tengo, una persona o un ángel. Quién sea. Y como si hubiera caído del cielo, aquella puerta se abrió, dejando entrar a aquel chico que tanto quiero. Min YoonGi. Hace unos días no le veía. Me pregunto cómo estarán las cosas entre él y Hye.

Hablando sobre ella, no ha venido a visitarme un solo día. Realmente la extraño. Sin embargo, aún estoy molesta. No puedo creer lo que ha hecho, pero aún así, es mi amiga y esperaba que intentara verme. Ni siquiera lo intentó y me duele.

— HaNeul, HaNeul. — YoonGi me brindó una amplia sonrisa.

— YoonGi. — sonreí de vuelta, — ¿qué tal todo? — preguntaba y no por que sinceramente quisiera saber, solo por si mencionaba algo sobre Hye.

— Todo está muy bien, ¿y tu y los bebés? — se sentó en el sillón a mi lado.

— Estamos muy bien. — sonreí de lado.

— Oye, ¿le has dicho a Ji Min que ya es tío? Me he topado con él en el camino y me ha preguntado por ti, parecía preocupado, dice que hace unos días no sabe nada de ti. — miró directo a mis ojos.

— No le he llamado, creo que debería enviarle un mensaje. — me encogí de hombros — he olvidado llamarle por la emoción de mis hijos. — reí, tomé el celular a mi lado y comencé a teclear un mensaje para Ji Min el que envié segundos después de terminarlo.

YoonGi seguía contándome que había hecho en los últimos días. Muy animado, me contaba como estaba feliz cuando le dieron un premio por ser bueno en los deportes. Este chico a pesar de ser bastante delgado y flojo cuando se lo propone, es bueno jugando.

Realmente estoy curiosa sobre Hye y por más que quiero preguntarle no encuentro el valor para hacerlo.

— HaNeul, pareciera que quieres preguntar algo. — rió, yo lo miré con los ojos abiertos como platos, ¿acaso tan obvia soy? — has abierto y cerrado tus labios al menos unas diez veces, como si quisieras decir o preguntar algo. — y Min YoonGi, estás en lo correcto.

— No, no. — reí nerviosa — para nada, solo que he pensado mucho en Hye. No ha venido a verme.

— ¿No? — parecía realmente extrañado — pero si hace un día le he escuchado decir que vendría a ver cómo estás. — yo alzé una ceja.

— Ella nunca ha entrado por esa puerta. — señalé con mi dedo índice la puerta.

— Extraño, realmente extraño. — frunció el ceño.

— YoonGi. — suspiré, siento que debería decirle, debe saber, Hye no le dirá nada y él se verá afectado tarde o temprano, y mejor temprano para que pueda superar más rápido — creo que debes saber algo. Algo muy importante.

— ¿Y qué es eso que debo saber, HaNeul? — me miró confundido.

— No sé si sea correcto decirte pero... Mereces la verdad, mereces algo mejor y ser feliz. No mereces lo que te están haciendo. — jugueteaba con mis dedos.

— Habla ya, HaNeul. — ordenó.  — ¿De quién hablas? ¿Qué me están haciendo?

Bueno, aquí va todo.