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Me puse mi camisa rápidamente. Con mis mejillas más calientes que nunca, miré a Seok Jin quien miraba a aquella persona que había entrado a mi casa sin previo aviso. HoSeok caminó a paso lento hasta nosotros y soltó una pequeña risa. Yo lo miré extrañada, su risa se hizo más fuerte y comenzó a aplaudir. Seok Jin frunció el ceño. No entiendo absolutamente nada. Cuando por fin terminó con su, inexplicable, risa limpió una lágrima imaginaria de sus ojos y se paró completamente erguido, soltó un suspiro y me miró totalmente serio. Sin expresión. Simplemente estaba allí parado, observándome. Me moví incómoda.

— ¿Dirás algo o simplemente te mantendrás ahí, mirándola, interrumpiendo lo que hacíamos? — habló Seok Jin, poniéndose de pie justo al lado de HoSeok.

— Cierra la maldita boca. — HoSeok se giró, mirándolo frente a frente, con su cabeza en alto, tratando de intimidarlo.

— No pienses que por ponerte todo erguido y alzar tu cabeza vas hacerme sentir intimidado. — Movía sus manos mientras hablaba. La tensión entre ellos era mucha.

— ¿A qué has venido, HoSeok? — Él se giró, mirándome con mucho odio. Chasqueó su lengua y una sombría sonrisa se vio en su rostro.

— Solo venía a ver a mis hijos pero sin embargo, no me encuentro con ellos sino con esta... —hizo círculos con su mano, buscando alguna palabra que decir — escena bastante desagradable. ¿Sabes? No pensé que te acostabas con mujeres. ¡Oh, lo siento! Olvidé que eres hombre. — HoSeok palmeó dos veces el hombro de Seok Jin.

— Pedazo de mierda... — Seok Jin agarró del cuello de la camisa a HoSeok, parecía muy molesto, pero por otro lado la situación parecía divertirle mucho a HoSeok.

— ¿Vas a golpear a tu jefe? — alzó una ceja.

— Seok Jin, basta. — hablé, él comenzó a soltar su agarre poco a poco.

— Eso es, hazle caso a la zorra. — De un momento a otro HoSeok se encontraba en el suelo, con su dedo tocó su labio ahora partido y miró la sangre en el dedo. — No te atrevas volver a mi empresa, esta me la pagas. — dijo un furioso HoSeok poniéndose de pie.

— Mierda, ya era hora que dejara de trabajar en ese asco de lugar. Tu empresa es una completa basura, estás casi en quiebra. Jamás será como la de mi padre. — carcajeó — Mi padre solo quería darte una mano y por eso me ha mandado a trabajar en "Hope Company", pero bueno. Ya soy libre, me has despedido. — sonrió. No entiendo absolutamente nada. ¿HoSeok casi en quiebra? ¿Su papá es empresario? Entonces por eso es que tiene dinero tan fácilmente y hace lo que quiere, ¡ahora hace sentido!

— ¡Lárgate de aquí! — gritó HoSeok — ¡Lárgate! — soltó otro grito.

— ¿Quién eres tú para echarme?

— HaNeul, dile que se vaya. — ambos me miraron, yo no sabía que decir o hacer.

Piensa, HaNeul, debes echar a uno.

— Ambos deben calmarse, por favor. — Fue lo único que pude decir, Seok Jin bufó.

— Hasta luego, HaNeul. — escuché decir a Seok Jin, sin decir más se marchó, dejándome sola con HoSeok.

HoSeok se sentó en el sofá mientras que yo fui a buscar el botiquín de primeros auxilios. Volví y me senté a su lado. Saqué unas gasas para limpiar la sangre en su labio. Lo hice con mucho cuidado. Me pregunto si Seok Jin se habrá lastimado la mano, fue un fuerte golpe el que le dio. En cuanto termine aquí le escribiré un mensaje.

— HaNeul... — la voz de HoSeok salió casi en un susurro. — Lo siento. — fruncí el ceño, no entendía por que lo sentía.

— ¿Por qué?

— No entiendo por que simplemente me enoja tanto verte con otro. — mis mejillas se calentaron, ¿está jugando? — HaNeul, mírame. — no había notado que bajé la mirada, así que volví a subirla.

— ¿Si? — No dijo nada, solo se quedó mirándome fijamente, sus ojos bajaron a mis labios y luego a mis ojos nuevamente, yo por impulso hice lo mismo. Sus labios estaban ligeramente abiertos.

Comenzó a acercarse más a mi, cerré mis ojos, su respiración chocó en la punta de mi nariz y luego depositó un beso sobre ella. Segundos después sentí sus labios contra los míos. Suaves, besándome delicadamente. Sin prisa. Lágrimas bajaron por mis mejillas. Los labios de HoSeok sobre los míos me hacen recordar esos momentos en los que me sentí tan feliz a su lado, momentos donde él era la razón por la que yo estaba feliz. Él fue increíble, lo fue, sin dudarlo pero como según me hizo feliz, me destruyó. Mi corazón cayó al suelo como un vaso de cristal, rompiéndose en muchos pedazos, grandes, medianos y pequeños, hasta en pedazos tan pequeños que se entierran en tus pies si no has limpiado correctamente el área y te provocan dolor, pedazos que casi no puedes ver.

Una de sus manos se posó detrás de mi nuca y la otra en mi cintura. Lágrimas seguían escapándose de mis ojos. Él se alejó, abrí mis ojos y me encontré con un HoSeok mirándome detalladamente. Su pulgar, con delicadeza, secó mis lágrimas. Sin previo aviso sus brazos rodearon mi cuerpo y me abrazó fuerte.

— Lo siento tanto, nunca debí utilizarte, pero de que sirve decirlo ahora si... ya es muy tarde. — mi cabeza en su pecho, subiendo y bajando por su respiración.

No sé si lo que dice es cierto. No estoy segura de que él esté diciéndolo desde lo mas profundo de su corazón, tal vez sí está siendo totalmente sincero. Solo tal vez... Pero... ¿Quién me asegura eso? Probablemente solo esté jugando conmigo nuevamente como si hacerlo una vez no fuera suficiente.

Solo tal vez...

R u mine? | HoSeok ; SeokJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora