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Me desperté por los pocos rayos de sol entrando por la ventana. Con dificultad logré sentarme en la cama, mi cabeza dolía como el infierno. Pareciera que mi cerebro quiere explotar. Mi cuerpo se sentía pesado, dolía. Cuando logré ver con claridad el lugar donde me encontraba mi cuerpo se congeló. Esta no es mi habitación. Miré debajo de mis sábanas y vi que la ropa de la noche anterior había sido cambiada. ¿Qué demonios está pasando?

Mi vestido negro se encontraba en una esquina de esta gran habitación. Decidí ponerme de pie, intentando ignorar el dolor que siento. Me paré enfrente del espejo, mi pelo estaba revuelto, no tenía un pantalón, solo mis bragas. La única pieza cubriendo mis pechos era una camisilla. En mi cuello había un pequeño circulo morado, ¿acaso eso es un chupetón? Mi cuerpo tenía pequeños moretones también.

El cuerpo me temblaba, mi cabeza comenzó a dar vueltas. Sostuve mi cabeza con ambas manos. Las lágrimas comenzaron a recorrer mis mejillas sin ningún tipo de permiso. ¿Me han violado?

Puedo recordar todo lo que pasó anoche, ¿pero porqué no puedo recordar cómo llegué aquí? Nam Joon...él es mi último recuerdo. La bebida que él me entregó fue lo último que tome, lo último que recuerdo.

Volví a tomar asiento en la cama. Pensaba en que demonios hacer cuando escuché una puerta abrirse.

...Y allí estaba él, mi último recuerdo, Nam Joon. Parado en frente de la puerta del baño con una toalla en sus caderas. La rabia se apoderó de mi cuerpo entero. Corrí donde él y comencé a golpear su torso desnudo. Mis golpes no hacían mucho efecto en él, claro, es más alto y mucho más fuerte que yo.

— ¡¿Qué demonios hiciste?! ¡¿ME VIOLASTE?! — grité, lágrimas bajaban por mis mejillas.

— Basta, HaNeul. — habló y yo le di una bofetada en la cara, él solo mordió su labio.

— ¡¿Por qué me violaste?! ¡¿Por qué... — sollocé — lo hiciste?! — Dejé de golpearlo, mis manos hechas puños aún en su pecho.

— HaNeul. — agarró mis dos manos y me llevó a la cama.

— ¿Vas a violarme otra vez? Eres un maldito, Nam Joon. — escupí.

—No voy a violarte, no quiero hacerlo. — dijo serio — Debes irte, — suspiró — ponte esto. — caminó hasta el armario y sacó ropa femenina, por alguna razón me quedó perfecta. Como si hubiera salido de mi propio armario. Me encerré en el baño, me vestí rápidamente, arreglé un poco mi cabello y salí del baño.

Iba directo hacia la puerta de salida, pero Nam Joon habló.

— Hey, HaNeul. ¿Puedo pedirte algo? — dijo sin mirarme.

— ¿Pedirme algo? ¿Qué más quieres de mí? — mis ojos lanzaban cuchillas hacia su espalda.

— No me odies, por favor. También quiero pedirte que tengas mucho cuidado con las personas que te rodean. — por fin me miró a los ojos.

— ¿Me pides que no te odie cuándo me has violado? — dije furiosa — ¿Cómo te atreves pedirme tal cosa, Nam Joon? Utilizaré ese odio que te tengo para poder sobrevivir mi día a día, ni siquiera sé como volveré a mirarme al espejo sin pensar en que he sido una fácil y dejé que un idiota como tu me violara. — suspiré — Eres un asco de persona, espero que ninguna chica caiga en tus manos de nuevo. Aprovecharte de una chica que está bajo el efecto del alcohol — bufé — caíste bajo.

— Aquí yo no soy el malo de la historia. — susurró.

— ¿Qué has dicho? — pregunté.

— Olvídalo, debes irte. — rascó su nuca.

Salí de allí casi corriendo. Al parecer me trajo a un hotel, el pasillo parece eterno. Cuando logré encontrar el elevador entré y rápidamente presioné el botón del primer piso. Quería hacerme bolita y llorar, pero debo aguantar.

El elevador se abrió y caminé hacia la salida del lujoso hotel, mis piernas dejaron de funcionar al ver quién iba a entrar al hotel. Me giré y corrí a esconderme detrás de una planta.

HoSeok entró al hotel, su mano entrelazada al de una chica. Ambos iban riendo, parecían estar muy a gusto al lado del otro. Mis ganas de llorar aumentaron más. ¿Esa es su esposa? ¿No que estaban en malos términos?

En cuanto vi la oportunidad de salir del lugar sin que HoSeok me viera lo hice. Corrí como nunca. Cuando logré estar lo suficientemente lejos de aquel hotel me detuve. Traté de recuperar el aliento. Coloqué mi mano en mi pecho, tratando de comtener las lágrimas.

— No llores, eres fuerte. No llores Park HaNeul. — me decía a mi misma.

Logré tranquilizarme, así que tomé un taxi de vuelta a casa. En cuanto llegué me encerré en mi habitación y comencé a llorar. No quiero saber del mundo exterior. Quiero estar en mi habitación por el resto de mi vida. Saber que las manos de otro chico estuvieron sobre mi cuerpo y luego ver a HoSeok felizmente con otra chica, ¿qué más podría pasarme?

Estaba sufriendo en mi habitación, pensando en lo mal que ha ido mi salida a la disco cuando llamaron a mi puerta.

Sequé mis lágrimas y bajé. Abrí la puerta y en cuanto vi a Hye en mi puerta me lancé sobre ella a llorar. Necesito sacar todo esto y contarle todo.

Me alegra contar con Hye. Tener una amiga como ella ha sido lo mejor. Espero que nunca me falle.

"Las personas no son para siempre, cambian, fallan y te dejan" mi subconsciente me dijo, pero decidí ignorarla.

¡Hola, hola! Quiero felicitar a todas las personitas allá afuera por el día de San Valentin. Espero que hayan tenido un día increíble junto a sus parejas o/y amigos. Los amos. ❤️

R u mine? | HoSeok ; SeokJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora