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Me levanté temprano en la mañana, me vestí y bajé a la cocina. HaNi no se había levantado hacer desayuno así que tomé una manzana del refrigerador y me preparé una taza de café. Que desayuno tan nutritivo. Me recosté sobre el mostrador, pensando en el día de ayer. Sé que HaNeul debe estar muy enojada conmigo por eso ni intentaré acercarme a ella, sería un error.

Preparé todo para irme al trabajo, entré a mi habitación de nuevo, di un corto beso sobre los labios de HaNi, agarré mis cosas y salí de casa. Directo al trabajo.

Entré por las puertas de cristal de mi gran empresa y vi a la secretaria rápidamente acercarse a mí, parecía preocupada. Me detuve y ella chocó con mi cuerpo, arregló sus espejuelos y habló.

— Buenos días, Sr. Jung, hay algo importante que debo decirle. Muy importante la verdad. — miró un papelito amarillo en su mano y subió su mirada a verme a los ojos.

— Dígame, ¿qué pasa? ¿Algo malo? — pregunté, la expresión en su rostro me dice que sí pero espero que no lo sea.

— Es sobre el Sr. Park, él ha llamado para informar algo, algo que sé que le impactará. — mi corazón se detuvo un segundo y volvió a palpitar aceleradamente.

— Sígueme. Hablémoslo en el despacho. — ordené, no es tema para hablar en público.

Caminé a paso rápido a mi despacho, dejé que mi secretaria pasara y cerré la puerta detrás. Lancé las llaves del auto al escritorio y me senté en mi cómoda silla, que por alguna razón hoy se sentía la más incómoda del mundo, tal vez por los nervios.

— Habla, ¿qué ha pasado con el Sr. Park? Esto que debes contarme no es acerca de él queriendo cancelar el negocio, ¿cierto? — diminutas gotas de sudor se acumularon en mi frente, mis puños cerrados fuertemente, esperando que las palabras de la chica enfrente de mi no fueran esas que tanto temo.

— Él ha llamado y ha dicho que no quiere seguir con el negocio, señor. Sí lo ha cancelado. ¿Tiene usted idea de por qué lo ha hecho? Él parecía muy interesado en hacer este gran negocio, sabe que esto nos iba a traer una gran fortu... — sus labios se juntaron y sus ojos se abrieron como dos grandes platos, vi su cuerpo tiritar un poco de miedo cuando yo di un fuerte golpe en mi escritorio, haciendo que un fuerte sonido inundara el despacho.

— Sal de aquí. — ordené, ella dudó un poco — ¡¡Sal de aquí, maldita sea!! — grité furioso, ella asustada salió casi corriendo del lugar.

Estaba tan enojado, esto es plan de HaNeul, estoy seguro. Lancé una pequeña montaña de papeles al aire y un vaso de cristal a la pared, haciéndolo añicos. Mi respiración agitada, solo quería darle un fuerte golpe a alguien. Agarré las llaves y salí de allí, mis empleados al verme se hacían a un lado, sabían que estaba muy enojado y ninguno se atrevería a hablarme. Hablarme en este estado es un peligro, no sé como actuaré. Una vez le rompí la nariz a uno de ellos solo porque estaba casi a como lo estoy ahora.

Cuando llegué a mi auto, le encendí y aceleré bastante fuerte, haciendo que las gomas de este chillaran y botaran algo de humo gris. Mi cuerpo estaba completamente lleno de ira, ¿en serio va a cancelar un buen negocio por su hermana? Debe ser por eso, ¿por qué más? No hay otra explicación.

Por suerte logro recordar dónde vive Park Ji Min, iré directamente a su casa. Necesito una explicación y espero que esa no sea su hermana.

Luego de dos horas de camino por fin había llegado al frente de su casa, mi ira a disminuido un poco y puedo pensar más claro. Me bajé del auto y caminé a la puerta principal y toqué el timbre. Esperé unos minutos y cuando por fin decidieron abrir me encontré con un Ji Min semi desnudo, solo un corto pantalón cubría su parte baja. Era extraño verlo tan casual, siempre estaba con camisas de botones y su muy bien planchado pantalón.

— ¿Qué hace usted aquí, Sr. Jung? — frunció el ceño

— Debemos hablar. — sin permiso alguno me adentré a su casa.

— No puedes entrar a mi casa de esa manera, HoSeok. — dijo sin ninguna formalidad.

— He dicho que debemos hablar. — repetí.

— Bien, hablemos. Sígueme. — dicho eso caminó a lo que parece ser su gran sala de estar. Se sentó en un sillón de cuero y yo en uno justo al frente suyo. — Ahora, ya puedes hablar.

Tardé unos segundos en hablar, tragué saliva y por fin pude formular una pregunta.

— ¿Por qué ha llamado para cancelar el negocio? Solo nos faltaban algunos papeles de firmar y ya estaría todo en orden.

Él pareció pensar su respuesta.

— Solo porque he querido. — contestó.

— ¿Por que ha querido? ¿Esta seguro? — volví a preguntar.

— No creo que su empresa traiga ganancias a la mía, el negocio no era tan bueno. Otra gran empresa, una a mi nivel, me ha ofrecido más. Y como sabes, mientras más, mejor. — se encogió de hombros con una pequeña sonrisa en su rostro.

— ¡Usted sabe que mi empresa trabaja muy bien! ¿No le traerá ganancias? ¡Sabe que lo hará! — me puse de pie, el solo me observaba — Esto es por HaNeul, ¿no es así? Ya le vino con el chisme y por eso no quiere trabajar conmigo, usted mismo sabe lo bien que trabajamos y las ganancias que hemos tenido en el pasado. — lo vi alzar una ceja, analizando cada una de mis palabras.

— ¿Qué tiene que ver HaNeul en todo esto? Mi trabajo y mi familia son aparte, ¿por qué está hablando sobre HaNeul ahora?

— ¿N-no sabe? ¿HaNeul no le ha dicho?

— ¿Qué debe decirme HaNeul que no lo ha hecho? — me quedé en silencio, él se puso de pie y se acercó a mi, poniendo sus manos en mis hombros.— ¿Qué es eso que debe decirme HaNeul, ah?

Mierda, entonces realmente no quiere hacer el negocio y no es culpa de HaNeul.

Jung HoSeok, cada vez metes más las patas.

R u mine? | HoSeok ; SeokJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora