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Llegamos al frente de la casa de Jimin. Seok Jin me ayudó a bajar a los niños, yo cogí a Dae-Hyun y él a Hee Shin. Caminamos hasta la entrada, sin si quiera tocar, abrí, pues es la casa de mi hermano, no necesito que me invite a entrar. Al abrir la puerta casi caigo en el suelo por el brinco que di cuando sentí algo brincar a mi rostro.  Mi corazón corría como una manada de caballos salvajes por el confeti grisáceo que me habían lanzado. Pude ver a HaNi, YoonGi, Jimin sonriendo con copas de champaña en mano. Me quedé totalmente confundida. ¿Qué hacen ellos aquí? Esto era una cena entre mi hermano, mis hijos, yo y mi novio. No sabía nada acerca de esto.

Globos blancos con helio flotaban en el techo. Tardé unos segundos en volver a la normalidad ya que el susto fue bastante. Entré y saludé a todos con un beso en la mejilla. Jimin sonreía ampliamente cuando Seok Jin estrechó su mano y le dio un corto abrazo, como si se conocieran de toda la vida. YoonGi arrebató a Dae-Hyun de mis brazos. HaNi por otro lado tomó a Hee Shin. Seok Jin me miró sonriente.

— ¿Sabías de esto? — alcé una ceja.

— Tal vez fui yo quién lo organizó con un poco de ayuda de mi muy buen cuñado. — la emoción me invadió, abracé a Seok Jin para luego darle un corto beso en los labios.

— Realmente te amo, Jinie. — él frunció el ceño por el apodo.

— Yo también te amo pero no me llames Jinie. — yo reí — Vamos. — agarró mi mano para caminar hasta la sala dónde ya estaban los demás.

Seok Jin me dejó con HaNi y se fue. Lo vi salir con Jimin de la sala. Esos dos, no pensé que ya se conocieran y estuvieran tam a gusto el uno con el otro. Pensé que al llegar Seok Jin estaría temblando por los nervios y miedo pero resultó todo lo contrario. Supo actuar muy bien en el camino, diciendo que temía no agradarle a Jimin y cosas así. Cada vez me sorprende más.

— Le he entregado papeles de divorcio a HoSeok luego de que terminó el juicio. — soltó de la nada cuando yo me encontraba jugando con las pequeñas manos de mi hija. Subí la mirada, encontrándome con la suya, triste, deprimida.

— Eso debe ser muy duro. Lo siento, HaNi. — acaricié su hombro.

— Lo fue, pero debo hacerlo. No puedo seguir en un matrimonio tóxico. — se encogió de hombros.

— Eso es cierto. Además, eres alguien increíble y muy hermosa, no necesitas de un hombre que te hace daño. — la envolví en un abrazo. Ella devolvió el gesto.

Estuve un rato hablando con HaNi hasta que se me antojó un vaso de agua. Caminé hasta la cocina a por uno pero una lejana conversación captó mi atención. Caminé al lugar del cual provenían las voces. Era la oficina de Jimin. La puerta estaba entre abierta, así que acerque mi oído a aquella puerta de madera para poder escuchar un poco más claro.

— ¿Piensas hacerlo hoy? — escuché preguntar a Jimin.

— Quiero hacerlo lo antes posible, no puedo esperar un segundo más. ¿Entiendes? — esta vez era Seok Jin.

— Bueno, si lo piensas, hoy parece un excelente día para hacerlo. — se escuchó el sonido de una gaveta abriéndose. Traté de mirar pero solo logré ver la ancha espalda de Seok Jin.

— Muchas gracias, Jimin. Realmente te estoy muy agradecido. — en la voz de Seok Jin había algo de felicidad. Vi que puso algo en su bolsillo y se giró.

No supe que hacer, quería huir pero mis pies estaban pegados al suelo. Comencé a mover las manos en el aire por el desespero de querer salir de allí. Cuando logré girarme ya había sido muy tarde, la puerta se abrió por completo, dejando ver a un Seok Jin con los ojos bastante abiertos.

Jimin carraspeó y yo bajé la mirada avergonzada. Ya se viene el regaño.

— Es de mala educación escuchar conversaciones ajenas, ¿no te he enseñado eso? — yo asentí — ¿Entonces qué hacías aquí? — preguntó mi hermano mayor parándose frente a mí.

— Y-Yo...

— Se mira a los ojos al hablar, HaNeul. — subí la mirada para encontrarme su expresión seria.

Respeto mucho a Jimin, por eso cuando me regaña, parezco cachorro y no respondo arrogantemente o muy grosera. Siempre le obedezco.

— Vamos a la sala, hay algo que debemos celebrar. — asentí. Él se adelantó, dejándome sola con Seok Jin. Lo miré avergonzada. Él murmuró un "vamos", y agarró mi mano.

Al llegar a la sala, todos estaban de pie, Jimin había repartido otra ronda de copas. Me dio una a mi y otra a Seok Jin para luego llenarlas de champaña.

— Quiero hacer un brindis por mi pequeña hermana HaNeul, quien estos últimos meses ha pasado un tiempo difícil pero hoy podemos decir que ganamos. Y por mis sobrinos, claro. — dijo Jimin con una sonrisa en su rostro.

— ¡Salud! — dijimos todos al unísono, chocamos copas y luego la tomamos.

Las copas fueron puestas en una mesa. HaNi y YoonGi tomaron asiento, yo iba a hacer lo mismo pero Jimin se me puso en frente. Lo miré extrañada por su actitud, pues cada vez que intentaba pasarle por el lado se movía para no permitírmelo.

— Déjame pasar, Jimin. Quiero sentarme. — dije divertida. Él negó.

Me tomó por los hombros y me hizo girar. Rodé los ojos por su acción pero luego mis dos manos subieron a cubrir mi boca abierta. Seok Jin se encontraba arrodillado, con una pequeña cajita negra en mano. Miré lo que había dentro y las lágrimas brotaron. Un hermoso anillo con un diamante hermoscísimo. Casi caigo al suelo.

— Park HaNeul, tal vez pienses que es muy rápido pero para mi es el momento justo. Te amo demasiado y no puedo vivir un día más sin poder llamarte mi esposa. — suspiró — No importa si me tengo que pasar por el mismísimo infierno si eso significa sostener tu mano.

Caí de rodillas, no pude contenerme. Asentí repetidas veces.

— Si quiero.

Nota de autora:
Vale, les tengo una noticia. Solo faltan 2 o puede ser que hasta el próximo capítulo sea el final. Solo taaaal vez, no sé que me venga a la cabezita en estos días así que... Nada es seguro. Me pongo nostálgica de solo pensar en el final. ㅠㅠ

R u mine? | HoSeok ; SeokJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora