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Hoy he pedido el día libre ya que tengo que reunirme con el abogado con el que ha hablado HaNi. Ella me dio su tarjeta de presentación y dirección. Me ha dicho que lleve al menos unos treinta y cinco dólares para pagar la consulta. Espero que este "abogado Kim" sea bueno. Tiene que trabajar realmente bien para ganar este caso, sé que HoSeok hará lo que sea por tener a sus hijos, ahora más que nunca por qué perdió a HaNi. Y HoSeok es alguien con contactos y dinero. Quien sabe y hasta trate de sobornar al juez.

Camino por la acera frente a mi casa para llegar a mi auto cuando escucho el claxon de otro. Me detuve a mirar el auto del que provino el sonido. Un auto negro se estacionó justo en frente de mi. La puerta se abrió y del hermoso auto se bajó nada más y nada menos que Min YoonGi. Él fue la última persona que pasó por mi mente. ¿Dónde está su auto rojo? Caminó hasta quedar a dos pasos lejos de mí. Traía unos pantalones negros ajustados, una camisa blanca y zapatos del mismo color, las gafas que llevaba puesta no me dejaban ver con claridad sus ojos. Su cabello estaba algo desordenado pero se le veía bien. Él guardó las llaves de su auto en el bolsillo delantero de sus pantalones.

— ¿A dónde vas? — preguntó.

— Tengo que ir a hablar con un abogado. — hice una mueca — ¿Qué haces por aquí? ¿Y Hye? — tuve el valor de preguntar. Me pregunto que pasó con ella.

— Ni la menciones, eh. Ya sé todo. Estoy muy apenado contigo, HaNeul. Jamás pensé que Hye se atrevería hacer tales cosas. Tu no merecías nada de eso. — se quitó las gafas, dejándome ver unas pequeñas bolsas obscuras bajo sus ojos ligeramente rojos. Estoy segura que no ha dormido bien y que ha estado llorando, le conozco. — Yo la amaba demasiado, ¿sabes? Pero si hubiera sabido lo que hacía, la hubiera detenido.

— Tu no te preocupes por mí, Yoon. Sabes que soy fuerte. Pude tolerarlo. — bromeé, logrando que una risita saliera de él.

— Bueno, ¿quieres compañía? La verdad es que... Creo que quien necesita compañía soy yo, no tengo a nadie más que a tí. — se encogió de hombros. Realmente me entristeció su comentario.

— Necesito compañía, YoonGi. — revolqué su cabello aún más con mi mano, él sonrió ampliamente mostrando su rosada encía.

Nos subimos al auto. El camino entero nos pasamos hablando de lo que había sucedido y como ha estado YoonGi. Que me dijera lo mal que la estaba pasando me dolía, no podía hacer más que sentirme mal por él. Pobre chico, debe ser horrible perder a tu amor de escuela luego de tantos años juntos, tantos recuerdos. No puedo comenzar a imaginármelo.

Entré junto a YoonGi a la pequeña oficina del abogado. Esperamos a que el abogado Kim nos atendiera. Cuando me hicieron pasar, le dije a YoonGi que esperaba no tardar mucho y volvía enseguida.

Tomé asiento frente a un escritorio que parecía acabado de comprar. No pude encontrar un solo rasguño y podía ver la madera casi brillar. Las cosas sobre él totalmente ordenadas, en las paredes habían cuadros con fotos de un hombre y tres niños, imagino que sería el abogado y sus hijos.

— Lo siento por tardar. — escuché la gruesa voz de un hombre detrás de mi. — Soy el abogado Kim, Kim TaeHyung. — tomó asiento al otro lado del escritorio y estiró su brazo para estrechar manos conmigo.

— Soy Park HaNeul. — estreché su mano y él sonrió.

— Bueno, HaNi ha hablado conmigo y me ha contado un poco de tu caso. — su voz era calmada, su pelo estaba muy bien peinado, como todo un abogado profesional, movía sus manos en el aire a medida que hablaba, me distraje mirando lo que parecía ser un lunar en su nariz — Puede comenzar a hablar, Srta. Park — me sacó de mis pensamientos.

Comencé a contar toda mi historia y lo que tenía planeado hacer HoSeok. El abogado Kim se había hecho hacía atrás en su asiento, una de sus piernas sobre su otra pierna, uno de sus codos estaba en el reposa-manos del asiento, y recostó su cabeza en dos de sus dedos, mientras que con su mano libre escribía en la pequeña libreta que tenía en su pierna, escuchando cada y una de las palabras que decía. Asentía o solo decía un "oh, prosigue" de vez en cuando.

Terminé de explicar absolutamente todo, y él carraspeó para luego acercarse al escritorio nuevamente, puso la pequeña libreta sobre este y comenzó a leer lo que yo anteriormente había dicho.

— ¿Ese es su caso? — alzó una ceja y yo asentí — Bien, no quiero sonar geocéntrico ni nada parecido pero creo que este caso, lo ganaré, será fácil. Los hijos mayormente se quedan con la mamá, así que no tiene de qué preocuparse. Él no ganará el juego, como usted le ha llamado. Pero bueno, mejor no hacernos ilusiones y ver que tal nos va en la corte, pero prometo hacer todo a mi alcance para ganar. Esos niños deben quedarse con usted. — sonrió.

— Muchas gracias, abogado Kim. Bueno, aquí le dejo el pago de la consulta. — saqué el dinero de mi cartera y se lo extendí, pero el negó con la cabeza repetidas veces.

— No me pague hasta que esté feliz con sus hijos en casa. — yo sonreí.

Me puse de pie y salí de allí. Si el abogado no lo dice solo por decir, tengo todas las de ganar. Jung HoSeok no ganará. No lo hará.

R u mine? | HoSeok ; SeokJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora