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Han pasado algunas semanas desde que Nam Joon abusó de mi y desde que vi a HoSeok por última vez. Ver a HoSeok con aquella chica, sonriendo como el hombre más feliz del mundo lo haría me hizo no querer volver a aparecer frente a él. Siempre que su nombre aparece en la pantalla de mi celular lo tiro a un lado, algunas veces apareció en mi puerta pero ni siquiera me animé a abrir.

Me levanté de mi cama con toda la pereza del mundo. Estos días mi cuerpo se ha sentido realmente extraño. He tenido mareos y aveces cuando como tengo que correr al baño a vomitarla. Es extraño pero no he tenido ganas de ir al doctor y chequear mi salud.

Mi celular comenzó a sonar, en la pantalla el nombre de Hye apareció. Lo contesté casi de inmediato.

— ¿Si, Hye? — hablé cuando tenía el celular pegado a mi oído.

— ¡HaNeul! ¿Quieres salir con YoonGi y conmigo? — preguntó Hye.

— Sin otros chicos, ¿verdad? — la última vez que salí con ella terminé drogada, arrastrada a una habitación de hotel y violada con moretones en el cuerpo.

— Sin otros chico, lo prometo. — bufó — solo seremos nosotros tres.

— ¿A dónde iremos? — pregunté.

— Un parque de diversiones  o algo así. —

— Oh, bien. Iré a cambiarme. Te veo luego. — corté la llamada.

Me di un baño y me vestí. Estaba lista para salir con YoonGi y Hye.

Media hora más tarde Hye tocaba a mi puerta. Salí de casa, cerrando la puerta detrás de mi. Envolví a Hye con mis brazos en un corto abrazo. Caminé junto a ella hasta el auto donde se encontraba un YoonGi sonriente.

— Tanto sin verte, HaNeul. — movió su mano de lado a lado en el aire en señal de saludo.

— Lo mismo digo, YoonGi. — hice lo mismo que él y sonreí.

— ¿Lista para divertirte? — preguntó y yo asentí, no muy convencida de querer divertirme.

YoonGi encendió el auto y aceleró. La música de fondo, no estaba no muy alta ni muy baja. Estaba en el tono adecuado. Hye y yo cantabamos las canciones en la radio y YoonGi aveces nos hacía bromas y decía que llovería si continuábamos cantando, nosotras por supuesto seguimos cantando con toda la pasión del mundo, aunque nuestras voces no fueran las mejores.

El camino fue divertido, en cuanto llegamos al parque de diversiones mi ánimo aumentó aun más. La gente riéndose, viéndose tan felices junto a sus familias, el ambiente lleno de amor y diversión.

Caminaba junto a Hye y YoonGi, estos dos son la única familia que tengo. Es pequeña y tenemos nuestras diferencias pero somos felices así. Nos complementamos los unos a los otros. Sin ellos no sería feliz y quien sabe en dónde estaría.

— ¡HaNeul, vamos a la montaña rusa! — dijo Hye emocionada.

— Claro, vamos. — sonreí.

Ella agarró mi mano y casi me llevaba arrastras hacia la montaña rusa. En la fila no había mucha gente, por eso no tardamos más de diez minutos en subirnos.

El carrito comenzó a moverse. Mis nervios se activaron. La verdad siempre me han dado un poco de miedo estás maquinas. He visto varios accidentes en la internet y se han quedado en mi mente para siempre.

YoonGi, Hye y yo gritábamos cada vez que dábamos un giro o   cuando subía y bajaba de la completa nada. Esto era divertido hasta que comencé a sentir náuseas. Por suerte cuando comencé a sentirlas no pasó mucho cuando se detuvo.

Nos alejábamos de la montaña rusa, las náuseas aún no se iban. Mis ganas de vomitar aumentaban pero decidí ignorarlas.

— ¿Todo bien? — preguntó Hye cuando llegó a mi lado.

— Si, si. Es solo que mi estómago se revolcó un poco por las vueltas, subidas y bajadas. — sonreí débil.

— Bueno, si quieres irte de aquí no dudes en decirme, ¿bien? — acarició mi cabello y yo asentí.

— Gracias, Hye. — dije y ella sonrió.

Nos encontrábamos caminando hacia la casa de los sustos. Ese lugar se veía realmente tenebroso por fuera pero no es nada comparado a como es adentro. Da miedo. O por lo menos a mi que nunca me han gustado las cosas de terror. Siempre que veo una película de miedo no duermo por días, incluso estuve una semana completa sin poder dormir como se debe. Soy una completa cobarde.

Iba a salir de allí cuando mi cuerpo comenzó a sentirse raro de nuevo. Mis piernas se sentían débiles y mi cabeza daba vueltas. Ahí van de nuevo los mareos. Estaba por llegar a la salida cuando me topé con mi peor enemigo, un payaso. El susto de encontrármelo me hizo gritar, eso fue lo único que recuerdo antes de que mi visión se tornara negra para luego por alguna razón despertar en una habitación de hospital.

No sé como llegué aquí, solo veo a un hombre con una bata blanca frente a mi.

— ¿Estoy muerta? — mi voz salió más baja de lo planeado.

— Claro que no, señorita Park. — el hombre rió — usted solo se desmayó y ahora está en el hospital. — se acercó a mi.

— ¿Y Hye? — pregunté cuando miré alrededor y no había nadie.

— Su amiga ha salido un momento. — sonrió — y si no tiene más preguntas, me retiro. — el doctor iba a salir cuando la persona que menos quería ver apareció en la puerta de la habitación.

— Doctor, ¿qué tiene ella? — sonaba realmente preocupado.

— En unos minutos traeré los resultados de sus exámenes, joven. Personalmente no creo que sea algo malo. Ahora si me disculpan, me voy. — sonrió y salió de la habitación. Dejándonos solos.

— HaNeul. — él se acercó a mi y tomó mi mano.

— HoSeok. — alejé mi mano de la suya.

— ¿Por qué crees que te pasó esto? — preguntó.

— Estoy como tú, HoSeok. No lo sé. — dije seria.

Ambos nos quedamos en completo silencio, esperando que el doctor llegara con los resultados. Habían pasado ya dos horas, cuando por fin vimos al doctor entrar ambos nos sentamos muy derechos, esperando lo que diría.

— Bueno... — se detuvo a mirar los papeles en su mano — señorita, usted está esperando un bebé. Felicidades, será una madre. — dicho eso salió, sin más que decir.

Mi corazón se quería salir de mi pecho, mi respiración se volvió agitada, ¿voy a ser madre? Pero la verdadera pregunta es, ¿el padre es HoSeok o es el resultado de la violación de Nam Joon?

R u mine? | HoSeok ; SeokJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora