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Me encontraba en una cafetería junto a mi hermano, su esposa y YoonGi. Todos nos encontrábamos incómodos o al menos yo me sentía así. YoonGi a mi lado, movía su pierna de arriba a abajo, gesto que solo hacía cuando estaba nervioso. Yo por otro lado estoy jugueteando con mis dedos, no puedo ni siquiera mirar a los ojos a Ji Min. Su esposa a su lado, mirándome como si quisiera que desapareciera, le molestaba mi presencia, a mi igual la de ella. Ji Min abrió sus labios para hablar, pero YoonGi se adelantó.

— Creo que unos cafés serán buenos. — suspiró — iré a comprarlos. — dio una sonrisa incómoda y se fue.

En mi mente estaba matando a YoonGi por dejarme sola justo ahora.

— ¿Vas a decirme para quién son las cosas de bebé? — preguntó Ji Min.

— ¿Tiene que estar ella aquí? — miré a SoMin y luego volví mi mirada a él.

— Te recuerdo que doy su esposa, HaNeul. — mi nombre salió por sus labios con el mayor odio posible — Tengo derech...

— Ve al auto, SoMin. Espérame allí. O mejor, vuelve a casa, — habló Ji Min interrumpiéndole, reí para mis adentros. — aquí tienes las llaves del auto. — entregó las llaves a SoMin, sin quitar su mirada de mi.

— ¿Cómo volverás a casa? — SoMin frunció el ceño.

— ¿Acaso no existen los taxis o buses? Ya vete. — el tono de Ji Min daba algo de miedo. — y cuando llegue, espero encontrar comida.

— ¡Pero si hoy no me toca cocinar, por algo hemos venido aquí! — se quejó.

— Ahora si lo harás. — la miró y sonrió falsamente.

SoMin puso su mano en su pecho y abrió su boca en forma de "o", dándole más drama a la situación. Se puso de pie, tomó su cartera y se encaminó hacia la salida de la cafetería. El molesto sonido de sus tacones al pisar llenaron el lugar, su melena moviéndose de lado a lado por la manera en que caminaba, estaba molesta. No dudo que cuando vuelva a su casa forme un escándalo y le prohiba a Ji Min el sexo por semanas. Siempre que Ji Min hace algo mal esa es su manera de castigarlo.

— ¿Vas a decirme? Ya estamos solos. — puso sus codos sobre la mesa, y su cabeza reposando en la palma de sus manos — Habla, HaNeul.

Tomé el valor necesario para hablar. Apesar de que no quería decirle sobre HoSeok, debía hacerlo. Aunque él se decepcione de mi. Espero me perdone.

— Ji Min... — me detuve, buscando la manera correcta de decirlo — Estoy esperando un bebé y... — suspiré — no sé si el padre es un violador o el hombre de otra mujer. — mis ojos se cristalizaron. Al parecer hoy estaré llorando en todo momento.

Ji Min cubrió su cara con ambas manos y lo escuché suspirar. Se hizo hacia atrás en la silla y tocó el puente de su nariz con dos dedos.

— ¿Estás hablando en serio? — me miró serio.

— Si, Ji Min. — sollocé, las lágrimas bajaban — estoy embarazada.

— El hombre de otra mujer es HoSeok, ¿no es así? Por eso apareció en tu casa. — yo asentí — ¿y quién ha sido el hijo de puta que te ha violado? Te juro que mandaré a que lo violen a él y que luego lo tiren por un puente. — dijo molesto, ese comentario me hizo reír un poco.

— Creo que ha sido un amigo de Hye y YoonGi. — me encogí de hombros.

Ji Min se puso de pie, dio la vuelta a la mesa y se paró justo a mi lado. Subí la mirada, lágrimas bajaban por las adorables mejillas de mi hermano mayor. Me puse de pie junto a él, Ji Min me envolvió con sus brazos en un abrazo, yo hice lo mismo.

— Pequeña HaNeul, ¿por qué no me lo has dicho? — lloró — Mi pequeña hermana, han abusado de mi pequeña hermana. — calló de rodillas frente a mi — ¿por qué no me lo dijiste? — sollozó — perdón, por favor, perdóname. — sus manos se hicieron puños en mi camisa. Me bajé a su altura.

— No es tu culpa, Ji Min. ¿Por qué debo perdonarte? — sollocé a su lado — Perdóname tu a mi, no he sabido tomar buenas decisiones. Mamá y papá deben estar decepcionados por lo que he hecho. Y ahora tu debes estarlo.  — mi corazón dolió cuando esas palabras salieron de mis labios.

— ¿Yo? ¿Decepcionado de ti? — sostuvo mi rostro con sus dos manos — Claro que no, tonta. Yo nunca estaría decepcionado de ti y mucho menos mamá y papá. — limpió mis lagrimas con sus pulgares — HaNeul, pequeña tonta. — sonrió de lado — te amo demasiado. — yo sonreí, ¡no está decepcionado de mí!

Y allí estábamos, Ji Min y yo, en medio de una cafetería, dándole la escena más emotiva a aquellos clientes y empleados presentes.

Luego de la emotiva escena, buscamos a YoonGi.

— No pude acercarme a ustedes cuando los vi llorando, pensé que debían estar solos. — dijo YoonGi cuando llegamos donde él.

— Muchas gracias, YoonGi. — le abracé.

— No hay porque, HaNeul. — acarició mi cabello.

Me alejé de él y miré a Ji Min.

— Es momento de que vuelva a casa, hermanita. Debo ir a escuchar el escándalo que hará SoMin por que la he echado de aquí. — rodó los ojos y reí.

— Ve con cuidado, Ji Min. — acaricié su mejilla — gracias por no decepcionarte de mi. Él golpeó suave mi hombro y se marchó.

Todo con Ji Min no fue tan mal después de todo. Es bueno saber que no se ha decepcionado.

Ahora es momento de ir a casa...

R u mine? | HoSeok ; SeokJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora