R u mine? | HoSeok ; SeokJin

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HoSeok y la enfermera me miraban, esperando mi respuesta. Miré a Seok Jin quién empujaba la silla de ruedas en la que me encuentro sentada. HoSeok no merece ver a mis hijos luego de todo lo que me hizo. Rompió mi corazón y pretende quitarme a mis hijos, cosa que no permitiré. Él no ha sido una buena persona. Me ha lastimado demasiado. Por otro lado, sigue siendo el padre de esas dos criaturas y no puedo quitarle el privilegio de verlos. Lo sé, pero mi odio hacia él me impide decir que lo dejen pasar, que él es el padre. Las palabras se quedaron atrapadas en mi garganta y no quieren salir.

— Soy el padre de ellos, ¿cierto, HaNeul? — sus ojos me suplicaban que dijera que si, que aceptara ser el padre de ellos pero mi orgullo decidió otra cosa.

— No lo es. — anuncié, él abrió los ojos como platos y su mentón casi llegó a tocar el suelo.

— ¿Nuestro jefe es el padre de tus hijos, HaNeul?  — preguntó Seok Jin y yo asentí. — vaya... — se veía bastante sorprendido — ¿segura que no aceptarás que es el padre? — hizo una mueca.

— Él no merece ser llamado "padre de mis hijos" cuando ha sido un horrible hombre conmigo, me utilizó, Seok Jin. ¿Crees que merece conocerlos? — dije con cierto enojo.

— Solo diré que si no se lo permites, en un futuro esos bebés querrán conocer a su papá, ¿sabes? Y lo harán. — se encogió de hombros, es cierto lo que dice pero no puedo retractarme o mejor dicho, no quiero.

— Ellos conocerán a su padre, solo que hoy no.

— ¡HaNeul! — escuché a HoSeok gritar mi nombre — ¡Di la verdad! Sabes que son mis hijos. — lo miré, estaba furioso — ¡Dilo, maldita sea! — ordenó — No puedes quitarme el derecho de ver a mis hijos. No me digas qué harás pasar a ese maldito princeso como su padre. ¡Demonios, HaNeul! — se iba a acercar a mi pero la enfermera se puso en medio — ¡Aléjate, le haré entender a esa maldita zorra que no puede alejarme de mis hijos! ¡DEMONIOS, ALÉJATE! — gritó furioso.

— ¡Seguridad, por favor! ¡Seguridad! — gritó la enfermera.

Unos segundos más tardes dos hombres vestidos con el uniforme de seguridad llegaron. Agarraron a HoSeok quien seguía gritando cosas horribles hacia mi persona. No imagino el odio que tiene que estar creciendo dentro de él. Debe ser grandísimo. HoSeok seguía intentando soltarse del agarre de aquellos dos hombres, giró su cabeza y clavó su mirada en mis ojos

— ¡HaNeul, me pagarás esta! ¡Lo juro! Te haré pagar. — había moderado su tono de voz — Suéltenme, — ordenó a los de seguridad — sé caminar y conozco la salida.

Solté un sonoro suspiro. Cuando HoSeok ya había desaparecido de aquel largo pasillo Seok Jin volvió a empujar mi silla de ruedas. Miraba el suelo mientras que jugaba con mis pulgares. Subí la mirada cuando escuché un "hemos llegado" de parte de Seok Jin. Una gran sonrisa se plasmó en mi rostro. ¡Veré a mis hijos! Estoy tan emocionada.

Quería ponerme de pie pero no me lo permitieron. Primero me dejaron ver a mi pequeña niña, o como he decidido llamarla, Hee Shin. Verla llenó mi corazón de alegría. Lágrimas bajaban por mis mejillas. Es tan hermosa. Sus pequeñas manitas cerradas en unos pequeños puños muy adorables. Coloqué mi mano sobre el cristal, quisiera poder cogerla en mis brazos, pero no es momento. Contemplaba el hermoso y pequeño rostro de Hee Shin. No paraba de sonreír.

— Usa estos, — la enfermera me entregó unos guantes de plástico y abrió un pequeño cristal, — puedes tocarla. — puedo asegurar que mis ojos brillan de emoción.

Me puse el guante y metí mi mano dentro de aquella encubadora, pude tocar la suave piel de mi pequeña bebé. La mano que tenía libre subió a cubrir mi boca, no puedo creerlo. Solté un pequeño sollozo. Es mi niña.

— Chiquilla, no sé como le has hecho para esconderte y que mi ginecólogo nunca te viera, pero ya te amo. — acaricié su pequeño brazo. — ¿Por qué no te habías mostrado y solo dejabas que tu hermanito se mostrara en los sonogramas, eh? ¿No querías que mami te viera? — reí — Eres tan hermosa.

Seok Jin estaba detrás de mi, viendo la escena.

— Es igual de hermosa que su madre. — le escuché decir y yo solté una suave risa.

— Es mucho más hermosa. — limpié mis lágrimas.

— ¿Quieres ver al niño? — preguntó la enfermera.

— ¡Por supuesto que quiero ver a mi campeón! — sonreí.

Seok Jin me acercó donde mi niño. Como había hecho con Hee Shin, la enfermera abrió un pequeño cristal para que pudiera tocarle. Toqué sus pequeños y adorables pies, Dae-Hyuk es un poco más grande que Hee Shin.

— ¿Quién ha nacido primero? — pregunté a la enfermera.

— Ha sido el niño. — la enfermera sonrió, y yo asentí sonriente.

— Así que has sido tu el primero en salir, ¿eh? — le hablé a Dae-Hyuk. — Ah, ya quiero llevarte a ti y tu hermanita a casa. — suspiré — seremos muy felices, si. — hablé como una pequeña niña — Viviremos juntos, Hee Shin, tu y yo. ¿Qué te parece?

— ¿Y su padre? — preguntó Seok Jin.

— Su papá podrá verlos cuando quiera. Pero Hee Shin y Dae-Hyuk vivirán conmigo, deben crecer junto a su madre. Pues fui yo quien los tuvo 7 meses en el vientre. No él. — Seok Jin se mantuvo en silencio.

— Señorita, es momento de que llene papeles y ponga los nombres de los niños. — habló la enfermera de antes y yo asentí.

Jung Dae-Hyuk y Jung Hee Shin, siempre estarán conmigo. Tenga que luchar con colmillos y garras contra HoSeok.