R u mine? | HoSeok ; SeokJin

04

PDV: HaNeul

Tomé mi celular y le envié un mensaje de texto a Hye disculpándome por haberme ido sin antes encontrarla. Ella no respondió hasta unas horas más tarde. Hye es una adicta al sexo. A cada rato está con YoonGi haciendo cosas sucias. Yo soy todo lo contrario a ella. Nunca he salido con alguien, no he dado ni siquiera mi primer beso. Me pregunto como será mi primera vez... sólo espero que sea con la persona que ame. No quiero entregarle mi "regalo" a cualquiera por ahí. Mi mamá me enseñó que es algo preciado y por eso debo esperar al matrimonio. Pero mierda, la curiosidad me consume. He leído tantos libros dónde dicen que es una sensación increíble, pero más increíble cuando lo haces con la persona que realmente amas. También lo he visto en videos...si, si, soy una virgen que le gusta ver vídeos restringidos...pero es que las expresiones de las chicas son completamente de satisfacción y hacen que la curiosidad recorra mi cuerpo. ¿Realmente el sexo será tan bueno como esas chicas en los vídeos muestran? Quiero experimentarlo por mi cuenta. Aunque espero poder aguantarme hasta el matrimonio.

Me levanté de la cama y fui al baño. Me llevé el celular conmigo... quería ver algún vídeo antes de dormirme. Mientras veía el vídeo pensaba que el chico con el que compartí el taxi me hacía todo lo que el actor porno le hacía a la actriz. Pensar en eso me prendió.

— ¡HaNeul, por amor al chocolate! ¿Qué te pasa? — me reprendí.

Borré el historial del celular, salí del baño y lo lancé a la cama. Debo dejar de tener estos asquerosos pensamientos. Pero por alguna razón no puedo dejar de pensar en cómo sería tener relaciones con HoSeok. El definitivamente debe tener experiencia en cuanto al sexo y he escuchado que hombre con experiencia es mucho mejor.

— ¡Agh! — me tiré en la cama.

Abracé una almohada, pocos minutos después mis ojos se fueron cerrando poco a poco.

[...]

Mis ojos se abrieron más rápido que un rayo cuando sentí a alguien saltar encima de mi.

— ¡HaNeul! ¡HaNeul! ¡HaaaaaNeul! — gritaba Hye.

— ¡Hye, dejame dormir! — cubrí mi cara con una almohada.

— ¡No! Tienes clases. No puedes faltar. — se acostó encima de mi.

— Claro que no...hoy es — caí sentada al ver la fecha — ¡es miércoles y estoy tardisimo! — salí corriendo al baño para hacer las necesidades que todo ser humano tiene.

Me vestí y salí de casa como alma que lleva el diablo. No desayune, ni siquiera me despedí de mi madre. Subí al auto de YoonGi junto con Hye. ¿Cómo es que olvidé que hoy es miércoles? ¡La alarma ni siquiera sonó!

— Un bello sábado para ir a dar un paseo o salir con amigos a pasarla bien. — dijo el locutor en la radio. ¿Bello sábado?

— Hoy no es miércoles, ¿cierto? — le di a Hye mi mejor cara de poker.

— ¿Miércoles? — YoonGi rió — ¿Estas drogada, pequeña HaNeul?

— Es sábado y como dijo el locutor, bello para salir con amigos. — me sonrió — sabía que dirías que no saldrías si te decía que era sábado. Por eso me tomé la molestia de cambiar la fecha en tu celular.

— Te odio, Hye. — me crucé de brazos — ¿Cómo pudiste? Tenía planes para hoy.

— Claro, ¿cuáles? — Alzó una ceja.

— Pues...iba a pasear el perro.

— Tu inexistente perro. Primero, tienes un lindo gato llamado Lucifer, y dudo mucho que le guste salir a pasear. Segundo, ¡diviertete mujer! Eres joven y bella. — rodó los ojos.

Hye siempre dice eso. Ella siempre quiere estar divirtiéndose y en lugares con puro ruido. No entiende que prefiero los lugares silenciosos donde puedo leer tranquila sin interrupciones.

— ¿Y.. a dónde iremos? — pregunté mirando por la ventanilla.

— Al centro comercial. — habló Hye.

No dije nada más. Me estaba preparando mentalmente para que Hye me obligará a comprar ropas provocativas, que marcaran mi cuerpo. Siempre que voy al centro comercial con Hye no puedo comprar la ropa que a mí me gusta.

Entramos al gran centro comercial. Hye estaba junto a YoonGi mientras que yo estaba detrás de ellos mirando mi celular.

— ¡HaNeul! — me llamó Hye, me había distraído en el celular — ven, entremos aquí. Hay ropa muy bonita y que sé que te quedarán di-vi-nas. — sonrió.

— Claro. — rodé los ojos.

Hye me arrastró dentro de la tienda y comenzó a coger distintas piezas de ropa. Shorts, mini-faldas, vestidos cortos. De absolutamente todo.

— Ven, pruebate esto. — dijo dándome un vestido floral corto.

En el probador, luego de ponerme el vestido, me quedé observando mi reflejo. No me veo nada mal. El vestido quedaba exactamente a la mitad de mis muslos. Ni tan largo ni tan corto.

— ¡Apresurate! Quiero verte. — dijo Hye desde afuera del probador.

— Si, si, ya voy. — me miré una vez más en el espejo y salí.

— Ponte estos tacones. — me dio unos tacones negros que quedaban perfectos con el vestido.

Me puse de pie y Hye me hizo dar unas vueltas. Ella pensaba si estaba aceptable o no. Esperé a que ella quitara la cara de concentración estúpida que tenía.

— ¡Perfecto! Soy la mejor en esto de la moda. — rió y yo rodé los ojos.

Caminé hasta el vestidor de nuevo. No contaba con que de la completa nada olvidaría como caminar en tacones, haciendo que cayera. El traje se había subido hasta la cintura por la caída, dejando mi ropa interior expuesta.

— ¿Estás bien? — escuché la voz que hace unas horas había escuchado por primera vez.

Mierda, que situación tan incómoda.