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PDV: HoSeok

Mi corazón latía a mil por hora. La cachetada de HaNeul me dolió pero más me dolieron sus palabras, no tanto por ella, si no por el hijo que carga en su vientre. Ella habló con tanto dolor. Puedo ver el odio en sus ojos. El Dr. Lee se encontraba a mi lado, mirando la escena igual que todos los presentes en aquel restaurante, pero eso es lo de menos. ¿Qué haré ahora que HaNeul sabe la verdad? No, ¿qué hará ella ahora que sabe toda la verdad?

"No te vuelvas acercar a mi, Jung HoSeok"

Su tono estaba lleno de ira...de odio. Sus ojos lagrimeaban, su delineado ya jodido. Secó sus lágrimas con sus nudillos y se encaminó a la salida que yo me adelanté en cubrir. Extendí ambos brazos, evitando que pudiera salir del lugar.

— Muévete, imbécil Jung. — ordenó, moviendo su cabeza a un lado, indicándome a donde moverme.

— No, HaNeul escucha.

— ¿No crees que ya escuché suficiente? Demasiado para decir verdad. — sonrió sarcástica, ella tiene razón.

— Déjame explic...

Mis labios se cerraron cuando sentí su mano en mi cara nuevamente, haciendo que girara mi rostro por el golpe. Me quedé mirando el suelo unos segundos para luego mirarle a la cara. Estaba furiosa, nunca le había visto así.

— ¿Sabes algo, Jung HoSeok? — caminó a la mesa más cercana a ella, dónde una pareja observaba nuestra escena — realmente pensé que me querías, que tonta fui, ¿no? — su dedo índice corrió el borde de una copa de vino tinto la cual sus dedos más tarde sostuvieron — Tan inocente, pensando que te divorciarías por mi. — bufó y dio un trago de la copa en su mano.

— HaNeul, suelta eso, no debes estar tomando por el bien del bebé.

— ¡Oh, ahora te preocupas! — carcajeó — Ah, Jung HoSeok, realmente eres desagradable e hipócrita. Gracias por mostrarme lo poco hombre que realmente eres, debí sospecharlo. — alzó una ceja y pegó la boca a sus labios — ¿cómo es que alguien como tú, con una esposa bellísima y dinero se fijaría en mí, una chica que ni siquiera un trabajo tiene?

— HaNeul, por favor... — traté de acercarme a ella pero con su dedo índice detuvo mi andar. Abrió mi chaqueta negra, mostrando mi blanca camisa bajo de esta, y vertió todo el contenido sobrante del vino tinto en su copa en la fina camisa.

— Ahora ve a...¿cómo era que se llamaba? — puso un dedo en su mentón y luego lo puso en el aire cuando pareció recordar — Sun Ha Ni — arrastró cada palabra. — para que te limpie las lagrimitas y limpie tu camisa que puedo asegurar cuesta muchísimo.

— HaNeul...

— ¡Calla de una puta vez, Jung HoSeok! Tus asquerosamente deliciosos labios no pueden volver a pronunciar mi nombre. ¡Te odio!

— HaN... — me detuve — ¿qué pasará con nuestro hijo?

— ¿"Nuestro"? — carcajeó — no hay un nuestro, cariño. Solo un "yo", claro está que se quedará conmigo. Podrá visitarte los fin de semana.

— No puedes hacerme esto, HaNeul. Es nuestro hijo, ¡Es mí hijo! — alcé la voz — Debe crecer al lado de su padre.

— Observa como lo hago. Obviamente no trabajo, así que me pasarás pensión alimenticia pero eso lo dejamos para cuando el niño haya nacido. Como dije antes, podrá visitarte los fin de semana.

Agarré su brazo y la llevé fuera del restaurante, estoy cansado de las miradas sobre nosotros. En cuanto salimos ella se alejó de mi,  safandose de mi agarre.

— Me hacías daño, idiota. — puso su mano donde yo la había agarrado. Chasqueé la lengua.

— Ya, lo siento pero estoy desesperado. Quieres alejar a mi hijo de mi.

— No lo quiero alejar de ti, HoSeok. Eres su padre. Solo que no estará las veinticuatro horas de los siete días de la semana contigo. No quiero viviendo en mi hogar un imbécil que solo quería que yo quedara embarazada para luego quitarme a mi bebé y llevárselo con su bonita esposa quien lo espera en casa. ¡Oh, por cierto! ¿Ella sabe de este plan tan descabellado? — puso sus manos a cada lado de sus curveadas caderas. Yo negué moviendo mi cabeza de lado a lado.

— Eso no es lo importante ahora, HaNeul. — traté de acercarme a ella pero ella retrocedió dos pasos.

— Adiós, Jung HoSeok. — sonrió de lado, movió su mano en el aire, unos segundos más tarde un taxi se paró frente a ella, al cual subió y aceleró tan rápido como se detuvo. Pareció sacado de la escena de una película, cuando yo pido un taxi parar no lo hace, ¡pero HaNeul lo hace y en un segundo se detiene!

Solté todo el aire que contenía en mis pulmones. Debo hacer algo, si no lo hago, perderé a mi hijo. ¿Tenerlo los fin de semanas? ¡Claro que no! No puedo permitir que eso suceda. Mi niña o niño debe crecer junto a mi, nada ni nadie me impedirá eso.

Entré al restaurante, pagué el pedido que ni siquiera logré probar. Caminé hasta mi auto y me dirigí a casa. Creo que tengo un plan.

Cuando llegué a casa, entré y me encontré con HaNi, pasé de largo hasta mi habitación.

— HoSeok, amore mío. — me llamó HaNi pero le ignoré, cerré la puerta detrás de mi.

Busqué en mi mesita de noche una tarjeta de mi abogado. Marqué su número y esperé a que contestara.

— ¿Sí? — escuché decir al otro lado de la línea.

— ¿Abogado Kim?

— Él habla, ¿qué sucede?

— Soy Jung HoSeok, ¿me recuerda? Necesito su ayuda. Tengo mucho dinero que ofrecer.

— Jung HoSeok, claro que me acuerdo de usted, ha sido mi mejor cliente — puedo asegurar que está sonriendo, antes ha trabajado para mi y le he pagado muy bien — dígame que necesita, estaré encantado de volver a trabajar para usted.

Me senté en la orilla de la cama y comencé a explicar mi plan. Él escuchaba detenidamente y de vez en cuando decía alguna que otra cosa que me pudiera ayudar. Cuando había terminado de explicar corte la llamada, completamente satisfecho con mi plan.

Park HaNeul, prepárate para perder a tu hijo.

SE PRENDIÓ ESTA MIERDAAAAAAAA. SOY YO LA ESCRITORA Y ESTOY EN JUNGSHOOK

Mi expresión al terminar de escribir este capítulo:

Mi expresión al terminar de escribir este capítulo:

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R u mine? | HoSeok ; SeokJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora