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Luego de haber estado en aquel restaurante con HoSeok y HaNi me dirigí a casa. Estaba cansada. Mis pies dolían. Mientras caminaba a mi habitación iba dejando un rastro de ropa que ya luego me encargaría de recoger. Solté un sonoro suspiro y me acosté en mi cómoda cama. Agarré mi celular y pude ver que en él tenía llamadas perdidas de Hye. Marqué su número y puse el altavoz, esperando a que respondiera. Su voz sonó al otro lado de la línea más aguda de lo normal debido al grito que soltó.

— ¡HaNeul! — parecía algo molesta — ¿Dónde demonios estabas? Una mujer embarazada debe saber que el celular debe ser respondido en todo momento por cualquier emergencia. — soltó un suspiro — Me haces preocupar demasiado, Park HaNeul. Debería ser un delito preocupar a alguien de esta manera. Ya iba a llamar a YoonGi para ir a buscarte hasta debajo de las piedras. Eres increíble. — cuando por fin había terminado su pequeño sermón solté una leve carcajada.

— Lo siento, había ido a la entrevista de trabajo y luego a comer junto a HoSeok y su esposa. — rodé los ojos aunque sé que ella no me está viendo.

— ¿Comer? ¿HoSeok y su esposa? ¡No jodas, HaNeul! ¿En serio? — estaba sorprendida, lo sé por su tono.

— No es broma, estabamos todos comiendo en la misma mesa. HaNi me ha invitado así que acepté. Debiste ver la reacción de HoSeok, estaba tan nervioso. — reí y ella soltó un gritito.

— No me lo puedo creer. Ojalá hubiera estado ahí. ¿Pero qué sucedió? Cuéntamelo todo con lujo de detalles, eh. No estuve ahí pero puedo imaginar. — apuesto que tiene una media sonrisa en su rostro, siempre que hay chismes nuevos que quiere saber esa es su reacción. Sonreír maliciosa.

Comencé a narrarle todo lo sucedido, ella aveces decía un comentario como "¡estás totalmente loca!", "no puede ser", "vaya" o soltaba algún tonto gritito que si seguía haciendo me sangrarían los oídos por ser tan agudos. Caminaba por toda la casa mientras le decía, nunca he podido estar sentada en un solo sitio mientras hablo en el celular. ¿Soy la única?

Luego de contarle absolutamente a mi mejor amiga, hablamos de algunas cosas más y cortamos la llamada. Miré la pantalla de mi celular, pensando en mi hermano mayor. Hace ya unos días no hablo con él y la verdad lo extraño. Marqué el número de Ji Min y esperé a que respondiera. Cuatro tonos más tarde por fin había contestado.

— ¿Hola? — esa no era la voz de Ji Min — ¿Qué quieres, HaNeul? — la insoportable voz de la esposa de Ji Min me hizo rodar los ojos.

— ¿Dónde está Ji Min? Quiero hablar con él, no contigo, SoMin. — dije con cierto odio.

— Está ocupado, zorrita. — cuando escuché esa última palabra mi mano libre se apretó en un puño.

— ¿A quién diablos llamas "zorrita", maldita interesada? ¡Pon a Ji Min en el maldito celular! No sé qué demonios haces con su celular en mano. — SoMin nunca me cayó bien y nunca lo hará.

— Por lo menos soy una interesada y no una zorra que se mete en medio de un matrimonio. — rió realmente burlona

— Te vas a arrepentir tanto de haber dicho esas palabras. Oh, SoMin. No sabes lo mucho que te odio. No sé que coños vio Ji Min en ti. Eres un asco de persona. — estaba tan enojada.

— Ya, ¿qué harás? — soltó una  fuerte carcajada — Tu no puedes hacer nada, puta.

— Pon a Ji Min en el maldito celular, SoMin. — rodé los ojos, no tolero un segundo más hablando con ella.

— ¿Y qué si no lo hago? Si no quiero pasarte a mi esposo no lo hago. ¿Sabes algo? Si yo fuera Ji Min jamás te volvería a hablar, no eres más que una zorra. Tus padres estarían tan descep... — se quedó en silencio.

— ¿Qué haces, SoMin? — se escuchó la voz de Ji Min a lo lejos detrás de ella. — ¿Quién es? — el tono de Ji Min se escuchaba molesto.

— E-Es HaNeul.

— ¿Y tu acabas de llamarla zorra? — SoMin se quedó en total silencio — ¡Responde cuando te pregunto algo! — Ji Min alzó la voz.

— Ji Min, amor, lo siento, no quise...

— Lárgate. — al parecer arrebató el celular de la mano de SoMin. — ¿Qué pasa HaNeul?

— Solo quería saber como estás, te he extrañado.

— HaNeul, quiero preguntarte algo. — escuché un suspiro de su parte.

— Claro, pregunta.

— ¿Me estás escondiendo algo?

Tragué hondo. ¿Por qué pregunta esto de la nada? Si escondo algo pero no quiero decirle. ¿Acaso ya sabe? No lo creo, no le he dado razones para pensar que algo pasa. No entiendo a que viene su pregunta realmente.

— ¿Esconder algo? ¿Cómo qué? — pregunté unos segundos más tardes.

— Con tu bebé. Con HoSeok. ¿Todo está bien con todos ustedes? — algo en su voz me daba curiosidad en saber a qué quería llegar con estas preguntas.

— Todo está muy bien, Ji Min. ¿Qué podría estar mal? — reí algo nerviosa, no quiero mencionarle nada — No hay nada absolutamente mal.

— Me preguntaba por qué razón hiciste una entrevista en la compañía Hope, es algo extraño ya que, bueno, ya sabes, HoSeok y tu salen y vas a tener un hijo de él. ¿Cómo vas a poder trabajar? Pensé que HoSeok no te lo permitiría.  — pensé en que responder.

— Él no quería dejarme hacerlo, pero yo discutí con él. Quiero trabajar y no puede impedírmelo. El bebé y yo estaremos bien, el embarazo no me lo impedirá. — rasqué mi nuca — No te preocupes, Ji Min. Tengo todo bajo control. Pero una pregunta, ¿cómo te has enterado?

— Me ha llegado una carta notificándome sobre tu entrevista. — fruncí el ceño — Esperaba que tu me lo dijeras pero en realidad un pedazo de papel lo hizo.

— Te lo iba a decir pero no encontré el tiempo. Lo siento. — reí nerviosa.

Mi mente corría. ¿Una carta notificándole? ¿Por qué demonios le llegaría una carta a Ji Min sobre mi entrevista? Esto no hace nada de sentido. La secretaria nunca me mencionó algo de una carta. Esto es extraño.

R u mine? | HoSeok ; SeokJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora