71

700 88 1
                                    

PDV: HaNeul

Me levanté al rededor de las 8:00a.m. para preparar a mis bebés para su cita en el doctor. Es su primera cita admito que siento nostálgia, no lo sé, tal vez debo ir adaptándome al hecho de que mis hijos crecerán y tendrán su "primera vez" de todo. Los preparé a ambos, Seok Jin aún dormía plácidamente sobre mi cama. Anoche nos quedamos dormidos viendo películas. 

Él se removió en la cama cuando abrí el armario para buscar unos jeans y una camisa simple para ponerme. Me di un baño y me vestí. Al salir del baño Seok Jin se encontraba sentado en la orilla de la cama frotando sus ojos.

  — No olvides llamar al trabajo para decir que no volverás. — dijo con su voz algo rasposa. 

Aunque luché por no dejar el trabaho, al final, Seok Jin terminó ganando. Dijo algunas cosas bastante ciertas como, "no puedes seguir trabajando en el mismo lugar de trabajo que Jung HoSeok luego de todo lo que ha pasado." y tenía razón. No podía seguir en Hope Company. Él prefiere que me quede en casa para cuidar de los niños, cosa que yo también prefiero, así que eso haremos. Cuando nos casemos todo será más sencillo pues viviremos juntos pero por ahora el pagará mis deudas aunque viva en otro lugar pues si dejo la compañia no tendré dinero. Estuvo totalmente de acuerdo en pagar absolutamente todas mis deudas, él solo quiere que deje de trabajar para HoSeok.  

También debatimos por si viviremos en su casa o aquí, yo prefiero que nos quedemos aquí, la casa es más pequeña y estamos cómodos, por otro lado su casa es mucho más espaciosa y tiene un patio bastante grande para que cuando los niños crezcan puedan jugar. Pero aún no decidimos del todo. Creo que es más difícil decidir como será tu vida con alguien que no es de tu clase social, tu estas acostumbrado a una vida y ellos a otra. 

  — Ya me voy, Jinie.  — volví a llamarlo con aquel apodo que no le gusta para nada. Gruñó y yo reí bajo. 

  — Cuídense, ¿vale? Mucho cuidado manejando. — yo asentí y cuando me giré recibí un suave azote en el trasero de su parte. Rodé los ojos divertida, últimamente hace eso muy seguido. Quien diría que el "señor amable y muy adorable que parece no romper un plato"  resultara ser tan pervertido. 

Al salir fuera de la casa pude ver un auto negro estacionado al otro lado de la carretera, se me hacía conocido pero decidí ignorarlo. Subí a los niños al auto y volví rápido a dentro a buscar sus pequeñas mochilas, volví afuera y abrí la puerta del pasajero para ponerlos allí. Giré sobre mis talones para luego cerrar la puerta pero algo, mejor dicho, alguien me lo impidió. Iba a gritar pero su mano cubrió mi boca. Una arma en su mano fue apuntada a mi frente. Sin poder controlarlo, comencé a llorar. Mis manos tiemblan. Tengo miedo por los bebés. No podía ver su rostro ya que llevaba una máscara puesta. Su ropa era totalmente negra. 

Iba a ofrecer dinero, mi auto, absolutamente todo de valor e iba a pedir que dejara que mis hijos y yo nos fueramos pero en ningún momento quitó su mano de mi boca. Me giró, haciendo que mi espalda chocara con su pecho. Me hizo subir al auto de muy mala gana. Cerró la puerta detrás de mi y claro, con seguro puesto. Corrió hacia el lado del píloto y aunque traté de cerrar la puerta, no logré hacerlo, cuando logré tocar la puerta para cerrarla él la aguantó. Se subió y como alma que lleva el diablo, encendió el auto y aceleró.

 — Por favor, si deja que mis hijos y yo nos vayamos le daré todo lo que quiera.— supliqué —Si quiere dinero solo diga una cantidad. Si quiere el auto, tómelo con todo lo que lleve dentro excepto mis hijos y yo. Por favor. ¡Le daré lo que pida!  — y aunque rogara y rogara, él me ignoraba. 

No tengo la menor idea de qué quiere. No ha dicho una sola palabra desde que salimos de casa. Tengo el celular en mi bolsillo trasero, si tan solo pudiera sacarlo y enviar un mensaje a Seok Jin con mi localización tal vez logremos salir de esto.

Con suma cautela, comencé a sacarlo de mi bolsillo. Seguía llorando y rogando para que no notara lo que hacía. Me giré, dándole la espalda, sóllozaba bastante alto. Rogaba mentalmente para que mi celular no hiciera algún tipo de sonido. Logré desbloquearlo, mis sollozos habían opacado el sonido que hace al desbloquear. Rápidamente comencé a bajar el volumen. Necesito que esté en silencio antes de que suceda algo.

— ¿Qué haces? — mis ojos se abrieron como platos, no por el hecho de que haya hablado, sino por que conozco esa voz. Sé perfectamente quien es.

— Debes estar bromeando. — me giré para poder mirarlo, escondí el celular en mi espalda. — Por favor, dime que no eres él.

— ¿D-De qué hablas? — y sin avizo alguno, quité su máscara.

Negué repetidas veces con la cabeza. Él seguía con una expresión seria. ¿Qué demonios está pasando por su mente? Su estado mental debe estsr tan afectado en estos momentos para llegar a tomar esta decisión.

— HaNeul...

— Ni una sola palabra. — por cada palabra, hacía una pausa. — ¿En qué demonios estás pensando al hacer todo esto?

— No voy a dejar que te cases. No puedes. — su voz se quebró.

— ¡¿Y quién demonios te crees para tomar esa decisión por mí?! — alcé la voz. Solté un suspiro, cansada. Puse dos dedos en el puente de mi nariz.

— Los niños no pueden crecer al lado de otro hombre. — negó con su cabeza.

— Jung HoSeok, ellos pudieron haber crecido al lado tuyo, pero tú querías alejarlos de mí, cosa que no iba a permitir. Yo estaba dispuesta a casarme contigo por que te amaba pero tu no a mí, ¿cierto? — bufé — todo esto, te lo has buscado tú. — Él se mantuvo en silencio, me giré en el asiento para volver a darle la espalda.

Cuidadosamente volví a utilizar el celular, no enviaré un mensaje. La mejor opción que tengo es llamar a Seok Jin y que él se ocupe en encontrar mi localización con ayuda de la llamada.

Necesito alejarme de HoSeok, está totalmente fuera de sus cabales.

R u mine? | HoSeok ; SeokJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora