Capítulo 64.

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Sus labios se movían como si no hubiese un mañana. Las manos de Jimin subieron al rostro de ella para tomarlo. Sus respiraciones eran agitadas y ambos querían tener su momento.

-Supongo que tendré que esperar hasta la noche- susurró Jimin sobre sus labios.

-¿Por qué? Podemos aprovechar el tiempo que nos queda a solas.

-Me gustaría pero ya mismo tengo una cita...prometo que esto no se quedara así- Jimin beso por última vez los labios de____y salió de la oficina.

Bajo las escaleras y salió del edificio para dirigirse al estacionamiento, se adentro en su camioneta y cerro la puerta a su paso. Abrió la guantera y verifico que su arma estuviera ahí. Aquel lugar que le había dicho Carlo se le hacia algo conocido y juraba que ya había estado alguna vez allí. Las casas que se veían constante desaparecieron dándole un aspecto de abandonó y algo de miedo. Antes de bajarse del auto recibió una llamada.

-¿Diga?- preguntó Jimin.

-¿Dónde estas?- preguntó la voz enojada de su tío. -necesitaba hablar algo contigo y con la señorita Jones.

-Estoy haciendo unas vueltas y me demoró, habla con ella y después me comentas a mi...ella ya tiene la listas que me habías pedido hace semanas.

-Hablaré entonces en la noche contigo- este sin darle la oportunidad a su sobrino que contestará colgó. Sacó de la guantera su Bretta 92FS de origen italiano, se la metió en el interior de su chaqueta y se bajo del auto intentando no levantar sospechas con algunas personas que habían en el lugar. Dio tres pasos para encontrarse con una puerta de color café algo deteriorada. Este termino de abrirla cuando vio que se encontraba algo abierta, la cerro a su paso después. El olor a moho se hacia presente y el interior se esa "casa" era espantoso. No había ni una sala ni un comedor, ni siquiera una digna habitación. Este metió sus manos en los bolsillos de su pantalón y le dio una rápida mirada a la primera planta sin mas subió a la segunda.

Giro su rostro a la derecha y vio que había una pequeña habitación con una cama de sábanas gris, a diferencia de la primera plata la segunda lucia mejor. Al fondo pudo ver otra habitación y la sombra del maldito que intento violar a su amada.

-Tienes agallas al haber venido hasta acá- comentó Spencer viendo la ventana que había en su lado izquierdo de la cabeza.

-He hecho mejores cosas y comparado con este mierdero, esto no me llega a asustar en nada.

-¿Dónde conseguiste esa información?- preguntó el haciendo tronar sus dedos. -Fue Megan, ¿verdad?.

-Tu hermana es muy ingenua para que me suelte todo de una vez, tengo contactos. Spencer hecho una furia se acerco al cuerpo de Jimin para darle un golpe pero la mano derecha del susodicho lo detuvo. Levantó su pierna izquierda para darle una patada en todo su estómago ocasionando que el cuerpo de Spencer fuera a dar mas lejos.

-Te recuerdo que mientras tu das un paso yo logro dar cinco...eres solo un pedazo de basura.

-Imbécil- Spencer con todos sus fuerzas se acerco a Jimin para darle otro golpe pero de nuevo este lo detuvo haciendo que este fuera a dar al piso de nuevo.

-Esto me empieza a aburrir, sabes- comentó Jimin colocando sus cabellos de para atrás. Jimin sin decir nada bajo a la primera estancia para ir a la cocina. Cuando encontró lo que quería subió de nuevo. Un golpe en seco se escucho cuando Jimin cayó al suelo. Spencer lo había atacado por la espalda ocasionando que este botará el cuchillo que había obtenido.

-Me las vas a pagar por haberme arruinado la vida- las manos de Spencer tomaron posesión del cuello de Jimin para estrangularlo. El pelinegro fue acercando su mano para alcanzar el cuchillo. Un grito desgarrador se escucho por parte de Spencer cuando Jimin clavó el cuchillo en su hombro derecho.

-A mi no me vuelvas a poner un dedo encima- habló Jimin entre dientes. Este acomodo su cabello de nuevo y se posiciono encima del cuerpo de Spencer.

-Vamos a jugar un pequeño juego que mi tío solía jugar conmigo cuando tenia la edad de 19 años- una sonrisa perversa se dibujo en la boca de Jimin. Una vez mas no sabia lo que estaba haciendo. Con todas sus fuerzas clavó el cuchillo en su brazo izquierdo ocasionando que la sangre saliera en un instante. Los gritos de aquel idiota eran música para los oídos de Jimin.

-¿Qué mierda es lo que quieres de____?- preguntó Jimin. Este al no ver respuesta por su victima volvió a clavar el cuchillo. -Te acabo de preguntar hijo de perra- gritó Jimin.

-Quería su dinero para pagar algunas cosas- el pelinegro subió su vista hasta el techo café y dio un suspiro y con todas sus fuerzas clavó de nuevo el cuchillo. Este lo hundió hasta el fondo tocando algunos de sus nervios. Este sin piedad alguna lo empezó a mover haciendo que perdiera por completo la sensibilidad de su brazo izquierdo.

-P-ara por f-favor- aquella perdida de sangre ya estaba empezando a afectar a Spencer.

-¿Te gusta?- Jimin volvió a hacer una vez mas lo que había hecho con su brazo izquierdo. -TE GUSTA- gritó Jimin con algo de sangre salpicada en su rostro. Jimin se separó del cuerpo de Spencer para ver como la sangre manchaba aquel piso. Las fuerzas que tenía su victima eran escasas, le había hecho perder la sensibilidad de su brazo izquierdo y a penas duras podía mover el derecho.

-¿Qué vas a hacer? Golpearme- comentó Jimin en un tono burlesco al ver a Spencer caminar hacia a el. -No tienes las fuerzas como para levantar un simple dedo...y eso que me falta jugar con aquellas piernas.

-Tu me las vas a pagar...hijo de perra- la sangre que salía de sus brazos manchó la camisa blanca que tenia Jimin. -No mereces vivir- Spencer le quitó el cuchillo que tenia en su mano y lo clavó tal y como el había hecho en su hombro. Una risa de psicópata se escucho en la habitación.

-Además de pegar no sabes torturar- rió mas fuerte Jimin. Este empujo el cuerpo de Spencer hacia atrás y quitó el cuchillo de su hombro. -Tu eres el que no merece vivir- saco su pistola que tenía y dio tres disparos en su pecho ocasionándole la muerte de un tiro. -No eres mas que un pedazo de basura- Jimin observo el cuerpo y salió de aquél lugar.

<***>

Su vista era pesada y tenía náuseas, no recordaba nada de lo que había pasado en su oficina. Sus ojos se abrieron de golpe cuando ella se encontraba atada en una cama, le era imposible mover alguna parte de su cuerpo. La puerta de color gris se abrió y pudo ver una silueta algo familiar.

-Los deseos de follarte ahora mismo me ganan...eres bellísima- aquel tacto lo único que le acusaba era asco.

-Suel....- un golpe en su mejilla derecha recibió.

-Cállate y se la perra que eres- este tomo los labios de la castaña y los beso de una manera exagerada. Las lágrimas no dudaron en salir.

#2 ¿quieres jugar? ©park jimin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora