Capítulo 61.

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Este matenía su cabeza apoyada con la fría pared del baño. Las tibias gotas caían por su cuerpo y los vidrios se estaban empañando. De nuevo no había podido dormir bien. Sus ojos pesaban y lo único que quería en ese entonces era morir. El dolor que sentía en su mano derecha era soportable al igual que los dedos de su izquierda.

Después de estar prácticamente 40 minutos debajo del agua salió con una toalla envuelta en su cadera. Camino hacia su closet y saco un nuevo traje que iba a vestir hoy. Se miro en el espejo de cuerpo y bajo a la primera planta. Hoy no comería nada.

Antes de ir a la oficina se vería con Carlo quien le daria un buen paquete con las fotos que el había pedido ayer. Si ella no quería entender por las buenas seria entonces a las malas. Encendió su camioneta y emprendió camino hacia la casa de su amigo. Unos 20 minutos estuvieron hablando ellos dos, este al verlo no dudo en darle el paquete.

Se adentro en aquel edificio grande y camino hacia el elevador para poder ir al piso quince que era donde se encontraba su oficina. Se pudo dar cuenta de que casi el personal no había llegado. Al abrir la puerta de su oficina pudo olfatear el dulce perfume que hoy la castaña había aplicado en su piel.____mantenía la vista en su hoja mientras esta escribía. Deseos de follarla en ese instante pasaron por los pensamientos de Jimin. Haber traído ese vestido tan ajustado no había sido una buena idea para ella. La castaña levantó su vista para ver al pelinegro acomodarse en su escritorio.

-¿Qué es esto?- preguntó ella al ver que Jimin le había tirado un paquete.

-Míralo si quieres- este le respondió de una manera fría y volvió a su lugar. La castaña paso saliva y abrió el paquete que Jimin le había entregado segundos después. Esta frunció el entrecejo cuando vio a Spencer estar con alguien de muchos tatuajes en su piel ingresar a lo que se llama un bar. Mas y mas fotos habían así hasta que se topo con una en donde el aparece con Megan hablando.

-¿Quién es ella?- preguntó ella señalando a la mujer de tatuajes.

-Pregúntale a el, yo no se nada después de que me llamaron mentiroso- este volvió la vista a su laptop. La castaña hecha humos se levanto y salio de la oficina para ir a donde Spencer.

-Me puedes explicar que es esto- hablo la castaña en un tono frío observando a Spencer de la peor manera.

-Son fotos- respondió el moviéndose de un lado para otro con su silla de ruedas.

-No me vengas ahora con maricadas, quien es ella y que hace contigo en un bar.

-Es solo una mesera, no tienes que hacer tanto escándalo.

-Y supongo que las meseras ofrecen un buen servicio ya que acá puedo ver que te la estas casi comiendo- esta le tiro en la cara una foto de el y ella besándose.

-No recuerdo haber hecho eso...estaba pasado de copas.

-No me creas estúpida, desde hace salen ustedes dos. Este se levanto de su silla y camino hacia donde la castaña se encontraba.

-¿Te costaba mucho acostarte conmigo?- este la tomo de las mejillas haciendo que sus dientes lastimaran el interior de ella.

-Su-el-ta-me- le era difícil hablar.

-Solo eres una estúpida mujer de 22 años que aún es virgen, nunca pudiste darme un buen polvo como ella si me lo sabe dar- sus manos fueron al cuello de ella. La respiración se le dificultaba y su rostro empezaba a colocarse morado.

-Yo n-no soy un-a p-ut-a- fueron las palabras que salieron de la boca de la castaña. Las manos de Spencer soltaron el cuello de ella, esta se dejo caer al piso tosiendo. Una marca roja no tardo en hacerse presente en el cuello de ella. Spencer mientras tanto, se encontraba caminando de un lado hacia a otro con la vista en el techo. Se acerco a ella y la tomo por los brazos haciéndola levantar a la fuerza.

-Vamos a ver si entonces me puedes dar un buen polvo- la acerco a su escritorio y tiro todas las cosas que estaban encima de el para colocar el cuerpo de la castaña. Las lágrimas no tardaron en hacer presencia cuando este rasgo parte de su vestido, quería abusar de ella ya que a las buenas no había podido. Este le tapo la boca mientras que con su otra mano masajeaba la zona intima de ella. El intentar escapar le era difícil. Los besos de Spencer bajaron por su cuello dejando algunas marcas. Sentía en ese entonces asco de la persona que algún tiempo la hizo suspirar de amor. Los apretones que este daba en sus pechos le ocasionaba dolor, la estaba lastimando.

Este cerro los ojos con fuerza y retrocedió unos pasos cuando la castaña lo había mordido en la mano que tapaba su boca. Rápidamente se acerco a ella y atrapo sus labios para que no dijera palabra alguna. Las manos de_____fueron hasta el rostro de el para quitarlo pero le fue imposible debido a la fuerza que estaba haciendo. Con su pie izquierdo logro quitarlo de encima tras haberle pegado en su entre pierna.

-¡JIMIN!- un grito desgarrador se escucho por parte de la castaña. Spencer se levanto y le dio un fuerte golpe en la mejilla a ella. De nuevo los besos se hicieron presentes al igual que las tocadas que lo unido que le causaban a ella era simplemente asco.

El cuerpo de Spencer se vio tendido cuando Jimin logro darle un puño en todo su rostro. Las venas de su cuello se marcaron automáticamente tras ver el cuerpo de la castaña en ese estado. Un segundo golpe se hizo presente en el cuerpo de Spencer.

La ira que sentía en ese entonces se apodero por completo de Jimin, ya no era responsable de lo que pasaba y estaba totalmente consumido por ella. La sangre empezó a salir de la nariz de Spencer cuando este le había roto su tabique por los golpes que Jimin le daba. Su labio inferior estaba roto y la falta de aire se le estaba haciendo escasa cuando le dio una patada en la boca de su estómago.

-Esto no se queda así, hijo de perra- un último golpe basto para dejar a Spencer totalmente inconsciente. Camino hacia donde se encontraba la castaña y la tomo del brazo para salir de aquel lugar. Estando ya en la oficina ella no dudo en abrazarlo, quien la viera juraría que se trataba de una niña de tan solo cinco años la cual lloraba por algún suceso extraño. Se encontraban en el sillón que estaba al frente del escritorio de ella.

-Lo lamento- susurró ella escondiendo su rostro en el cuello de el. La fragancia que Jimin había aplicado en la mañana entro por sus fosas nasales. La mano de Jimin subía y bajaba lentamente por la espalda casi desnuda de ella.

-¿No piensas cambiarte?- preguntó Jimin al ver el vestido de ella rasgado.

-¿Puedes llevarme a mi casa?- preguntó ella alzando su rostro. Este sin decir nada se levanto del sillón y camino a su escritorio para tomar una chaqueta que había en el respaldo de su silla.

-Póntela- ordenó Jimin. La castaña se limpió las lágrimas que caían por su rostro. El cuerpo de Spencer ya no se encontraba en la oficia, sin mas salieron de aquel edificio.

#2 ¿quieres jugar? ©park jimin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora