Capítulo 77.

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Se despertó de golpe al haber escuchado un extraño ruido, miro a su alrededor y se dio cuenta de que estaba soñando. El vientre de ella subía y bajaba lentamente dándole tranquilidad al mismo cuerpo de ella. Había sido un sueño de que volvía a ser padre. Sin despertar a la castaña se levantó de la cama y bajo a la habitación de las niñas para observar si se encontraban sanas. Hani no se encontraba en su cuna. Decidió bajar a la primera planta y se encontró a una pequeña pelinegra tirada en el piso sosteniendo su rodilla.

-¿Nini?- preguntó angustiado Jimin. Este la alzó y empezó a dar pequeños besos en su frente, la pequeña estaba llorando y todo gracias a que se había caído por tan solo tomar algo de comida.

-Lo siento- susurró la pequeña escondiendo su rostro en el cuello de su padre para sentirse segura. -Quelia comida- tartamudeó la pequeña limpiando las lágrimas que bajan por sus mejillas. Jimin no dijo nada y camino hasta el Mesón de la cocina y dejo encima a la pequeña. -¿Qué quieres comer?- preguntó Jimin peinando sus cabellos.

-Leche y galletas- respondió ella con una gran sonrisa. -quelo leche pero que este calente- respondió ella una vez mas. -También quelo aloz y mas aloz.

-Te daré solo leche y galletas- respondió su padre con una sonrisa que hizo que la pelinegra sintiera mas ganas de comer. Esta algunas veces se comportaba como su madre, pedía mucha comida de la cual solo comía la mitad. Hani observaba como su padre sacaba las galletas de un gabinete de la cocina, sus cabellos despeinados lo hacían lucir hermoso y sus ojos hinchados igual. Eran idénticos en todo. Un gran sorbo le dio a su leche cuando Jimin le entregó el vaso. Estaba deliciosa.

-Gachas- Hani sonrió y dejo ver como sus ojos formaban una pequeña línea al igual que su padre lo hacia cada vez que este también sonreía. -¿Queles?- preguntó ella levantando su vaso junto con sus galletas. Jimin tomó el vaso de ella y también le dio un sorbo a la leche que el habia preparado.

-¿Eta ica veldad?- una risa se le escapó a ella y una galleta se vio introducido en la boca de Jimin. Con sus brazos bajó a la pequeña del Mesón y caminaron hasta la sala para tomar asiento en uno de los sillones que habían. Eran las 2:30am y el sueño en ambos se había ido por completo. Aún con su vaso de leche en mano colocó su diminuto cuerpo encima del cuerpo de su padre para que este diera caricias en el y besos. Jimin encendió la televisión y decidió ver las caricaturas que tanto amaba ver su hija.

El frío cada vez se hacia mas fuerte y la pequeña empezaba a cerrar sus diminutos ojos debido al sueño que empezaba a tener. Jimin con pereza se levantó de la silla y subió las escaleras para bajar una manta y poder seguir compartiendo con la pequeña. El pequeño cuerpo se aferró al de Jimin en busca de calor y a los pocos minutos ya se encontraba en el mundo de los sueños. Su cabeza descansaba en el pecho de Jimin y este tan solo la acariciaba mientras que seguía viendo lo que a Hani le gusta ver. Sus ojos pesaban mas de lo normal y el sueño ya se estaba apoderando de el, al igual que la pequeña también quedó dormido a los pocos segundos.

<***>

El sol pegaba fuertemente en su rostro, movió su brazo derecho para poder sentir a Jimin pero este no se encontraba a su lado. En la casa reinaba el silencio y todo lucia tranquilo. Se levantó de la cama matrimonial y se colocó su bata para bajar a la habitación de las niñas y observar que todo estuviera en orden. El cuerpo de Lilly estaba tranquilo y su pecho subía y bajaba lentamente, la pequeña Hani no estaba en su cuna. Cuando bajo a la primera planta se encontró con una escena que le fue en ese entonces la mas hermosa en su vida. Jimin estaba en el sillón junto con la pequeña y ambos se abrazaban entre si, una pequeña manta cubría el cuerpo de los susodichos.

Las pequeñas manos de Hani se aferraban en los hombros de su padre mientras que este envolvía su diminuto cuerpo con sus manos. La castaña caminó hacia donde ellos y empezó a dar pequeñas sacudidas para poder despertar a Jimin. Los ojos de ambos se fueron abriendo poco a poco hasta que estos ya se encontraban abiertos, Jimin observó a la castaña y después a la pequeña quien se encontraba a su lado con una cara que indicaba que estaba enojada. Ella al igual que su padre odiaban que los despertarán temprano.

-Buenos días princesa- la castaña con su dedo índice tocó la nariz de la pequeña Hani junto con un beso en su frente. -¿Por qué no dormiste en tu cuna?- preguntó ella.

-Yo amanecí bien, gracias. Hani tenía hambre y decidí hacerle algo de comer- aquel tono que uso Jimin le hizo entender a la castaña que el también estaba enojado. -¿Qué horas son?- preguntó el colocando a Hani sobre su regazo.

-Las 8:00am- automáticamente, Hani y Jimin soltaron un sollozo. Ambos querían seguir durmiendo. -Hani ve a despertar a tú hermana- la pequeña le dio un beso a su padre en la mejilla y subió la escaleras para poder ir a su habitación. Jimin quien aún mantenía en el sillón decidió observar como la castaña contoneaba sus caderas cuando caminaba hacia la cocina. Soltó un suspiro y la siguió.

-¿Dónde esta mi beso de buenos días?- preguntó este haciendo referencia de cuando ella saludo primero a la pequeña y se olvido por completo de el. La castaña giro su cuerpo y le dio un casto beso en los labios.

-Ya te lo di- esta volvió a darle la espalda y agacho su cuerpo para tomar algo de los gabinetes de la parte de abajo. -¿Qué le diste a Hani?- preguntó ella.

-Quería leche con galletas y arroz- ambos rieron al escuchar el último pedido que Hani había hecho. -¿Por qué lo preguntas?

-Solo tenía curiosidad- una vez mas se agacho y la bata dejó ver parte de su ropa interior.

-De haber sabido que tenías bragas negras no hubiera bajado a darle de comer a Hani- un golpe en el pecho se plasmo en Jimin cuando la castaña escucho aquello. -¡Solo bromeaba!- con sus brazos levantó a la castaña para que sus piernas quedaran al rededor de la cadera. Una sonrisa se dedicaron ambos para después juntar sus labios en un dulce y tierno beso. -Este beso era el que yo quería- susurró el bajando delicadamente a la castaña.

-¿Hoy trabajas?- preguntó ella. Jimin asintió.

-Tengo que ir a una junta y después iré a visitar a mi madre.

-¿Quieres qué vaya contigo?- volvió a preguntar ella. Jimin negó con la cabeza.

-Hoy es tu día libre, pasa el tiempo con las ñiñas- sugirió el pelinegro estando en las escaleras. -tomaré un baño, bajo enseguida- sin mas los pasos de Jimin subieron hasta la habitación matrimonial.

<***>

Como siempre acostumbraba se encontraba en la casa de Carlo debido a que este tendría que darle una información. Después de haber visitado a su madre su móvil sonó y era Carlo quien llamaba. La tarde se estaba acabando y la luna saldría poco para que esta reinará el cielo en compañía de las estrellas.

-De la información que me había pedido que investigará encontré que ellos si están muertos oficialmente, todo lo que había dicho su tío era una simple mentira para destrozarlo a usted- Jimin había escuchado con atención cada palabra que salía de la boca de su compañero. -Así que no hay nada que temer, señor- un suspiro se escucho por parte de Jimin. Ahora si podía tener la tranquilidad que tanto habia anhelado.

-Fue un gusto trabajar contigo- habló Jimin. Carlo le había contado que se iría de la ciudad para poder armar una familia con una hermosa chica que conoció meses antes. Un abrazo se dieron ambos para que después Jimin saliera de la casa de este. Aunque su amigo fuera mayor que el se sentía sumamente agradecido con las cosas que el había realizado, unas de ellas fue que la castaña estuviera con el. 

#2 ¿quieres jugar? ©park jimin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora