#2 ¿quieres jugar? ©park jimin.

Epílogo.

La castaña agradecía una vez mas a la madre de Jimin quien había decidido llevárselas a la casa para que no tuvieran que escuchar aquella pelea tan fea que estaban teniendo la pareja joven. Jimin tomó el jarrón que estaba en la mesa de cristal y lo tiró al suelo; ahora mas que nunca empezaba a tenerle miedo a su esposo quien juró un día no tocarla ni con el pétalo de una rosa.

-¡Ven maldita zorra! ¡Ven y dime una vez que te estas acostando con el vecino- la castaña corrió lo mas rápido posible hasta las escaleras pero cayó en el intento cuando el brazo de Jimin tomó una de sus piernas causando que se golpeara su espalda dejando salir un gemido de dolor.

-Te he dicho una y otra vez que no me acostaria con el, soy una mujer casada- trataba de calmarse pero le era imposible, aquella faceta de Jimin le asustaba y no quería que saliera más a la luz. Ya obstante tuvo con lo de la empresa y en su vida joven. -Te digo la verdad, amor- Jimin quien la sostenía del mentón tiró de el y llevó su cabeza hacia atrás para reírse de lo que decía. No le creía ni una sola palabra.

-¡Eres y serás una maldita zorra!- con toda su fuerza levantó su mano izquierda y le dio una bofetada causando que su rostro girará por la fuerza. El pelinegro no mostró sentimiento alguno y solo observaba como la castaña limpiaba su rostro al estar lleno de lágrimas. -¡Te dije que vinieras!- gritó Jimin cuando vio que_____subía escaleras para ir hasta la habitación matrimonial. La contraria ignoró los gritos de Jimin y solo se dedico a empacar algunas cosas en su maleta.

-¡Te vas con el!, ¿verdad?- interrogó cruzado de brazos. -Mírame cuando te hablo- la castaña se giro y limpió la lágrima que salía de su ojo.

-No me quedaré acá viendo y escuchando como me dices una zorra cuando ambos sabemos que yo solo tengo ojos para ti, supongo que debemos darnos un tiempo y hablar cuando tu te calmes- Jimin quien se encontraba en el umbral de la puerta caminó hacia a ella y la tomó de la cintura haciendo que sus cuerpos quedaran pegados.

-Tú de esta casa no te vas- habló Jimin con voz ronca. -Si te casaste conmigo fue porque me amas tal y como soy, justo ahora estoy dejando salir lo que fui en el pasado y te guste o no tendrás que convivir con el- Jimin acercó sus labios a los de ella y los besó. Inmediatamente la mano de_____golpeó la mejilla de Jimin.

-¡No me beses!- gritó ella. Jimin suspiro y tiró la maleta que estaba en la cama para después tirar bruscamente el cuerpo de la castaña. Los gritos y el llanto hacia que el enojo del pelinegro creciera mas.

-¡Suéltame!- gritó ella cuando Jimin empezó a besar su cuello. -No lo hagas por favor- aquella súplica no le servía de nada. Rápidamente rompió la camisa de ella dejando a la vista sus senos que eran cubiertos por una tela color fucsia.

-¿Acaso ya no te gusta qué te haga el amor?- preguntó Jimin.____solo negaba con su cabeza teniendo la esperanza de que Jimin no fuera a violarla. -Vamos a ver si el vecino te da sexo, solo quiero comprobar si con el gimes como lo haces conmigo- sin importar las suplicas que hacia ella la desvitio por completo para hacerla suya pero sin autorización de ella.

-¡Jimin!- se levantó de golpe y miró a su alrededor. La casa lucia normal y no había nada que temer. Había sido un espantoso sueño que no le gustaría volver a tener._____se encontraba al lado de el diciendo su nombre. Aquel no dejaba de removerse en la cama, suponía ella que estaba teniendo una pesadilla.

-¿Pasa algo, cariño?- preguntó ella acariciando su cabeza para transmitirle tranquilidad. -No dejabas de decir no y cerrabas tus ojos con fuerza, ¿qué soñaste?- preguntó una vez mas.

-Tenías a mi parecer a alguien mas y mis celos me dominaron por completo, las niñas tuvieron que ir a casa de mi madre por los gritos que decíamos, te pegaba y lo peor quería abusar de ti, lo siento-_____solo rió al escuchar eso. Aunque es verdad, Jimin podría hacer eso en un ataque de celos que por ahora no ha dejado que saliera a la luz.