La buena obra

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Hoy era un dìa especial, luego de decirse que no era de las chicas que le gustaban las relaciones, aqui estaba, cumpliendo seis meses de relación, con el chico que no se imagino Santiago.

El era ese joven que teniendo todo los recursos para volver loca a cualquiera, hacia uso unicamente de su galanteria para atraer sus presas.
Ella, Lorena, era otra que andaba por la vida disfrutando de su libertad.
Tan solo tenia 19 , cuando Lorena decidio mudarse a vivir sola y empezar su vida universitaria lejos de casa, apostando por ser la mejor economista.
Mientras Santiago, un niño de 21 años que no dejaba las faldas de mami, estaba en su tercer año universitario, pensando que podria convertirse en un master de las finanzas.

No bastaron màs que unos meses para que sus vidas chocaran;
Lorena era muy amiga de Laura quien era prima de Mateo, el cual era el mejor amigo de Santiago.
Mateo fue quien ayudo a Laura y Lorena a adaptarse a la vida en la ciudad...
Y obviamente quien les enseño lo mejor de la noche.

-¡Pero mira a quién tenemos aqui! - Dijo Ricardo, el pretendiente de esta noche de Laura y amigo  de Mateo-
-Pensamos que era hora de relajarnos ya pasamos los primeros cortes del semestre - respondi alegremente mientras buscaba un cigarro en mi bolso.
-oye guapa! ¿fuego? - Pregunto Marco.
-Gracias.
-Mateo anda por ahi, podemos pedir una ronda de chupitos ¿les parece? - sugirio Ricardo.
-Me encanta la idea - respondio coqueta Lau.

Nos esperaba una buena noche de viernes

- ¡mira que ya son las tres de la mañana y Laura no da señales! - Le roprochaba a un Mateo ebrio mientras daba mil vueltas mi cabeza.
Laura se habia fugado con Ricardo, Marco estaba igual de ebrio que Mateo y ambos estaban conmigo mientras Santiago buscaba su vehiculo para llevarnos.

-Ahi viene santi, ¡vámonos! -Dijo marco.
-¿y Laura? - pregunté, tenía la esperanza que viniera con Santiago.
-Laura debe de estar de lo mejor- contestó Marco ahogando una risa.
-Suban, ya es demasiado tarde - Grito Santiago desde el vehiculo.

No me quedo de otra, me subi al vehiculo agobiada pensando que dejaba a mi amiga tirada. 

Luego de dejar a Marco y a Mateo en sus respectivos hogares, me tocó mi turno.

-Gracias, buenas noches- Dije mientras bajaba y sacaba mi llave.

-Buenas noches Lore - respondio sin mas.

Una vez frente a la casa, cuando intentaba abrir la puerta no cedia, intente, intente y nada! La puerta tenia puesto el pasador. ¡Maldita Laura! Estaba ahi adentro.
Empeze a tocar la puerta y darle patadas.
Una vez que no sabia que hacer, recoste mi frente.

-No puedes entrar? - preguntò santiago tomandome por sorpresa.
-Laura parece estar adentro y ha puesto el pasador - contesté sin apartar el rostro de la puerta.
- Bueno, mira.. son mas de las tres de la mañana, vente conmigo y mañana te paso dejando.
-¿En serio?
- si, no hay problema pero seria temprano. Tengo que salir fuera de la ciudad.
-Esta bien.

Una vez en su casa, Santiago me condujo a su cuarto, en donde me presto una camisa para dormir y ambos dormimos juntos. Nos es como que fuera incomodo, no habia ningun tipo de tensión, Estos meses cerca de él había notado lo buen amigo que podía ser.

Podia dormir tranquila.

Sobreviviendo al olvidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora