Capítulo 3

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Después de correr, finalmente llegué al salón justo antes de que sonara la campana. Corrí por la habitación y tomé asiento al lado de Megan. Nos había tocado tomar juntas la clase de literatura, por suerte de ella. En cuanto me dejé caer en mi asiento, el profesor entró y azotó la puerta detrás de él.

- Puede que sea la mejor estudiante de la clase. — Dijo mientras dejaba su maletín sobre el escritorio y sacaba sus cosas. — Pero no habrá tolerancia con usted si llega tarde, señorita Holmes. — Se dirigió hacia mí. Antes de que pudiera contestarle, me dirigió una mirada.

- No pasará más, profesor.

- Bien. Clase empecemos donde nos quedamos... — No perdió el tiempo para empezar a recitar acerca del romanticismo del siglo XX.

Megan se acercó y me golpeó con el codo, haciendo que la volteara a ver. Hace mucho no hablábamos como antes. Aunque no sentía que nuestra amistad se hubiera enfriado, pero sí había cambiado. A veces extrañaba aquellos años cuando solo nos preocupábamos por la escuela. A veces añoraba esos días. De haber sabido, lo habría disfrutado más y no habría juzgado mi vida como aburrida.

- Vamos a Abby's. — Susurré. Ella me vio confundida un momento.

- ¿Cuándo?

- Hoy.

- Merrick, tengo tarea que hacer...

- ¿Desde cuándo te importa la tarea? — Ella esbozó una sonrisita y sacudió la cabeza. — En cuanto acabe la clase, nos vamos.

- ¿Cómo nos vamos a ir?

- Por eso no te preocupes.

Ella y yo terminamos de hablar a susurros y volvimos a centrar nuestra atención al profesor. Cuando tocó el timbre, nosotras fuimos las primeras en la clase en ponernos de pie. Salimos casi corriendo hacia el pasillo. Mientras bajábamos las escaleras, nos encontramos con Alaric. El vampiro llevaba a una chica pelirroja bajo el brazo y apenas me miró cuando pasamos al lado de él. Tal vez se enojaría si no me encontraba con él al terminar las clases, pero mierda, necesitaba un descanso.

Atravesamos los pasillos y salimos por la biblioteca. De pronto una extraña sensación se dio paso por mi pecho. Nunca nos habíamos escapado de la escuela por miedo a ser suspendidas, pero ahora estábamos escabulléndonos por la puerta trasera en la biblioteca. Y eso estaba bien. Después de asegurarnos que no había ningún profesor cerca, fuimos hasta la pequeña agencia de taxis, que se encontraba a un par de calles de la escuela. Al hombre del taxi no le costó mucho adivinar que nos habíamos saltado las clases, pero no preguntó demasiado.

Las dos teníamos una enorme sonrisa cuando estábamos en el asiento trasero del taxi. Sin poderlo evitar, ambas echamos a reír a carcajadas. El conductor debió de tomarnos como un par de estúpidas adolescentes, pero eso estaba bien. Al menos en ese momento podíamos ser un par de estúpidas adolescentes. Megan se recargó en mí mientras reíamos, pero poco a poco nuestras risas se fueron desvaneciendo, hasta que volvimos a quedar en silencio.

Llegamos a Abby's en un par de minutos. Saqué un par de dólares de mi mochila y le pagué al taxista. Bajamos del auto y entramos al restaurante. Por la hora se encontraba bastante vacío, así que pudimos encontrar una mesa cómoda sin ningún problema. Ordenamos un par de refrescos y una pizza tan grande que sería demasiado para solo dos muchachas, pero más tarde nos las arreglaríamos.

- Y dime, Merrick. — Comenzó a hablar con la boca llena. — He tratado de hablar con Abrielle, pero ella es reservada con lo que se trata de sus hermanos. — Yo enarqué una ceja, y ella siguió hablando. — Sé que pasó algo entre tú y Alaric...

Caza Roja - Transfusión parte II | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora