Capítulo 13

643 65 2
                                    

Entré a mi casa y mi madre enseguida se me acercó para abrazarme calurosamente, con la excusa de que me había extrañado y dejó besos en mis mejillas. Ese tipo de comportamientos eran raros en ella, pero de vez en cuando me gustaba recibir un abrazo de su parte. Y tal vez en ese momento necesitaba más de mi madre de lo que me hubiera gustado admitir.

- ¿Qué tal la fogata? — Preguntó una vez que me soltó. Dejé mi mochila en el suelo y me encogí de hombros.

- Estuvo bien. Megan y yo bailamos un buen rato.

- Me alegra que te hayas divertido, cariño. — Sonrió de lado y yo arqueé una ceja ante ese gesto.

- ¿Pasa algo?

- ¿No me vas a decir algo? — Me rasqué la barbilla y no respondí. — Dios hija, ¿crees que no te vi con Nicholas hace unos momentos?

- ¿Qué? — El volumen de mi voz me sorprendió. Sacudí la cabeza y me crucé de brazos. — ¿Por qué me estabas espiando?

- Porque estaba impaciente porque llegaras y en cuanto te vi con él... Bueno. — Se interrumpió ella misma. — Nicholas es un buen chico, de verdad me agrada y me gusta que él sea tu novio.

- Para. — Alcé mis manos y negué con la cabeza. — No es mi novio. — Pareció como si hubiera dicho una barbarie, una grosería.

- ¿Entonces?

- No lo sé, mamá. — Me rasqué la nuca. — No estoy segura de nada. — Mi mamá enarcó una ceja. Como me gustaría poder contarle todo.

- Cariño, si quieres hablar, sabes que yo siempre estaré para ti, soy tu madre. — Y eso fue como una puñalada a mi corazón. Fingí la mejor sonrisa que pude y asentí con la cabeza.

- Si llego a necesitar algo, te lo contaré, lo juro. — Decir esa mentira me dolió tanto como si escupiera veneno. Tomé mi mochila del suelo. — Iré a mi cuarto, bajaré para la cena.

- Claro. — Me devolvió la sonrisa.

Subí las escaleras arrastrando mi mochila por los escalones, no tenía ganas de hacer el esfuerzo para cargarla. En cuanto llegué a mi habitación, abrí la mochila sobre la cama y comencé a sacar las cosas que había empacado.

Coloqué toda mi ropa sucia en el cesto y al terminar, empecé a desvestirme para tomar un baño. En cuanto me quité los pantalones, algo cayó al suelo, una pequeña bola de papel. La tomé con una mano y en lugar de tirar a la basura, decidí desdoblarla. Era el número de Garreth. Presioné la hoja en mi puño y lo arrojé a la basura.

En mi mente solo estaba Nicholas y no era fan de eso. Todo me daba vueltas y sabía que debía sentirme bien, él era un amigo y lo quería, pero no sabía que pensar o que sentir. No era capaz ni de distinguir si me sentía de esa forma porque él era un vampiro y yo había nacido para matar a seres como él... O si era algo más. Todo era complicado, demasiado complicado y yo no quería complicarme más.

Lo que debía de preocuparme era el hecho que Marianne regresaría tarde o temprano yo debía de estar lista. Si, había estado entrenando con Alaric por meses y estaba segura de que ya podía defenderme por mí misma, quiero decir, le rompí la nariz en una ocasión, pero no sabía si eso sería suficiente con Marianne.

Y luego estaba todo eso de mis genes de cazador. Quería saber más, quería saber de dónde provenía. Y aunque tenía una vaga idea, la mejor forma de informarme sería con alguien que ha crecido con eso toda su vida, ¿no? Y al mismo tiempo averiguar que es lo que quiere en Oregón.

Me puse de pie de golpe y saqué el papel arrugado del bote. Tomé mi celular y marqué rápidamente el número. Lo hice tan rápido como pude, para no darme el tiempo de arrepentirme.

Caza Roja - Transfusión parte II | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora