- ¿Entonces si irás a verme?
Megan llamó mi atención mientras comía mi almuerzo en la cafetería. Por un momento me había perdido en mis propios pensamientos y no le había prestado la atención a lo que había dicho y eso resultó que cuando hiciera la pregunta yo diera un respingo, embarrándome la cara con el aderezo de mi sándwich.
- Claro, que iré. — Dije mientras limpiaba mi boca con una servilleta. — ¿Cómo podría perdérmelo?
- Es el final de la temporada. — Dijo. Ella estaba en el equipo de atletismo y participaba en competencias bastante seguido. — Es importante, espero ganar el primer lugar, he entrenado todo el año. — Asentí con la cabeza y le di otra mordida a mi sándwich. — Será el sábado a las diez de la mañana. — Dejé caer mis hombros y la miré con cansancio.
- ¿Me vas a hacer despertarme temprano en sábado?
- ¡Yo estoy haciendo un proyecto final completamente sola!
- Eso fue porque perdiste una apuesta, mujer. — Yo me encogí de hombros y ella rodó los ojos. — Y espero que lo tengas pronto porque se entrega el próximo lunes. — Frunció la nariz y me sacó la lengua. — Pero está bien, iré a verte correr.
- Gracias. — Me tiró un beso y le dio una mordida a su hamburguesa de pollo. Ese día era un tanto especial, nos encontrábamos solas. Si, claro, estábamos en la cafetería con la mitad de la escuela, pero ni Abrielle ni Nicholas estaban con nosotras. — Oye... — Dejó la hamburguesa sobre la mesa y subió sus codos para cercarse a mí. — ¿Tú y Nick? — Rodé los ojos y dejé mi sándwich para tomar un trago de agua.
- Es complicado.
- ¿Es complicado como no sé que somos? ¿O es complicado como no sé que siento? — La miré y ladeé mi cabeza. A veces me sorprendía como es que ella podía averiguar perfectamente lo que sentía con tan solo mirarme a los ojos.
- Ambas. — Admití.
- Bueno. — Ella se encogió de hombros. — Supongo que tienes que pensar en lo que quieres... — Jugueteó con sus dedos. — Mira, Merrick, no sé que pasa en tu cabeza... Pero creo que Nicholas es buen chico, a pesar de todo.
- Lo es. — Asentí. — Solo que a veces me siento extraña. — Ella sonrió y sacudió la cabeza.
- Tienes que decidir sobre lo que sientas, Merrick, sin importar lo que sea.
- Lo sé. — Antes de que pudiera seguir, la campana sonó. Ambas nos pusimos de pie y tuvimos que acabarnos toda la comida de una sola mordida. — Te veo al rato. — Dije con la boca llena.
Llegué a mi clase y saqué mi teléfono celular pues la profesora aún no había llegado. La noche anterior había hablado con Ray, bueno, él habló conmigo y me despidió de mi maldito trabajo, pero realmente eso era lo último que me preocupaba. Con mi sueldo estaba ahorrando para una bicicleta nueva, pero eso lo arreglaría más tarde.
"Hey." Le mandé un mensaje a Garreth, esperando a que respondiera rápido. "¿Qué pasa?" Respondió al cabo de unos segundos. "¿Podemos vernos hoy?" A pesar de todo lo que había sucedido antes seguía teniendo curiosidad, quería saber más, quería que me dijera todo lo que sabía, quería que me contara su vida. "Sí, ¿en el mismo lugar que ayer?" La maestra entró y tuve que guardar mi teléfono.
No lo había pensado, pero ahora sin trabajo no tenía excusa para ir a Newport... Aunque Nicholas aun no lo sabía. No importa, ya pensaría que le diría después. "Sí." Le respondí rápidamente.
Al terminar las clases salí directamente del instituto y fui a la agencia de taxis. Agradecía no tener que entrenar más con Alaric, así tenía tiempo para irme. Le indiqué al taxista que me llevara a la calle de la cafetería y en el camino le mandé un texto a mi madre diciendo que me quedaría estudiar en la biblioteca, que no iría al trabajar. Al cabo de unos minutos llegué a mi destino y bajé del auto.
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Caza Roja - Transfusión parte II | TERMINADA
FantasyDespués de todo lo sucedido con Marianne, Merrick decide que es momento de poner orden en su vida. Para eso decide que debe alejarse lo más posible del clan Rhode, en especial de los hermanos Alaric y Nicholas, aunque estos parecen no estar muy de a...