Hubiera pensado que Megan se enojaría por contarle a mi madre todo, contarle de ella. Pues a final del día la única que podía divulgar esa información era ella, no me correspondía a mí. Pero jamás me hubiera imaginado que reaccionara así, que hablado sin siquiera avisarle era lo que menos le importaba.
- ¿Qué? — Me quedé inmóvil después de bajar mi teléfono celular, mirándola totalmente incrédula.
- Quiero decir, es una oportunidad perfecta. — Se giró sobre sus talones para mirar a Abrielle y a Nicholas. — Si puedo ver a Darleene sin ningún problema entonces podría al fin tener la runa, ¿no?
- ¿Quieres probarte con mi madre?
- Sí... ¡No! — Enarqué las cejas. Así que quería usar a mi madre como un conejillo de indias. Miré a Abrielle y a Nicholas, quienes intercambiaban miradas. — Merrick, solo piénsalo. Sé que todo saldrá bien y ya podré por fin salir de aquí.
- Megan, a lo mejor es muy pronto. — Agregó Nicholas y sentí mucho alivio que fuera él quien lo dijera. Tragué saliva.
- Digo, estarían ustedes, claro... No habría forma que algo saliera mal. — Me rasqué la frente, ella me miraba con insistencia. Mi vista periférica notó un movimiento y Alaric iba incorporándose de unas buenas horas de sueño. — Merrick... — Volvió a decir mi nombre, tomó desesperadamente mis manos. — Por favor, dame una oportunidad. Te prometo que todo saldrá bien.
- Megan, yo... — ¿Confiaba en ella? Le confiaría mi vida a mi mejor amiga sin dudar, le confiaría lo que sea a la chica que conozco desde los tres años, pero aun no podía hacerlo con quien estaba enfrente de mí y detestaba que pensara de esa forma. Debía de ser mi parte Venator que siempre estaba en la defensiva. Y si yo no podía demostrarle que confiaba en ella, ¿entonces quién lo haría? Tragué saliva y solté un largo suspiro. — Está bien.
Alcé la vista y me encontré con tres pares de ojos que apenas podían entender lo que estaba pasando, dejando de lado a Alaric quien no tenía ni idea de lo que estábamos diciendo. Abrielle pasó entre los asientos y llegó hasta donde estábamos nosotras, poniéndose a un lado de Megan y colocando una mano sobre uno de sus pequeños hombros.
- Megan, ceo que es muy arriesgado hacer algo así ahora. — Dijo, bajando la voz.
- Necesito hacerlo... Darleene, la madre de Merrick es como una segunda madre para mí. — Musitó, encarándola. — Si con alguien puedo demostrar que sigo siendo yo, será con ella.
- Lionel no permitirá que lo hagas, no ahora. — Agregó Nicholas.
- Pues no le diremos.
- ¿Y si algo sale mal? — Insistió Abrielle.
- No pasará. — Concluí. Megan volteó y sus ojos se encendieron con esperanza, empezaba a esbozar una pequeña sonrisa. Claro que me preocupaba que algo pudiera salir mal, pero tenía que dar un salto de fe. — Si es así estaremos preparados. Yo estaré con mi madre y la apartaré si es necesario. — Ya lo había hecho una vez, cuando tuve que arrancar a Megan del cuello de su hermano. Solo que esta vez estaría preparada si lo tuviera que hacer. — Y estarán ustedes cerca para detener a Megan. — Los tres hermanos se quedaron callados, mirándose los unos a los otros. — Pero no será necesario. — Mi amiga me vio y asintió en agradecimiento. — Voy a llamarla.
Salí de la habitación sin decir más y pude encontrar el camino a las gigantes escaleras de cuarzo. Bajé por estas, no sin antes voltear para asegurarme que iba sola. Finalmente llegué al primer piso y salí por la puerta principal. Afuera comenzaba a atardecer, el cielo se estaba tiñendo de un intenso color purpura. Saqué el teléfono y lo miré por un segundo antes de desbloquearlo. En el fondo de pantalla tenía una fotografía de Megan y yo, que Abrielle había tomado el día de la fogata. Incluso eso, que no tenía más que unas semanas, se veía tan lejano. Tomé una gran bocanada de aire y finalmente marqué el teléfono de mi madre.
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Caza Roja - Transfusión parte II | TERMINADA
FantasyDespués de todo lo sucedido con Marianne, Merrick decide que es momento de poner orden en su vida. Para eso decide que debe alejarse lo más posible del clan Rhode, en especial de los hermanos Alaric y Nicholas, aunque estos parecen no estar muy de a...