Caza Roja - Transfusión parte II | TERMINADA

Capítulo 18

HOLA

Se me ocurrió una idea para esta hitoria, voy a subir fotos con cada capítulo, pero serán la mayoría de los alrededores de Oregón y de Newport, que es un pueblito que en realidad existe, para que se imaginen mucho mejor los lugares de los que Merrick habla y también voy a tratar de especificar de que lugar son. :)

- Carretera a Newport, Oregon.

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Las facciones de Lionel cambiaron completamente y se volvieron más frías, su quijada se apretó y se volvió a erguir. No perdió el tiempo y casi sin decirme nada me guio hasta la biblioteca, con Rachel detrás de nosotros. En ese instante no me importaba que alguien más escuchara lo que tenía que decir, pues estaba segura de que de alguna forma también los incluía a ellos.

Me ayudó a sentarme en un sofá, en el mismo sofá que había estado un par de meses antes, cuando luché por mi vida y lo logré. Él se sentó delante de mí junto con su esposa y me miró con sorpresa, pero al mismo tiempo se mantenía callado para dejarme comenzar a mí, aunque yo no sabía cómo comenzar. Tenía la boca abierta, pero nada salía de ella.

- Hace unas semanas un chico se acercó a hablar conmigo... — Comencé de la mejor manera en la que se me ocurrió. Tenía que contarles todo desde un principio, tenía que explicarles todo si esperaba que pudieran ayudarme. — Él y su... — Tartamudeé, no podía decir esa palabra, se estaba atascando en mi garganta. — Su padre. — Tragué saliva. — Son cazadores... eh... Venators también. — Al decir eso, sus expresiones volvieron a cambiar. Ambos abrieron sus ojos de par en par. — Vinieron por todo lo que ocasionó Marianne, creyeron que habría vampiros aquí y... Y se quedaron por mí. — Mi voz temblaba. De nuevo sentía las lágrimas llenar mis ojos, pero no dejaría escapar ninguna. — Mi padre me buscó, quería hablar conmigo, pero... Yo no pude, no podía verlo a la cara.

Lionel asintió y sus ojos se llenaron de tristeza. Por fuera parecía un hombre grande, fuerte y totalmente inmóvil, pero sus ojos no mentían. Él sabía que no me interesaba saber de mi padre y probablemente entendía la razón por la que estaba tan alterada.

- Lionel... — Murmuré. — Saben de ustedes... Bueno, al menos de Nicholas. Garreth, el joven que me buscó, lo ha visto. — Él y Rachel intercambiaron miradas, ahora comprendían la gravedad del asunto y la verdadera razón por la que les compartía esa información. Si de alguna forma estaban en peligro, debían de saberlo. — Como han estado viviendo estos meses ha hecho que no puedan rastrearlos, estoy segura, pero sé que no será problema encontrarles si eso se proponen.

- Lennart... — Rachel susurró y colocó una mano sobre la rodilla de su pareja. Él la miró y cubrió su mano con la suya. — Tenemos que irnos, Lennart. — Enarqué una ceja en cuanto volví a escuchar ese nombre.

- No podemos irnos, si lo hacemos levantaremos sospechas. — Le respondió con voz calmada. Luego me volteó a ver y se puso de pie en un solo movimiento. — No es la primera vez que nos hemos topado con cazadores, Rachel, lo sabes.

- Sí, pero no son cazadores cualesquiera, Lennart, son Venators.

- Por eso hay que tener cuidado. Por eso debemos quedarnos. — Luego me volvió a mirar y me ofreció su mano, yo la acepté sin dudar y una vez de pie me examinó de arriba abajo. — ¿Cómo te encuentras tú, querida? — Preguntó con voz suave, mientras su mirada se suavizaba. Tragué saliva y miré hacia la derecha, hacía un enorme librero que iba del piso al techo.

- Honestamente no lo sé. — Volví a mirarlo y solté su mano, mi brazo se balanceó hacia atrás. — Jamás pensé que llegaría a conocer a mi padre. — Admití. — Y mucho menos así.