Escuché ruidos, voces, incluso gritos, pero nada me importaba en ese momento, todo estaba muy lejano, a kilómetros. Alrededor estaba sucediendo algo, pero estaba muy lejos de mí, lo escuchaba como si estuviera detrás de una puerta. Yo me aferraba al cuerpo sin vida de Megan, el cuerpo de mi mejor amiga, a quien había jurado proteger. Sus ojos aún estaban abiertos y yo trataba de refugiar su cuerpo del agua de los aspersores, pero a pesar de mis esfuerzos su cuerpo estaba empapado, su cabello se le pegaba al rostro rígido. No fue hasta que sentí que me jalaban los brazos que reaccioné.
- ¡Merrick! — Escuché la voz insistente de Alaric detrás de mí, sujetando mis brazos en un intento de apartarme de Megan.
- ¡No! — Yo chillé y me agité. De mis ojos emanaban incontables lagrimas que eran escondidas por el agua. — ¡No! — Agité mis brazos y traté de luchar contra su agarre, pero era casi imposible. Me logró poner de pie y alejarme un poco, pero pude zafarme y corrí de nuevo hasta Megan. Alaric me sostuvo por detrás en cuestión de segundos. Lo único que podía ver era a mi amiga muerta en el suelo, no me importaba el incendio que estaba expandiéndose peligrosamente, no me importaba nada más. — ¡Déjame! — Imploré. — ¡Déjame ir con ella! — Lancé patadas, golpes y codazos, uno de ellos hizo contacto con él e hice que aflojara sus brazos, pero antes de que pudiera escaparme de nuevo se posicionó delante de mí, impidiéndome ver algo más que su pecho. Colocó sus manos en mis mejillas y me obligó a mirarle. — Alaric... — Musité. — Necesito...
- Merrick... — Susurró cuidadosamente mi nombre. — No puedes hacer nada, Megan no está. — Esas palabras perforaron directo a mi corazón. Mis ojos se abrieron más y yo sacudí la cabeza, tomé sus muñecas y las apreté.
- Marianne... Ella dijo que volvería, que Megan volvería. — Mi voz me temblaba. Alaric desvió la mirada hacia Megan y en ese instante yo miré a mi alrededor, noté todo lo demás que estaba pasando y me di cuenta de que no era tan lejano como había pensado antes.
Nicholas estaba de pie junto a la chimenea, acompañando a Lionel. Abrielle estaba de cuclillas junto a Megan. El agua seguía cayendo como si estuviera lloviendo dentro del edificio y las llamas ya se estaban apagando. La pared superior a la chimenea estaba chamuscada y Lionel estaba de rodillas frente al aun ardiente fuego... Entonces recordé a Rachel y sus gritos en ese mismo lugar, en como las llamas la consumieron en segundos y como yo deseé hacer algo, pero no supe que hacer. Otro puñal atravesaba mi corazón.
- Tenemos que sacarla de aquí. — Alaric anunció, captando la atención de sus hermanos. — Tenemos que llevar a Megan con nosotros y...
- Nicholas, Abrielle. — Lionel se puso de pie y su voz era severa. — Asegúrense que todos los invitados estén afuera. — Ella se puso de pie enseguida y abandonó la habitación sin decir nada, sin mirarme. Nicholas imitó su acción y cuando pasó al lado de mí huyó de mi mirada. — Alaric, lleva a la chica. — Él asintió en respuesta y me soltó para luego dirigirse a Megan para tomarla en brazos y luego desapareció de la habitación, se volvió un nubarrón que escapó por el mismo vitral que Marianne había atravesado momentos antes.
- ¿Qué está pasando? — Lionel se había aproximado y pude ver que su rostro se había transformado; estaba desolado, no, estaba roto. Sus ojos estaban llenos de dolor y amargura y en su ceño parecían recaer todos sus siglos, pero mantenía su quijada apretada y dura. — Megan, ¿qué le pasará? — Podía sentir su dolor, su pena. Había perdido al amor de su vida, pero por más que odiara pensarlo; no había nada que pudiéramos hacer al respecto. Quien me importaba era Megan.
- Tenemos que irnos de aquí, Merrick. — No respondió a ninguna de mis dos preguntas. Caminó hacia la puerta y yo lo imité, aunque me parecía casi imposible moverme. Rápidamente llegamos a la escalera principal y me sorprendí en notar que todo estaba vacío, no había nadie y todo estaba igual de empapado que nosotros.
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Caza Roja - Transfusión parte II | TERMINADA
FantasyDespués de todo lo sucedido con Marianne, Merrick decide que es momento de poner orden en su vida. Para eso decide que debe alejarse lo más posible del clan Rhode, en especial de los hermanos Alaric y Nicholas, aunque estos parecen no estar muy de a...