Capítulo 9

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Al escuchar eso, sentí como si todo mi mundo se derrumbara a mis pies. ¿En qué momento él pudo haber imaginado lo que era? Y lo más importante de todo, era que él sabía mucho más de lo que me podría haber imaginado, ¿qué era él?

- ¿Qué? — Balbuceé. — ¿De qué hablas? — Me costó mucho mantener mi compostura. Quería salir huyendo por el lado contrario. Garreth dio dos pasos al frente y me miró con el ceño fruncido. Yo di dos pasos hacia atrás.

- Sé que eres una Venator. — En ese instante, mi corazón llegó hasta mi garganta. Me sentía expuesta, vulnerable.

- ¿Qué? ¿De qué hablas? — Miré hacia atrás. De pronto me había entrado miedo, si él sabía lo que era, probablemente sabía de los vampiros, de todo lo demás y podría hacer cualquier cosa conmigo. — Garreth, voy a llamar a la policía si no te vas ahora. — Le amenacé, pero esa amenaza pareció no importarle, siguió acercándose lentamente.

- Merrick, yo soy un Venator también.

- ¿Qué? — Me detuve y lo miré. Se acercó lo suficiente para que el poste de luz pudiera alumbrar u rostro a la perfección. Sus ojos verdes me veían con preocupación y mantenía una postura tranquila. — ¿Cómo supiste que yo...?

- En cuanto te vi. — Me interrumpió. — Nosotros podemos reconocernos al instante... No entiendo como no te diste cuenta de mí. — No respondí. Tragué saliva. — ¿Tus padres no son? — Sacudí la cabeza.

- Mi madre no tiene idea de esto. Nunca conocí a mi padre.

- Oh. — Ladeó la cabeza. — Merrick, de verdad me gustaría hablar contigo.

- ¿Por qué?

- Porque ambos somos cazadores, porque creo que te gustaría saber más de donde provienes. — En lo último tenía toda la razón, quería saber más de mi origen, tal vez él tenía información que ni Lionel podría darme jamás. Aun así, no confiaba en él, mucho menos ahora.

- ¿Ya acabaste, Holmes? — Escuché la voz de Ray provenir de dentro del restaurante. Me giré sobre mis talones y lo miré en el umbral de la puerta.

- Sí, ya voy. — Miré hacia atrás y Garreth ya había desaparecido. — Había tirado algunas cosas y las estaba recogiendo. — Sacudí mis manos y las limpié en mi mandil mientras me acercaba a la puerta.

Y así de pronto, todo lo que conocía, había vuelto a cambiar. Primero me habían llevado a pensar que yo era la última Venator, pero no era así, había más y uno de ellos me había encontrado. Quería hablar con él, claro, tenía mil preguntas para hacerle y quizás eso me llevaría a mi pasado más directo, a mi padre y honestamente eso me asustaba. También sentía que no podía confiar en Garreth, algo me decía que no quería acerarse a mí por un mero acto de caridad, él quería algo de mí y aún tenía que averiguar qué era eso.

En cuanto me subí al auto con Nicholas, este pudo notar algo distinto en mí y me preguntó si pasaba algo a lo que yo le respondí que no. No tenía intenciones de contarle eso a nadie. Esto era algo que no le incumbía a nadie más que a mí y no quería que nadie opinara y me dijera que hacer.

Al día siguiente solo tenía una cosa en mente; Garreth. Sabía que lo encontraría en la cafetería más tarde y aún estaba tratando de pensar en cómo hacer para hablar con él, sin obtener una llamada de atención por parte de mi jefe. Pero necesitaba hablar, necesitaba saber que tanto sabía y la verdadera razón por la que había llegado a Newport.

- Así que decide. — La voz de Megan me sacó de mis pensamientos. La fogata de Siuslaw sería la próxima semana y estaban armando los equipos para los campamentos, cada equipo era de seis personas.

Caza Roja - Transfusión parte II | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora