Capítulo 41

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Una parte del pueblo había olvidado todo lo que había pasado en los últimos meses, ellos seguían con sus vidas y quizás nunca más pensarían en todas las personas que desaparecieron y murieron, en los misteriosos incendios. La vida seguiría, la mayoría de las personas que nos acompañaron en la fogata se irían a la universidad y dejarían el pueblo atrás, con todos sus sucesos extraños. Pero en lo que concernía a Megan y a mí, nos había cambiado totalmente. Nuestras antiguas vidas habían muerto, solo que ahora yo podía ver de verdad. Y de una extraña manera yo no me sentía mal, quizás ya había llorado la vida que perdí sin darme cuenta.

Después de que saliéramos de la cafetería regresamos con los Rhode, solamente Abrielle nos había acompañado de cerca, los otros dos se quedaron cerca del auto. Sin decir mucho más subimos al coche respetando la manera en la que nos habíamos acomodado cuando vinimos.

El cielo nocturno estaba alrededor de nosotros, la noche ya estaba bien presente y solo se podía ver un par de metros del camino que eran iluminados por las luces del auto. Los postes de luz estaban espaciados que había puntos totalmente ciegos en la carretera.

Llegamos rápidamente, de hecho, el recorrido se sintió mucho más corto que antes. Megan no podía ocultar su sonrisa de orgullo y al mismo tiempo yo también lo estaba. Había superado una prueba importante y estaba más cerca de superar todo y salir adelante. Todos bajamos del auto y mi amiga estaba casi dando saltos de alegría, incluso la otra vampira estaba mostrando su emoción a su lado.

- Lo hice, Merrick, lo hice. — Se acercó hasta a mí y me abrazó tan fuerte que un par de mis huesos crujieron.

- Está bien, Megan... Solo no me vayas a romper. — Mascullé, riendo un poco. Ella me soltó y se disculpó rápidamente. Se le notaba a leguas lo feliz que estaba. — Lo hiciste. — Dije una vez que pude volver a respirar, esbozando una genuina sonrisa.

- Honestamente me sorprende lo rápido que estás avanzando, jamás había visto algo así. — Agregó Abrielle. Alcé la vista un momento y noté a los otros dos hermanos entrar silenciosamente a la mansión.

- ¿Eso quiere decir que soy una buena vampira?

- Diablos, hasta eres natural.

- Mhmm ya veremos. — Llamé su atención y enarcó una ceja. — Puede que tengas fuerza y todo eso, ¿pero más que yo? — Bromeé.

- Oh vamos, sabes bien que puedo patearte el trasero cualquier día.

- Eso era antes... Y recuerda que una vampira mucho más vieja que tú y lo intentó y fracasó. — Con una mano moví mi cabello, alardeando aun más la situación. Incluso Abrielle se veía un poco divertida.

- Estoy lista, eh. Cualquier día. — Alzó sus puños y comenzó a moverlos, emulando a un boxeador.

- Bien, Rocky, creo que lo dejaremos para la próxima vez. — Bajé sus manos, riendo por lo bajo. — Me tengo que ir.

- Hey, aun tienes cosas que contarme... — Suavizó su mirada.

- Lo sé, pero creo que lo haré mañana. Iré a ver a mi madre y a convencerla de que nos suscribamos a Netflix, porque tengo que acabar esa serie. — El ultimo comentario fue dirigido más a Abrielle, quien sonrió y se acercó a mí para despedirse.

- Cuídate, ¿sí? — Asentí.

- Yo siempre. — Mi sonrisa se volvió incompleta. No me encantaba la idea de dejarla, quería estar con ella, pero también tenía que pensar en mi madre y después de todo lo que le había hecho, ir cada noche a casa era lo mejor que podía hacer. — Te veré mañana, a ver que sorpresas nos das para entonces. — Aquello le hizo sonreír y me fui con esa imagen en mi mente.

Caza Roja - Transfusión parte II | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora