Las semanas se volvieron tediosas a medida que pasaban los días. Los entrenamientos eran la peor parte del día y la culpa no era de los intensos ejercicios, sino de Alaric. A veces, había días que su presencia era mucho más insoportable que otras. El único alivio era posteriormente cuando Nicholas me dejaba en mi trabajo.
Megan y Abrielle se acercaban cada vez más, o sea que cada que tenía un momento con mi amiga, la inmortal siempre estaba con nosotras. Y no me quejo de ella, de todos los Rhode, Abrielle es la más normal. Aunque el término normal haya cambiado bastante en los últimos meses de mi vida.
Northanger a pesar de ser un pueblecito en medio de árboles en Oregón, es fiel a sus tradiciones y siempre se empeñan a hacerlas de lo mejor. Halloween, el día de acción de gracias y el cuatro de julio son celebraciones para todos los locales. Excepto que, en mayo, los de penúltimo grado celebran que llegarán al final del bachillerato, anualmente. Un campamento que llevan a cabo los alumnos, supuestamente no respaldado por la escuela, pero bien, es una tradición, al fin y al cabo. Megan y yo esperamos esa fecha con ansias, o al menos lo hacíamos. Los preparativos apenas empezaban y nosotras no nos habíamos enterado de ello.
- La fogata en Siuslaw es un mes, ¿puedes creerlo? — Dijo Megan mientras le daba un sorbo a su lata de refresco. Estábamos en su habitación y su madre nos había hecho comida árabe.
- La verdad ni siquiera estoy segura de querer ir ahora. — Cerré un libro que estábamos usando para hacer tarea y lo guardé en mi mochila.
- ¿Por qué?
- No sé. — Me encogí de hombros y le dediqué una mirada. — A veces siento que ya esto muy lejos, ¿sabes? Como si todo lo demás fuera algo muy banal... No sé.
- Te entiendo. — Me ofreció la lata de refresco y yo la acepté. — No sabes las cosas que me ha contado Abrielle...
- ¿Ya son tan amigas? — Le di un sorbo a la lata y ella me miró con desaprobación.
- ¿Celos?
- ¿De Abrielle? Para nada. — Negué con la cabeza y dejé la lata sobre la mesa de noche. — Yo soy quien ha estado a tu lado por todos estos años, ¿acaso ella te ha exprimido los granos que te salen en la espalda?
- ¡Fueron solo dos veces! — Gritó y tomó una almohada con la que intentó golpearme la cara, pero yo la atrapé rápidamente y se la arrojé de vuelta.
- No me amenaces, que ahora soy más rápida que tú. — Ella hizo un puchero y se cruzó de brazos. — No hagas eso, te arrugas. — Intentó arrojarme otra almohada y tal como la otra, la atrapé fácilmente.
- ¡Ya! — Me enseñó la lengua y se acomodó contra la cabecera. — Te iba a contar algo.
- Oh. — Acomodé las almohadas detrás de mí y recargué mi espalda en ellas mientras miraba a Megan de frente. — ¿Algo que te dijo Abrielle?
- Sí. — Dejó caer sus brazos a sus lados. — No es de vida o muerte, pero tal vez te interesaría.
- ¿Qué es? — Arqueé una ceja.
- Es sobre Nicholas y Alaric. — Rodeé los ojos. — No, no, Merrick escucha. Me dijo que ellos dos eran mejor amigos cuando eran humanos.
- ¿Y?
- No me quiso contar mucho, pero si mencionó que después de ser transformados su relación cambió bastante. Alaric culpa a Nicholas por ser vampiro y Nicholas lo culpa a él. Pero creo que han estado tanto tiempo juntos, que ahora no pueden separarse.
- ¿Y por qué me dices eso?
- Pensé que tal vez ayudara a entender porque se han comportado como lo han hecho. — Me rasqué la barbilla. — No pueden estar juntos, pero tampoco saben estar solos. Es una relación bastante toxica si me preguntas a mí.
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Caza Roja - Transfusión parte II | TERMINADA
FantasyDespués de todo lo sucedido con Marianne, Merrick decide que es momento de poner orden en su vida. Para eso decide que debe alejarse lo más posible del clan Rhode, en especial de los hermanos Alaric y Nicholas, aunque estos parecen no estar muy de a...