Capítulo 12

671 71 3
                                    

Escuché a Nicholas gritando a mis espaldas. Pero yo no me detuve. Corrí hasta llegar al campamento me metí a la tienda, al lado de Megan que aún estaba pesadamente dormida, ignorante de toda la situación. Llevé mis rodillas a mi pecho y abracé mis piernas mientras dejaba caer mi cabeza hacia adelante. Todo me daba vueltas, sentía mi corazón latir como loco y cada parte de mi cuerpo estaba ardiendo. Toda una mezcla de sentimientos explotaba en mi interior y yo no era capaz de nombrar cada uno.

Sabía que Nicholas se había dado cuenta de donde estaba, pero también confiaba que no se acercaría a hablar conmigo. Me quité las botas y entré en mi saco de dormir, mientras trataba de alejar todos los pensamientos de mi cabeza, quería desaparecer por un rato. Me recosté y miré a Megan que estaba de cara a mí, ella estaba dormida con la boca abierta y roncaba suavemente, siempre roncaba cada que bebía de más. Me giré y clavé mi mirada al plástico azul de la tienda, usando eso como excusa para tratar de olvidar los suaves ojos grises del vampiro que acaba de besarme... Y que yo correspondí.

Me costó trabajo quedarme dormida y cuando lo hice, no pasó mucho cuando desperté casi al mismo tiempo que el amanecer. El clima era frío, casi tan frío como en la noche o tal vez incluso más. Me deshice del saco de dormir y tomé mis botas. Salí con cuidado de la tienda y miré nuestro pequeño campamento.

La tienda de Monica y Jared era de un naranja fosforescente y la tercera era de color rojo. Me quedé mirando ahí por un par de segundos, suplicando que Nicholas no saliera. Alrededor de nosotros había otros pequeños campamentos similares y prevalecía el silencio. No muy lejos de mí, había un chico recogiendo algunos vasos plásticos rojos. Probablemente era muy temprano para todos.

Antes de dar otro paso, me quité mis calcetas y las metí a mis botas. Comencé a caminar descalza hasta el lago. La baja temperatura del suelo me hacía estremecer a cada paso que daba y sentía como si mil agujas perforaran la palma de mis pies, pero eso hacía vibrar cada célula de mi cuerpo y me encantaba.

Llegué a la orilla del lago y dejé mis botas al lado de un tronco y me acerqué un poco más. Ya no se veía tan inmenso como anoche, con la luz del día se veía mucho más pequeño, pero no dejaba de ser igual de impresionante. En el gua estaban dos kayaks, con varios muchachos remándolos y divirtiéndose. Di dos pasos al frente y el agua golpeó mis dedos y la sensación fue como si un yunque cayera sobre ellos, pero no me detuve. Di varios pasos más hasta que el agua gélida cubriera mis tobillos, remangué mis pantalones para que no se mojaran y me quedé parada en ese lugar, dejando que mis pies estuvieran mojándose y el dolor hacía que mi mente se mantuviera en blanco. Pero apenas pasaron unos minutos, apenas comenzaba a acostumbrarme y el dolor se iba alejando, cuando escuché a alguien llamarme.

- ¡Merrick! — Abrielle me llamaba desde unos metros atrás. — ¿Qué haces? — Me giré y la miré, pero no respondí. — Megan te está buscando, dijo que iríamos a desayunar a Newport antes de ir a casa.

- Enseguida voy. — Respondí dando pasos para regresar.

- Espero aun tengas pies. — Me senté en el tronco y tomé mis calcetas. — Te veo con los demás.

- Está bien. — Sacudí mis pies y en cuanto pasé las calcetas por mi piel, enseguida entré en calor. Mis pies estaban de un color casi blanco, tal vez si hubiera estado más tiempo en el lago, si se hubieran congelado. Acomodé mi cabello en una coleta y me coloqué de nuevo mis botas negras y caminé de regreso. Pasé al lado de Nicholas, pero no le dije nada, fui hasta donde estaba Megan.

- ¿Dónde estabas? — Tenía puesta la capucha de su sudadera y me habló casi susurrando. — Sabes, no importa, ayúdame a recoger la tienda.

- Ayer hicimos un trato, ¿no? Se suponía que debías de recoger la tienda y...

Caza Roja - Transfusión parte II | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora