- La playa del faro. Newport, Oregón.
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El cuerpo de Megan se tensó y al siguiente ya estaba temblando. Podía sentir como el miedo la invadía. Y me miraba tratando de entender lo que estaba pasando. Me coloqué frente a ella y dejé mis manos sobre sus hombros, tal como ella lo había hecho unos minutos antes.
- Tienes que irte a tu casa, ahora. — Le indiqué. Ella asintió con la cabeza. — Llámame en seis minutos exactos, ¿me oyes? Para eso ya deben de estar en casa, de otra forma iré a buscarte.
- Sí.
- ¡Ve ahora!
Ella comenzó a correr y se deslizó entre la gente, buscando a su familia. Yo me quedé inmóvil en ese lugar por unos segundos, analizando a mi alrededor, aun buscando a Marianne en algún lugar cercano, pero no estaba, ya se había vuelto a esconder.
- Mierda, lo que me faltaba. — Musité.
Me adentré entre la muchedumbre, tenía que encontrar a Nicholas y a su hermana, tenía que decirles que Marianne por fin había regresado. Choqué con varios cuerpos entre el camino, pero no me importó en lo absoluto pedir disculpas, tenía algo que hacer.
Finalmente los encontré a ambos, sentados a una mesa, al lado de una familia que se veía bastante interesada en ellos. Esquivé las sillas y mesas y me acerqué a ambos, en cuanto me vieron, notaron que algo andaba mal, se pusieron de pie y me siguieron a un lado de la carpa de comida, donde no había mucha gente y se podría hablar con un poco más de privacidad.
- ¿Qué pasa? — Preguntaron los dos a coro.
- Acabo de ver a Marianne aquí. — Las palabras se deslizaron en mi boca con facilidad, hasta que pronuncié su nombre y lo dije hasta con asco. — Y ella también me vio, sabe que estoy viva. — Abrielle abrió la boca y miró a su hermano un segundo.
- Voy a llamar a los demás, tenemos que rastrear el lugar. — Dijo antes de caminar a mi lado, en dirección al estacionamiento.
- Merrick, tienes que irte con tu madre de aquí. Nosotros nos encargaremos aquí, nosotros...
- No. — Le interrumpí. — Ella está aquí por mí. — Tragó saliva y estuvo a punto de decir algo más, pero no le dejé. — No me voy a ir. Ella está jugando, tú y yo lo sabemos, se ha mantenido escondida por quien sabe cuánto tiempo, si ahora la vi es porque ella así lo quiso. No hará nada, solo quiere jugar con nosotros.
- Entonces los demás y yo tenemos todo cubierto.
- No lo entiendes, Nicholas, esto no solo te concierne a ti. Ella intentó matarme una vez, no volverá a hacerlo. — Dije. — Y no me voy a ir.
Sin decir nada más regresé a la fiesta a buscar a mi madre, ella estaba al lado de una mesa de bebidas, hablando con un hombre que se veía claramente borracho. Me acerqué por entre la gentuza y la jalé para acercarla a mí y alejarla de todos. Tenía que buscar una excusa, mentirle una vez más y encontrar una manera para que se fuera a casa sin mí. No me dejó avanzar mucho, no llegamos ni a la entrada de la fiesta cuando comenzó a luchar conmigo.
- Mamá, escúchame. — Me coloqué frente a ella y tomé sus manos. — Tienes que irte a casa ahora mismo, ¿sí? Por favor. — Me miró de arriba abajo y enarcó ambas cejas.
- ¿De que hablas, Merrick? — Sacudió la cabeza. — No, no voy a irme.
- ¡Por favor! Tienes que escucharme mamá, solo ve a casa, te lo suplico. — Me miró detenidamente y frunció el ceño, un signo de que, comenzando a molestarse, pero que también estaba confundida.
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Caza Roja - Transfusión parte II | TERMINADA
FantasyDespués de todo lo sucedido con Marianne, Merrick decide que es momento de poner orden en su vida. Para eso decide que debe alejarse lo más posible del clan Rhode, en especial de los hermanos Alaric y Nicholas, aunque estos parecen no estar muy de a...