Capitulo 32

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EVAN
Cerré la maleta y mire mi celular por décima vez en los últimos cinco minutos, dentro de unas horas partiría de vuelta a casa y aún no encontraba la manera de hablar con Cameron. Mi vida estaba hecha un lío y comenzaba a desear no haber salido de New York. Me decidí y tome el celular, marque el numero y espere.
-Evan, hasta que llamas.
-Tan pronto ya me hechas de menos?- Conteste con una media sonrisa, escuche un bufido del otro lado de la bocina.
-No seas engreído, no tienes tanta suerte.
-Como digas dulzura.- dije y me recargué en la pared de mi habitación.
-¿Está todo bien?.- Me preguntó de manera cautelosa.
-No realmente
-Aún no puedo creer que el tío Harry sea tu padre.
-Si bueno ya somos dos.
-¿Qué harás ahora?.- Preguntó y no tuve más opción que hablar con la verdad.
-Voy a regresar a New York.
-¿qué?.
-Mamá consiguió un avión para esta noche, así que volveremos a casa.
-¿tu madre te está obligando a irte?.
-No, yo sé lo pedí, Cam, quiero verte antes de irme.- escuche un silencio profundo y de pronto comencé a tener que no quisiera verme más.
-Te veo en Hyde Park dentro de una hora.
-Ahí estaré- Dije antes de terminar la llamada, Cameron había sido lo único bueno durante este verano y de verdad me pesaba tener que dejarle.
Salí de la habitación dejando ya mi equipaje listo para partir, avise a mi guardaespaldas que saldría solo y poco después me encontraba conduciendo rumbo a Hyde Park. El paisaje iba cambiando por el ventanal mientras el sol hacia su cumin destello en el paisaje, no pasó mucho cuando comencé a acercarme al parque, estacione el automóvil en una de las calles aledañas y tras colocarme mis gafas de sol, camine por la acera en dirección al parque, caminaba con cautela de que nadie me siguiera, últimamente la Prensa se había calmado, sin embargo aún tomaba las precauciones que hacía tanto me habían enseñado.
Llegue al punto acordado con Cameron y ahí, sentada en una de las bancas se encontraba ella, llevaba un vestido blanco que combinado con su cabello castaño suelto y moviéndose al son del viento, la hacía ver cómo un ángel. Mierda Cameron era hermosa y su figura me mataba. Lancé un suspiro y me acerqué hasta ella, no tardó en notar mi presencia, volteó la cabeza y clavó sus dos ojos cielo en mi. Me acerqué más hasta llegar a la banca, donde tome lugar a su par.
-Lamento llegar tarde.
-No lo hiciste, yo llegue antes- Cameron me miraba fijamente, sin titubeos y sin dudas en sus ojos, toda ella era confianza y fuerza, aquello me encantaba.
-Entonces...-Hablo y de pronto había olvidado la razón de porque estaba ahí.
-Estás semanas han sido una montaña rusa para mi, han pasado tantas cosas.- Dije y me recargué por completo en la banca, mientras alzaba mi cabeza y miraba hacia el cielo.
-¿por eso te irás?.
-Tenía que irme en cualquier momento, falta poco para que regrese a clases, sólo estoy adelantando las cosas.
-Entiendo.
-Cam- Volví mi vista a la tierra y la mire a ella.
-De verdad fuiste lo mejor que me pasó este verano.- Cameron se ruborizo al instante y por primera vez desde que la conocía, no sostuvo mi mirada.
-¿Cam?- Dije, pero está se rehusaba a mirar algo que no fuese el suelo debajo de sus pies.
-¿Por qué querías verme?.
-Yo, supongo que no podía irme a casa sin verte una última vez.- Cameron permaneció con las manos sobre sus piernas, su mirada permanecía alejada de la mía.
-¿Sabes que es gracioso?, yo sabía que te irías, sabía que no te quedarías por mucho tiempo, mierda Evan, te conozco de hace poco y me has hecho sentir más que cualquier chico que haya conocido de toda mi vida.- Entonces lo note, Los ojos de Cameron se habían comenzado a llenar de lagrimas, está levanto su rostro y pide ver cómo las lágrimas caían por sus mejillas. Y no supe que decir, no quería decir nada, me limité a atraerla a mi y estrecharla en mis brazos. Cameron hundió su rostro en mi pecho y sentí como su espalda se agitaba mientras soltaba en llanto.
-Lo siento, Cam lo siento.- Dije mientras le acariciaba la espalda y pasaba mis dedos por sus suaves cabellos. Cameron se alejo un tanto de mi, sus manos seguían sobre mi pecho y su mirada de clavo en mis ojos y como si nos hubiésemos comunicado con solo una mirada, me acerqué a ella y uni nuestros labios sin poder esperar un segundo más. Nos separamos cuando el aire nos faltó, mantenía a Cameron pegada a mi, no quería soltarla, aún no, quería mantenerla conmigo lo más que pudiese.
-Podemos intentarlo sabes?- Dije mientras miraba los ojos celestes de Cameron.
-Evan..
-Una relación a distancia, creo que podría funcionar.
-¿Qué pasa si encuentras a otra persona con la que quieras estar?.- acaricie la mejilla de Cameron y no pude imaginarme con otra persona, no podía creer que yo, quien siempre había renegado de este tipo de pensamientos estupidos y cursis, estuviese lleno de ellos en aquel momento, no sabía si era amor o que jodidos era, pero me gustaba estar con Cameron, me gustaba sentirla cerca y odiaba la idea de otro andando con ella.
-Creo que debería ser yo el preocupado, seguramente te podrás encontrar a alguien menos estupido que yo.
-Tu estupidez es parte de tu encanto.- Ambos lanzamos una carcajada y nos abrazamos y besamos por última vez, antes de que le llevará hasta su casa y partiera sintiendo que cometía un error.

El hijo de Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora